Título original:
Fort Buchanan
Año:
2014
Atlántida Film Fest:
Sección Oficial
Duración:
65 min
País:
Francia
Director:
Benjamin Crotty
Reparto:
Andy Gillet, David Baiot, Nancy Lane Kaplan, Iliana Zabeth
Fort Buchanan es la ópera prima en el mundo del largometraje del norteamericano Benjamin
Crotty, quién ya había dirigido tres cortometrajes, siendo los dos últimos (Liberdade y Fort Buchanan: Hiver) notablemente aplaudidos y abrazados por el
sector crítico. Así pues, el siguiente paso natural era recoger el ideario de
su último cortometraje y dilatarlo con la suficiente habilidad para
reinventarse sin resultar repetitivo.
El debut de Crotty resulta una singular
mezcolanza de representaciones sobre temas que siempre han ido ligados al
cinematógrafo como la infidelidad, la soledad, los estereotipos o la condición
sexual. Para ello, el director norteamericano se vale de un reparto extrañamente
atractivo, de rostros hieráticos y andróginos, dónde los hombres visten caras
femeninas y las mujeres caras masculinas y dónde sus comportamientos,
alegremente, subvierten los esquemas y estereotipos de la guerra de sexos.
El
fuerte al que hace referencia el título de la película no es más que un
campamento, construido a modo de Arcadia, dónde las parejas y familia de los
militares, aguardan la llegada de sus seres queridos mientras éstos están de
misión. Aunque el film de Crotty parece que quiere dar cierto protagonismo al
marido homosexual con su hija adolescente, lo cierto es que estamos ante una
película coral, dónde el amor y el desamor sobrevuelan el enrarecido clima que
se vive en Fort Buchanan.
La
película se mueve a partir de un montaje frugal, comedido, en el que se
entremezclan escenas aparentemente aisladas que configuran la visión del mundo
de sus protagonistas, y ese microcosmos en el que esperan, unos con más celo
que otros, la llegada de sus amados. Nuestro marido coraje protagonista, que
idealiza ingenuamente a su pareja después de 18 años de matrimonio, observa
como el paso del tiempo y la distancia han deteriorado su relación, y cómo
educar a una hija en efervescente explosión hormonal le carcome por dentro.
Para
el que esto suscribe, y muy a pesar de que Fort
Buchanan cuenta con intachables virtudes, la ópera prima de Crotty navega
constantemente por la deriva, sin acabar de mojarse en ninguno de los frentes
abiertos (y son varios) sobre los que se construye la trama. También da la
sensación que nunca acaba de dar con la tecla en lo que se refiere al tono de
la película: si entre la crítica social, la comedia, el drama intimista y existencial
o la referencialidad. El pastiche que cocina el debutante norteamericano no
cuaja, no se solidifica en algo realmente celebrable.
Sinceramente,
y ya a título personal, si buscáis una comedia con verdaderos retazos de
genialidad, inteligente e incluso autoparódica y con un metraje similar a este Fort Buchanan, servidor os recomienda
invertir vuestro tiempo en Taller
Capuchoc de Carlo Padial, que airea muchísima más genuinidad y personalidad
que el irregular debut de Crotty. Sin embargo, si queréis ver algo desligado de
prejuicios y un canto al amor y la paz en tiempos de guerra, ésta sí es vuestra
película.
4/10
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