Título original:
Walesa
Año:
2013
Fecha de estreno:
1 de enero de 2015
Duración:
128 minutos
País:
Polonia
Director:
Andrzej Wajda
Reparto:
Robert Wieckiewicz, Agnieszka Grochowska, Iwona Bielska, Zbigniew Zamachowski, Maria Rosaria Omaggio
Distribuidora:
A Contracorriente Films
Existen infinidad de películas sobre
grandes personajes de la historia, ya sean matemáticos, deportistas, presidentes,
científicos, etc. Así pues, podemos recordar Una mente maravillosa (Howard, 2001) que cuenta la vida del
matemático John Nash, Lincoln (Spielberg,
2013) que trata sobre la historia de este presidente de Estados Unidos, La red Social (Fincher, 2010) sobre la
evolución de Marz Zuckerberg hasta la creación de Facebook, Invictus (Eastwood, 2009) sobre el
referente sudafricano Nelsón Mandela o la reciente The Theory of Everything (Marsh, 2014) sobre la vida de Stephen
Hawking.
A sus 87 años Wajda nos presenta la
vida de Lech Walesa en un film con amplios tramos de documental, que posee un
carácter complejo pero a la vez interesante. Trata de mostrar a una de las
figuras más importantes de la historia polaca que luchó para conseguir la libertad
de su país frente al comunismo, defendiendo a su manera todos los derechos
posibles. Poco a poco se fue convirtiendo en un líder sindical para todo su país
y, además, conservando una personalidad carismática en los momentos más
difíciles. Fundó el movimiento obrero “Solidaridad”, que fue clave para el
impulso de otros movimientos en la zona europea, y recibió el Premio Nobel de
la Paz en 1983.
Presentada en los Festivales de Cine
de Venecia y Toronto, la obra de Wajda fue seleccionada para representar a
Polonia en los Oscar de este año, aunque finalmente no ha entrado entre las escogidas
por la academia (sí lo ha hecho Ida
de Pawlikowski). El film en sí muestra toda la evolución de Lech desde sus comienzos
en el astillero de Gdansk, que es el momento en el que decide comenzar esa
lucha y reivindicación, por mejorar sus derechos y de la misma forma mejorar la
calidad de vida de la clase obrera de Polonia. En este momento se da cuenta de
que los trabajadores se encuentran en una situación de explotación máxima, que
son las personas que sacan la economía de su país a delante y, sin embargo,
viven en unas condiciones pésimas.
Una de las virtudes de Wajda es
mostrar al personaje principal desde una perspectiva especial, cercana al
espectador, creando ese carácter único en el personaje. Lech se revela como una
figura prepotente, con mal humor, irónico e incluso alguna vez gracioso pero
con una capacidad grandiosa en cuanto al discurso y a la retórica se refiere.
Este es el aspecto principal que lo convierte en el representante de muchos
movimientos obreros, comenzando por ayudar a los trabajadores del astillero. La
figura de Lech crece en función de su personalidad y en la confianza que va
obteniendo de la clase obrera, llegando a participar en grandes
acontecimientos. Sin embargo, un aspecto que se trata de reflejar en frecuentes
ocasiones son los métodos utilizados. Se puede llegar a pensar que sus métodos
se basaban en la violencia pero, por el contrario, su táctica era el discurso y
el poder de convencer con y sin la palabra.
Otra cosa que destacaría es la
visión realista que muestra Wajda de la sociedad en ese momento. La pobreza, el
frío, las malas condiciones de trabajo o la diferencia entre las vidas de los altos
cargos y la de los trabajadores son los ejemplos que el director refleja con un
realismo brutal. Sin embargo la película en ciertos tramos llega a ser pesada
con grabaciones de documentales de la época, probablemente incluidos por la
duda del no conocimiento sobre Lech Walesa fuera de las fronteras polacas.
Aunque está bien enlazada y se aprecian todos los momentos más importantes de
su vida, el film se aprecia en general de una forma lineal, sin llegar a
apasionar. Quizás el error reside en tratar de enseñar todo de una forma
excesivamente regular y sencilla, sin pequeños cambios de ritmo que aceleren la
trama y, por tanto, sin un mero poder de atracción. Este aspecto es muy
importante, convirtiéndose en un punto de inflexión en el que pasa de ser una
película notable a una relativamente mediocre. De esta forma la historia de
Nash o Zuckerberg resultan más interesantes y atractivas que la de Lech Walesa,
no siendo su importancia mayor.
6,5/10
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