lunes, 22 de diciembre de 2014

Noche en el museo 3: El secreto del faraón. La despedida.

Título original:
Night at the museum: Secret of the tomb
Año:
2014
Fecha de estreno:
25 de Diciembre de 2014
Duración:
97 min
País:
Estados Unidos
Director:
Shawn Levy
Reparto:
Ben Stiller, Robin Williams, Skyler Gisondo, Dan Stevens, Owen Wilson, Steve Coogan, Rebel Wilson, Ben Kingsley, Rami Malek
Distribuidora:
Fox


Llega la Navidad y con ella, entre otras cosas, llega el cine familiar. Ese subgénero vilipendiado por norma generar por el espectador, incluso muchas veces por la propia industria por darle guiones de baja estofa, pero que merecen su atención como cualquier otro género, además de la entrañabilidad que traen consigo muchas veces le da una motivación extra.
Y una de esas películas familiares para estas navidades es la tercera entrega de Noche en el museo, saga iniciada en 2006 con Ben Stiller como ese guarda nocturno de un museo donde todo cobra vida a la luz de la luna.
Me parece interesante que, para hablar de El secreto del faraón, hacer previamente, o intercaladamente, un balance de las tres películas, pues así veremos aciertos y fallos, y la propia devaluación de una saga (un ejemplo práctico realmente de lo que suele pasar con la mayoría de las sagas) bastante exitosa.



Noche el el museo supuso un boom en el mercado americano, siendo la segunda película más taquillera de 2006 (solo sobrepasada por la segunda entrega de Piratas del Caribe) con la friolera de 250 millones de dólares (ha día de hoy, con el mercado internacional son 574 millones). Pero, aparte de a nivel comercial, la película de Shawn Levy ofrecía cierta magia, humor y aventura disfrutables como se supone que debe ser el cine familiar. Conocimos a muchos personajes carismásticos como el Teddy Roosewelt de Robin Williams, los diminutos Jedediah y Octavio, Ahkmenrah, Atila el Huno, Sacajawea, el mono capuchino Dexter, la panda de viejos guardas Cecil, Gus y Reginald; la cabeza de Pascua... muchos territorios que nos abrían sus puertas para ser explorados. La verdad es que dentro de sus limitaciones me pareció una cinta muy simpática con la que pasar un rato agradable.

En 2009 llegaba Noche en el museo 2, y las carencias con respecto a la anterior son evidentes. Menor chispa y repetición de patrones. A cambio se incorporaban nuevos personajes (rescataremos al mejor de todos, el de Amelia Earhart encarnada por Amy Adams robando las escenas a Ben Stiller) y se añadían al menos detalles significativos como la entrada en la fotografía Le baiser de l'hôtel de ville' de Doisneau o el cuadro Nighthawks de Hooper. El guión perdía el efecto sorpresa, el malo tenía menos gancho que los viejetes pero seguía dando, en menor medida, un rato entretenido. Su producción fue más cara pero en cambio funcionó peor en taquilla. Ni siquiera estuvo entre las 10 producciones más rentables de su año, a pesar de que en su primer fin de semana mejoró los datos de su antecesora. Quizás por eso han tardado más en decidirse en hacer esta tercera entrega, eso sí, con menor presupuesto. Se barajaba también la idea de un spin-off con Jedediah y Octavio, pero eso fue antes de dejarnos Robin Williams, ahora no sabemos en qué estado sigue dicha idea.


Noche en el museo 3 viene a ser un 'Greatest Hits' de las dos anteriores, recuperando personajes de la primera que no salieron en la segunda (Cecil, Gus y Reginald, por ejemplo), reinterpretando escenas incluso (por llamar suavemente a autocopiarse) pero se nota que las ideas van escaseando. El argumento que nos presentan es que la tabla de Ahkmenrah esta deteriorándose y por ello perdiendo su poder, con lo que las figuras del Museo de Ciencias Naturales corren peligro. Para intentar reparar la tabla, acuden al museo británico, donde se encuentra Merenkahre, padre de Ajkmenrah y sabedor del funcionamiento de la tabla.
Algunos personajes, como el de Robin Williams, parece que simplemente hacen acto de presencia, pierden progresivamente en cada entrega interés. Otros se hacen cada vez más cargantes, como Jedediah y Octavio. Las nuevas incorporaciones como la de Sir Lancelot (Dan Stevens) tiene su aquel, pero hay otras como la de Tilly (Rebel Wilson) que son un calco estirado del personaje de Jonah Hill en Noche en el museo 2, solo que aquí con más protagonismo. Mención especialmente negativa para Merenkahre, el padre de Ahkmenrah, interpretado por un Ben Kingsley en piloto automático que aparece para cobrar la nómina y poco más y Laaa, el cavernícola que también interpreta Ben Stiller, un personaje bastante estúpido, laaa verdaaad. Al menos cambiamos de localización, viajamos al museo británico, para dar nuevos aires, se introduce la litografía Relatividad de Escher, que se convierte en una de las mejores escenas de la película, y una de las escenas más graciosas a cargo del cameo de Hugh Jackman.

La película, como no podía ser de otra manera, acaba con un recuerdo a Robin Williams y Mickey Rooney, ambos fallecidos este año y, en el fondo, el tono de la película y esa recopilación o retransformación de las dos entregas parecen querer presentar como el fin de la saga, una despedida.
Pese a todo, se sigue pasando amenamente su duración, eso es lo bueno de esta saga, no llega a hacerse aburrida, pero la sensación de que la película ya la traíamos vista de casa no nos la podemos quitar de la cabeza. Es como cuando te pasas un videojuego y, como bonus te dan un traje nuevo para el protagonista, y entonces comienzas de cero el juego pero con ese traje nuevo. Ese 'bonus' es Noche en el museo 3, y quizás no compense tan poco atractivo para pagar la entrada del cine, la verdad.

5,5/10

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