Título original:
Drogówka (Highway Patrol)
Año:
2013
Atlántida Film Fest 2015:
Sección oficial
Duración:
118 min
País:
Polonia
Director:
Wojciech Smarzowski
Reparto:
Bartlomiej Topa, Arkadiusz Jakubik, Julia Kijowska, Eryk Lubos, Robert Wabich, Jacek Braciak
2013
Atlántida Film Fest 2015:
Sección oficial
Duración:
118 min
País:
Polonia
Director:
Wojciech Smarzowski
Reparto:
Bartlomiej Topa, Arkadiusz Jakubik, Julia Kijowska, Eryk Lubos, Robert Wabich, Jacek Braciak
La historia detrás de esta película de Wojtek Smarzowski
podría resumirse en una palabra: corrupción. La historia no es corrupta, de hecho
hay puntos en los que se muestra tan nítida que la trama parece transparente. Los
corruptos son sus protagonistas, un grupo de policías del departamento de tráfico
de la ciudad de Varsovia, todos ellos con gustos caros y nominas escuetas.
Traffic Department está dividido en dos actos cuyo
intermedio resulta fatal. En un primer momento, la película se centra en las desvergüenzas
de los siete agentes, quienes se consideran casi de la familia. Una familia
unida por sobornos y tretas, gusto por la velocidad al volante y algún que otro
idilio romántico.
Incluso podemos descubrir en cada uno de los personajes uno
de los siete pecados capitales, un detalle que esculpe a cada uno con una
personalidad muy distinta y que, sin embargo, complementa al resto como si de
un puzzle de lo malo se tratara. Por ejemplo, el agente Petrycki (Arkadiusz
Jakubik) simboliza la lujuria, mientras Banas (Eryk Lubos) tiene serios
problemas de ira.
El protagonista indiscutible, sin embargo, es el policía Krol
(Bartlomiej Topa), representando al orgullo. Orgullo herido, cuando se entera
de que su mujer Ewa (Izabela Kuna) tiene un amante. Aunque él, que –a tenor con
su impuesto pecado- se hace superior al resto, también tiene un romance a
escondidas con la también policía Mary (Julia Kijowska).
Krol en seguida capta la atención del espectador, porque es
una persona diferente al resto. Es cierto que acepta sobornos, bebe, se salta
las normas y truca radares, pero le vemos un fondo más claro que a los demás.
Por ejemplo, advierte a su hijo de que lo pagará caro si, en su próximo
partido de futbol, se deja comprar por el rival. Este detalle deja claro,
además, que la corrupción es algo muy arraigado en la sociedad que nos pintan.
Krol y compañía pierden el control una noche y uno de los policías,
el sargento Lisowski (Marcin Dorocinski),
la codicia, muere en extrañas circunstancias. Smarzowski entonces erige a Krol
como principal sospechoso de aquello y entramos en otro acto bien distinto, en
el que nuestro protagonista huye para demostrar su inocencia. Pronto descubre
que la corrupción es mucho más voraz de lo que parecía y los secretos y fechorías
de sus superiores se interponen en su camino hacia la verdad.
Nos encontramos ante un filme frío y áspero, pero que trata
al espectador bastante bien: la trama se asienta rápido en tu cabeza y en
seguida estás en la piel del protagonista, al que quieres creer aun sabiendo
todo lo que hace. Incluso cuando él no recuerda ni lo que ha hecho.
7/10
Siento diferir mucho con tu opinión: http://eldiariodeuncinefilo.blogspot.com.es/2015/06/traffic-departament-multa-por-ser-tan.html
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