The Gambler
Año:
2014
Fecha de estreno:
01 de enero de 2015
Duración:
111 min
País:
Estados Unidos
Director:
Rupert Wyatt
Reparto:
Mark Wahlberg, Brie Larson, Jessica Lange, John Goodman, Michael K. Williams, Sonya Walger, Emory Cohen, George kennedy
Distribuidora:
Paramount
Afirma el propio Mark
Wahlberg que el de El jugador
(remake de una peli homónima de los 70 protagonizada por James Caan) es el papel de su vida. Y eso que fue Dirk Diggler en Boogie
Nights o estuvo nominado al
Óscar (¿?¿?) a mejor secundario por Infiltrados.
Se lo ha preparado a nivel físico, perdiendo peso para el rol y a
nivel personal, acudiendo a la universidad para ver cómo dan clases
los profesores. Porque en El jugador
interpreta a Jim Bennet, un profesor adjunto de literatura adicto
irremediable a los juegos de azar. Su afán por ganar, le convierte
en un perdedor constante. Para poder jugar, necesita dinero -que
siempre pierde. Por eso, pide prestado a varios mafiosos del lugar.
Pero los gangsters quieren el dinero de vuelta; 260.000 dólares
antes de siete días.
El
personaje le da la posibilidad a Wahlberg de mostrar una dualidad en
una doble vida. Durante el día, es un profesor desencantado pero muy
dado a dar discursitos moralizantes (¿en serio los profes son así
en América?) mientras por las noches apuesta, figuradamente, al
caballo perdedor. Sin embargo, Marky Mark carece de un buen registro
interpretativo y su personaje resulta, a la postre, tan tieso y
desaborido como un cacho de apio. Aunque no era el actor ideal para
encarnarlo, es lógico que se haya reservado la mejor parte: produce
la cinta.
Por
desgracia para él, son los secundarios quienes le eclipsan. Algunos
literalmente, como John Goodman en un tremendo, ejem, papel
paternalista como un mafioso con un trozo de alma. O Jessica Lange en
el rol de madre ricachona con quien apenas mantiene relación pero
que no puede negarle dinero a su hijo cuando lo necesita. Incluso el
insulso papel florero de Brie Larson (nada que ver con el hit indie
Las vidas de Grace),
como enamorada de su profesor, sobresale sobre el de Wahlberg.
No
todo es culpa del actor. Su personaje no ha sido perfilado para que
conozcamos por qué está metido en ese submundo, por qué es un
adicto y ni se preocupan, desde la base, en darnos cierto trasfondo para sentirnos
preocupados por él. La semana pasa ante los ojos del espectador con
ganas de que acabe pronto porque Bennet no es un personaje
inteligente debido a ese afán de apostar al límite. Lo deja todo a la
suerte y eso, nos resulta inverosímil.
La
película clamaba por un clima opresivo y de tensión pero William
Monahan, guionista de ésta así como de Infiltrados,
ha sido incapaz de plasmarlo. Y Rupert Wyatt lo intenta, sobre todo
cuando se centra en el submundo clandestino de las casas de juegos.
Pero no, dotarla de un ambiente gris derivado del humo y la
decadencia propios de esos lugares, no significa que consigas la
garra que reclamaba- y menos si lo cierras con un final desacorde a
lo visto hasta ahora. Si fallas en esos planos, toda la sustancia que
podía tener El jugador,
al centrarse en la vida de un personaje autodestructivo, apostador
indómito que no sabe cuando parar, se desvanece y nos queda una
película muy floja hasta para quienes gustan de este tipo de
pseudo-thrillers. ¿Qué habría hecho Scorsese si al final hubiese
dirigido el proyecto como se rumoreó en un principio?
4/10
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