Stand by me Doraemon
Año:
2014
Fecha de estreno:
19 de Diciembre de 2014
Duración:
95 min
País:
Japón
Director:
Takashi Yamazaki, Ryûichi Yagi
Reparto:
Animación, Voces de Alaska, Mario Vaquerizo
Distribuidora:
Alfa Pictures
Doraemon es
un personaje de la
infancia de muchos, entre los que me incluyo. Pero
pocos conocemos realmente de dónde surgió este singular personaje y
todo su mundo. Empieza en una revista infantil de 1970. El posterior anime ha tenido hasta la fecha tres series: en 1973 se creó la
primera, de cincuenta y dos episodios, enfocada a un público más
adulto y que no tuvo éxito. La segunda, la más famosa y que todos
conocemos, es la que data de 1979 hasta 2005, enfocada ya a un
público más infantil, y que consta de la friolera de 1787
episodios, siendo el segundo anime más largo de la historia (sólo
detrás de 'Sazae-san').
Actualmente hay en emisión una tercera serie, con idéntico éxito,
que comenzó en 2005 y lleva ya unos 600 episodios y cada año
se crean unos veintiséis más. En 1980 se crea la primera película
y hasta la fecha existen treinta y cuatro, una por año aproximadamente desde la
creación de la segunda serie. Más de cien millones de espectadores
ya han disfrutado de sus películas en Japón (personaje más visto
en la historia de Japón en cines). En España sólo se han estrenado
ocho y Stand by me Doraemon será la novena. Además, es la
primera película basada en la serie que usa la tecnología 3D CGI.
La serie en España llegó
en 1994. Se ha doblado en castellano, catalán, gallego, vasco y
valenciano.
La serie aún sigue en
antena en cuatro canales: Boing, TV3, ETB y TVG2. Este año se
celebran 20 años en antena y para ello Alfa Pictures estrena el 19
de diciembre Stand by me Doraemon.
El germen del manga, como
hemos dicho, surgió de una revista, Shôgaku Yonensei, dirigida
principalmente a chavales de la edad correspondiente a 4º de
primaria. Allí, en el número de diciembre de 1969, justo en el
anterior número a la publicación del manga, apareció un anuncio
avisando que “algo iba a salir del cajón”. Por aquel entonces
aún no sabían el qué, no había ni título, y en algún momento
antes del siguiente número, se les ocurrió que de ese cajón (del
escritorio de Nobita) aparecería un robot del futuro capaz de sacar
miles de ingeniosos inventos. Así que todo surgió de un cajón que
había que rellenar. Curioso sin duda. Y, cómo no, así comienza la
película, cuando Sewashi, tataranieto de Nobita, y su robot
Doraemon, irrumpen por el cajón de su escritorio anunciándole que
su futuro será un desastre y arruinará a su familia por varias
generaciones.
Para la película, los
directores de Friends: Aventura en la isla de los monstruos y
la animación del videojuego “Onimusha 3”, Takashi
Yamazaki y Ryūichi Yagi, cogen como referencia el manga y la segunda
serie, la más famosa, con un guión que entrelaza varios episodios,
pero con un inicio y final propiamente de película. Esto es todo un
acierto, pues no crea la sensación frustrante de otras adaptaciones
de ser un episodio estirado para la gran pantalla, sino de una
verdadera historia que se puede ver incluso para quienes no conozcan
a los personajes en absoluto. Además, la historia, personajes,
situaciones y reacciones son 100% Doraemon.
Stand by me Doraemon está
enfocada indudablemente a los fans de la serie sobre todo, pero sin
renunciar a posibles nuevos públicos. De ahí que al inicio de la
película se nos presente a Doraemon como un personaje nuevo, como si
todo comenzase de nuevo. De hecho, muy pocos seguramente hayan visto
el inicio de la serie, con lo que probablemente este primer encuentro
entre Nobita y Doraemon sea de gran expectación para ellos.
La película transcurre
entre el siglo XXI y el XXII, y cuando saltamos al futuro, quizás la
primera sensación es que se han emocionado demasiado añadiendo
coches voladores y carreteras cual tubos de cristal, pero la
explicación que nos dan sus directores es que ese futuro viene como
lo imaginaría un niño como Nobita en su época (los años 70). Un
futuro de ensueño y utópico, sobre todo.
Pero, pese al tono
infantil de la serie y que, desde luego la serie no renuncia a él,
en la película también vislumbro un cariz más adulto, muy propio
de muchos animes, que dotan a sus películas de un trasfondo inusual
en la animación de otras regiones. Es bueno comprobar que, quizás
el principal fallo de la serie, ese constante déjà vu entre
episodio y episodio, como si Nobita estuviera en un bucle temporal y
nunca avanzase la historia y el patrón del capítulo siempre fuera
el mismo: Nobita se mete en líos – Doraemon saca invento para
ayudarle – Nobita contento – La cosa se tuerce – Nobita aprende
que el invento no es la solución (lo que cambia es el invento en
sí), aquí sólo dura unos pocos minutos, como guiño a la serie, y
verdaderamente hay un guión detrás, una historia que contar (dentro
de los cánones de la serie, no os creáis que han emulado a Ghibli).
Hay un dramatismo en
varias escenas que me cuesta creer que vaya enfocado a un público
infantil, así que desconozco cuál será la reacción de los
espectadores y la taquilla en España. Ojalá sepamos la sepamos
apreciar en su medida.
Otro de los grandes
aciertos es retomar el doblaje original de la serie, hace que, pese a
ese nuevo formato 3D CGI al que al principio cuesta acostumbrarse
(siempre los hemos conocido de otro manera), esos personajes sigamos
sintiéndolos como propios. Ahora bien, las incorporaciones (de cara
al reclamo publicitario) de Alaska (voz de Shizuka mayor) y Mario
Vaquerizo (voz de Nobita mayor), realmente desentonan con el
conjunto. De hecho, son Nobita y Shizuka los únicos que al crecer
cambian su tonalidad, dando una sensación rara. Este tipo de
chapuzas las hemos vivido ya en otras películas de animación.
Especialmente me viene a la mente la voz del personaje principal de
Lluvia de albóndigas doblada por, el aquel entonces famosete
de la TV, Flipy.
Pero si las voces son
gran parte de la personalidad de la serie, si hay algo que sin duda
llama en especial la atención en Doraemon son sus inventos, y en la
película no se iban a dejar de lado, desde luego. Así que, unos más
renovados, otros apenas retocados, pero los principales inventos y
otros vistos en el anime hacen su aparición en la película. Ahora
disfrutaremos del gorrocóptero, la puerta mágica, el túnel de
Gulliver, la máquina del tiempo, el huevo de impronta, el pan
empollón, la cámara que sirve para cambiarse, el pañuelo del
tiempo, las ondas sinceras, el televisor del tiempo, la loción
repelente, el acelerador de cuerda y el guante atrapador como nunca
antes los habíamos visto.
La novedad la encontramos
en su apartado visual, pues. Un buen día que los productores vieron
Toy Story 3 y desearon querer hacer algo de similar calidad en Japón.
Una búsqueda de renovar la animación para competir en el mercado
extranjero, más allá de la animación tradicional. Y el resultado
es Stand by me Doraemon.
Algo más de un año
llevó el diseño de los personajes, buscando principalmente mayor
realismo pero también fidelidad a las expresiones del manga y sus
exageraciones.
En este 3D CGI no hay
captura de movimiento todo está creado desde 0 por los animadores y
no hacen falta gafas 3D para verlo. Los escenarios son maquetas a
escala 1/6, donde cada una tardó casi un año en crearse. Estas
maquetas, con todo lujo de detalles se usaron para los decorados de
la película, insertando los personajes animados digitalmente sobre
las maquetas, sin que se note una diferencia a nivel visual. Esta
técnica ya la habían empleado con éxito en el videojuego Onimusha
3 y otra vez vuelve a resultar fascinante. Una vez vista, podemos
decir que la sensación de realismo se logra con creces.
Como guinda al pastel, la
banda sonora la película. Nos falta ese opening con Ojalá mis
sueños, pero a cambio
tenemos al grupo teenage de moda (deduzco, a mí de poco me
sonaban) Fiver, grupo de pop rock adolescente, con videoclip de Stand
by me al final de la película.
En la versión japonesa,
la banda sonora la pone Motohiro Hara con el tema Himawari no
Yakusoku.
E imperdible la
cachondada del anuncio de después (para qué esperar a salir del
cine si ya puedes influenciar a los nenes desde el cine) y luego
créditos finales con tomas falsas para los que gusten de ello.
En general un ejercicio
estimable por sacar una película de una serie que tenga entidad
propia y que los que crecimos con ella podamos ver sin sentirnos
defraudados.
6,5/10
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