Título original:
Jurassic Word
Año:
2015
Fecha de estreno:
12 de Junio de 2015
Duración:
124 min
País:
Estados Unidos
Director:
Colin Trevorrow
Reparto:
Chris Pratt, Bryce Dallas Howard, Nick Robinson, Vincent D'Onofrio, Ty Simpkins, Irrfan Khan, Jake Johnson, Omar Sy, BD Wong, Judy Greer, Lauren Lapkus
Distribuidora:
Universal
Siempre
he sido bastante fan de Jurassic Park (sobre todo las dos
primeras de la saga), así que el ejercicio de nostalgia y revisión
2.0 de la original que se hace en Jurassic World, supongo,
estaba destinada a complacerme, aunque haya sido una satisfacción a
pequeña escala. Lo que no ha sido a pequeña escala, ni mucho menos,
ha sido su éxito abrumador e incontestable: 1.000 millones de
dólares en 13 días. Ha reventado todos los récords de taquilla,
como es obvio.
¿Pero
qué tiene para ofrecernos este nuevo Parque Jurásico?
Quizás
no sea el primer motivo para casi ningún espectador, pero servidor
tenía muchas ganas de ver qué podía ofrecer el director Colin
Tevorrow tras su buen debut en la cinta independiente de ciencia
ficción Seguridad no garantizada. Y aunque esta película
quizás no sea el mejor trabajo para ver la auténtica personalidad
del director, ha sabido defender su trabajo muy dignamente. Es de
suponer también que el tener detrás a una figura como Spielberg
habrá sido todo un estímulo y gran padrino para la ocasión. En
cualquier caso, el salto entre su primer trabajo y este señor
blockbuster, ya le habrá puesto en la órbita de la meca del cine.
Se nota que Tevorrow destila amor por la saga de los dinosaurios, y
en Jurassic World hay innumerables guiños que van dirigidos
expresamente para los fans. Esto es otro de los grandes atractivos de
esta cuarta película, revestir los orígenes pero apuntando a la
modernización y tendencias más futuristas y acordes a los tiempos
actuales. Y es que los 22 años que han transcurrido desde que
Spielberg hiciera soñar a muchos con la no extinción de los
dinosaurios requerían esta mezcla de nostalgia y tecnología
futurista.
Lo
que para unos es un acierto, para otros es uno de los motivos de la
poca calidad argumental de la película. Entiendo a los que se quejan
de que la historia bien parece un amalgama de las tres anteriores
películas más que una obra original en sí misma, pero
personalmente prefiero aceptar esto a que me vendan la pirotecnia
vistosa de siempre pero sin alma alguna. Al menos aquí encontramos
un enorme cariño por el proyecto que queda bastante reflejado en la
pantalla, y que además puede suponer el redescubrimiento de la saga
para las nuevas generaciones, lo que tampoco creo que sea nada
peyorativo, todo lo contrario.
Quizás
no le habría venido mal la personalidad y desparpajo que demostró
George Miller en su nuevo Mad
Max (el gran blockbuster, hasta la fecha, de este año), pero
cumple con lo que se podía esperar de ella.
Otro
aliciente más es ver de nuevo a Chris Pratt en papel protagónico.
Tras conquistarnos como Peter Quill en Guardianes de la galaxia,
quizás sea uno de los pocos que puede aguantar actualmente en
pantalla junto a un Indominus Rex y ganar la atención del
espectador. Y para ello ni siquiera necesita esforzarse al máximo,
su desbordante carisma ya hace gran parte del trabajo. Además está
muy bien acompañado por Bryce Dallas Howard, quien vendría a
sustituir al fallecido John Hammond (quien, a su vez, interpretó el
fallecido Attenborough), Vincent D'Onofrio y los más secundarios
pero siempre agradables Omar Sy e Irrfan Khan. Además se restaca a
BD Wong con su personaje del Dr. Wu, encargado de crear nuevos
dinosaurios en el parque. Los chavalines... pues trascendentes, meros
cumplidores del trámite de estas pelis, la verdad. En general no es
el tipo de película que viva o destaque por la calidad de sus
actuaciones, todos saben que el espectáculo está por encima de
ellos.
Y
es que los dinosaurios tienen gran parte de la relevancia, como es de
esperar y como esperan los espectadores. Tanto la presentación del
parque como la de los dinosaurios, las persecuciones, batalla
esperadas y clímax final están bastante logrados. El Indominus Rex,
el Mosasaurus, los Velociraptors, los Quetzalcoatlus
o
el siempre presente Tiranosaurus Rex tienen todos su momento de
gloria, repartiéndose entre ellos los grandes momentos de Jurassic
World
durante las dos horas que pasamos, nuevamente, como niños chicos. Y
esa es la baza que juega y gana la cinta de Tevorrow, devolvernos la
magia, o parte de ella al menos, que habíamos vivido hace 22 años.
Que sí, no llegará a la altura de la original y quizás no esté
hecha para perdurar en la gran memoria, pero sí se disfruta como es
la gran pretensión de este cine de entretenimiento. Si, además,
eres fan de la saga, independientemente de la objetividad con que
analices el cine, la cita con el parque de atracciones se convierte
en ineludible.
En
resumidas cuentas, que pese a su ausencia de originalidad o poca
profundidad de la historia, sabe mantener al espectador enganchado
durante su metraje (cumpliendo su objetivo prioritario) y encima sabe
respetar la saga a la que pertenece y la trata con candor y respeto;
por tanto, es imposible catalogarla de mala película.
6,75/10
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