Mentes Criminales: 10x10. Amelia Porter.

Tras el descanso de la semana pasada, Mentes Criminales regresa una semana más con un capítulo bastante interesante aunque algo lioso, con muchos giros en la trama y cargado de flash backs. El episodio comienza mostrando que el asesino ha secuestrado a una chica e incendia el coche en el que viajaban y, después se produce un flash back hacia el principio. ¿Quieres saber quién es la chica secuestrada y cómo soluciona el caso el equipo? Para ello te invito a que sigas leyendo. ¡ALERTA SPOILER!

Al igual que en otros episodios anteriores, éste se resuelve con bastante rapidez. Desde el principio se muestra al asesino, desperdiciando toda la expectación que se genera cuando el espectador a la vez desarrolla el caso en su mente. Esto provoca que el capítulo pierda valor. De esta forma, aparecen las primeras víctimas, una pareja muerta en su casa y un guardia de seguridad en una oficina de terapia. A su vez se muestra al sudes, que viaja con otro chico y la chica secuestrada. Seguidamente, aparecen las primeras pistas cuando el equipo analiza los escenarios de los dos crímenes. En el escenario del guardia de seguridad la UAC encuentra las pisadas del asesino, mientras que en el de la pareja halla unas excavaciones en el jardín. Estos hechos generan dos conclusiones, que el asesino es desorganizado y que el asesino pudo vivir en la casa antes de la pareja.

Tan sólo con la comprobación por parte de García de los anteriores miembros de la casa, se averigua al asesino. La casa antes era propiedad de Amelia Porter, una asesina que, hace 12 años, ella y su novio Benton violaron y mataron a la hermana de éste (Miriam). El caso finalizó con la huida al bosque de Amelia (no encontrada aún) y el encarcelamiento de Benton, que justo hace dos días acaba de salir de la cárcel. Como se aprecia hay unos giros irregulares en la trama y ciertamente liosos que pueden provocar el no seguimiento de la misma. Finalmente se desvela el resto de personajes a través de la tercera víctima, el padre de Benton, que éste mismo mató al salir de la cárcel. Por tanto, el chico y la chica que viajan con él son sus sobrinos (hijos de Miriam). La trama, de nuevo, continúa en revesándose aún más.

El objetivo del asesino es huir hacia el monte y encontrar a Amelia, todo nos indica que es para vengarse por dejarle abandonado. Antes de esto, su sobrino desarrolla una estrategia para escaparse pero Benton lo dispara. Es en este momento cuando regresamos al flash back del principio, en el que Benton huye con su sobrina en busca de Amelia. Más tarde, los planes se verán reducidos por la UAC cuando encuentran herido al sobrino y cuenta hacia donde se dirigen. Por último, el equipo descubre que Benton es el dominador en la relación con Amelia y, en su día, ésta fue obligada a participar en el asesinato de Miriam. Además, el asesino no se dirige a vengarse de Amelia, sino a revivir otra vez la violación y el asesinato, esta vez con su sobrina.

“El alma que ha albergado una debilidad, no puede albergar ningún bien después”. Esta frase de Sófocles quizás no invita a pensar en la no creencia en la rehabilitación de los asesinos, pero lo que está totalmente claro es que ellos no vuelven a ser los mismos, ni tampoco sus víctimas.