Título original:
Todo parecía perfecto
Año:
2014
Atlántida Film Fest:
Sección oficial
Duración:
76 min
País:
España
Director:
Alejo Levis
Reparto:
Jordi Rico, Andrea Trepat, Clara Gali
La experimentación es necesaria
para el avance de todo arte, aunque también sea necesario que la mayoría de
muestras del arte en cuestión queden relegadas a una ambición más superficial
que artística, para que los experimentos rompan con aquellos productos menos
trascendentes. El cine comercial no tiene nada de malo, asegura la venta de
entradas, permitiendo que haya una industria. Pero la industria no debería
eclipsar, de manera tan excesiva como ocurre en el cine, a las piezas más
pequeñas, que quedan muy desplazadas. Afortunadamente internet nos brinda la
oportunidad de conectar con propuestas que no llegan a las manos de los
exhibidores –o al menos a las de los españoles-, y Todo parecía perfecto es un gran ejemplo de película que rara vez
veremos en el cine, pero cuyo paso por las salas podría quitar unos cuantos
prejuicios a la gente sobre el cine de nuestro país.
La película de Alejo Levis parte
de una premisa interesante, un hombre que trata de recrear un sueño en el que
besó a la chica de sus sueños, valga la redundancia. Aunque eso realmente solo
sea el principio de la cinta, que transcurre de manera imprevisible durante el
resto del metraje. Rara vez sabemos más que la pareja protagonista, cuyos
sueños se entrelazan con la realidad en un intento por alcanzar la felicidad a partir
de esfuerzos por volver a vivir aquello que se ha soñado. Esas representaciones
de lo soñado dotan de un toque de surrealismo a la cinta, que forma parte de su
peculiar encanto. Pero no dejamos de encontrarnos ante una película romántica, aunque
tenga un desarrollo un tanto extraño.
A veces resulta difícil disociar
lo onírico de lo real, ya que la localización aparentemente idílica en la que
se encuentran durante buena parte de la película no parece corresponderse
demasiado con la realidad. El avance temporal de la historia no queda demasiado
claro, aunque todo funciona de manera que el chico y la chica pasen por las
diversas etapas de la relación en un período de tiempo muy compacto.
Afortunadamente la obsesiva recreación inicial del sueño no acapara todo el
metraje, sino que más adelante los sueños tienen importancia pero no buscan ser
reinterpretados al mínimo detalle. Esas reminiscencias de los sueños son semillas
que se siembran para lograr la felicidad de la otra persona, que es
probablemente el objetivo de toda relación, y también lo más difícil de
conseguir. Pero Freud ya se dio cuenta hace tiempo que los sueños no encierran
siempre lo mejor de nosotros, y puede acabar resultando algo cargante que se
esté continuamente tratando de recrear algo en vez de disfrutar más del
presente con la otra persona.
El experimento de Levis no sale
mal parado teniendo en cuenta que el planteamiento no era sencillo. La imagen
está muy cuidada, los dos protagonistas hacen un gran trabajo y la película
irradia un encanto incuestionable. Tiene altibajos por la actitud algo cansina
del chico, pero Todo parecía perfecto
es una propuesta a tener en cuenta.
7/10
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