Miss Julie
Año:
2014
Fecha de estreno:
12 de Diciembre de 2014
Duración:
133 min
País:
Noruega, Irlanda, Reino Unido
Director:
Liv Ullmann
Reparto:
Jessica Chastain, Colin Farrell y Samantha Morton
Distribuidora:
Golem
Catorce años
han pasado desde que la reconocida actriz, escritora y cineasta noruega Liv
Ullmann se pusiera por primera vez detrás de las cámaras con Infiel (2000). En aquella ocasión la que
fuera mujer y musa del cine del inmortal Ingmar Bergman partía de un guion
escrito por el maestro sueco. Su
siguiente película como directora y la que nos ocupa ahora es todo un reto, ya
que trata de adaptar una de las obras de teatro escandinavas por excelencia,
como es el caso de La señorita Julia,
escrita a finales del siglo XIX por el dramaturgo sueco August Strindberg.
Si bien es
verdad que como pasa con las grandes obras de la literatura, varios cineastas
han tratado de llevar a la gran pantalla su propia visión de la obra, con mayor
o menor éxito: en 1922, Felix Basch hizo la versión muda de la obra; en 1951,
se adaptó la que es seguramente la más famosa de las versiones (Palma de Oro
incluida) a cargo de Alf Sjöberg; y en 1999, Mike Figges hizo la última
adaptación hasta el momento. Además de contar con una adaptación televisiva en
1972 protagonizada por la británica Helen Mirren. Pero ahora nos ocupa la versión más reciente.
La señorita Julia es una obra de teatro que habla de
temas tan generales (y actuales) como: las clases sociales, la lujuria, la
soledad, el amor o la batalla de sexos entre otros. Pero a diferencia del texto
original, en esta versión la historia está ambientada en Irlanda, concretamente
en el mágico lugar de Castle Coole y no en Suecia, aunque hay que destacar que
la película respeta escrupulosamente la esencia de la obra y los temas
mencionados anteriormente.
Se nota que
la cinta está dirigida por una actriz, ya que centra toda la importancia de la
película en sus tres únicos actores, reduciendo casi todo el metraje en un
escenario único como es la mansión de la señorita Julia. Una decisión que comercialmente puede ser
arriesgada, ya que el espectador medio actual parece haberse acostumbrado a
tomar preferencias por efectos especiales y demás distracciones en vez de
atender al trabajo actoral, que es a fin de cuentas lo que sustenta una
película. La señorita Julia plantea
preguntas y debe de ser el espectador el que se esfuerce por buscarle respuesta.
En muchos aspectos –escenario único, reducido reparto, adaptación teatral,
lucha de sexos…-, puede recordar a otra película estrenada este año en España,
como es la extraordinaria La venus de laspieles de Roman Polanski.
Para el
papel protagonista, Liv Ullmann no se lo pensó demasiado y escogió a la
pelirroja de moda en Hollywood, y es que Jessica Chastain sigue demostrando que
ha llegado al mundo del cine para quedarse. Porque sigue consolidando película
a película su enorme potencial como intérprete y aquí firma la que a mi juicio
es su mejor actuación, como la solitaria, manipuladora, contradictoria, infeliz
y algo desequilibrada señorita Julia. Ella es la película, Liv Ullmann lo sabe,
la propia Chastain lo sabe, todos lo sabemos y lo único que podemos hacer es
dejarnos llevar y disfrutar del espectáculo interpretativo que se marca.
Secundada en la pantalla por Colin Farrell como el sumiso mayordomo John y
Samantha Morton como la obediente ama de llaves Kathleen. En el fondo, los tres
personajes están en la misma situación, se encuentran atrapados en una vida que
sienten que no les corresponde y que no saben o no tienen el valor para
intentar cambiarla.
Recomendaría
La señorita Julia por varias razones,
pero la primera que se me viene a la cabeza es la de ir al teatro, porque eso
es lo que es simple y llanamente: puro teatro al servicio de sus actores y de
la expresión total de las emociones.
8/10
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