Coherence
Año:
2013
Fecha de estreno:
24 de Octubre de 2014
Duración:
89 min
País:
Estados Unidos
Director:
James Ward Byrkit
Reparto:
Emily Foxler, Nicholas Brendon, Maury Sterling, Lorene Scafaria, Hugo Armstrong, Lauren Maher, Elizabeth Gracen
Distribuidora:
Good Films / La Aventura AV
Coherence,
a pesar de ser una película de “pequeño formato” en cuanto a su
producción, ya ha sido calificada como una de las películas de
ciencia ficción más sorprendentes y destacada de los últimos
tiempos, y muchos de los afortunados en haberla visto ya no dudan en
meterla entre lo mejor de 2013. Desde luego en una presentación como
para tener en cuenta esta película (y ojalá, desde aquí todos
nuestros deseos para ello, le vaya bien en la taquilla española).
Nosotros
tuvimos la suerte de verla en la pasada edición de la Muestra
Syfy
y
ya logró conquistarnos. En su segundo visionado ha seguido
haciéndolo, dejándome de nuevo disfrutando de la gran ópera prima
que se marca James Ward Byrkit.
Todo
comienza la noche del cometa Miller. Pero para ponernos en situación,
hay que remontarse a otro cometa, el que en 1923 hizo que en
Finlandia, los habitantes de un pueblo quedaran desorientados durante
el transcurso del cometa. La gente se comportaba de manera extraña e
incluso las autoridades recibieron una llamada. Era de una mujer que
alegaba que su marido, en realidad, no era su marido, pues afirmaba
que lo había matado la noche anterior. Lógicamente la policía no
pudo arrestarla, pues su marido seguía estando en su casa.
Ahora,
con el paso del cometa Miller, unos amigos charlan mientras cenan
recordando esta historia. Pronto la empezarán a vivir en sus propias
carnes.
Coherence
podría ser el nuevo The
man from earth, por el
tipo de ciencia ficción independiente, presupuesto, película
discursiva y que, con el tiempo, se ha convertido de culto. Y es que
estoy seguro que Coherence
también llegará a esa categoría.
Un
thriller psicológico al que es mejor presentarse conociendo cuanto
menos del argumento, para dejarse sorprender plenamente y que por
ello intentaremos hablar sin desvelar grandes puntos de la película
(seguramente el título de la crítica no lo entiendas hasta que la
veas), pues mi motivación principal es la de promover su visionado.
Y es que ya, desde su creación, es un proyecto sumamente
estimulante.
La
película podría decirse que empezó como un experimento de James
Ward Byrkit y Alex Manugian, ambos guionistas de Coherence.
Querían comprobar los elementos básicos de una película de bajo
presupuesto necesarios para un proyecto narrativamente ambicioso y
convincente.
Todo
naciendo desde la improvisación, y a lo largo de tan sólo cinco
noches que duró el rodaje, se repartían tarjetas a los actores con
las motivaciones de su personaje (pero sin desvelar las del resto de
personajes, sólo las del propio), se les introducía a la historia y
los giros argumentales, y luego ya no había marcas ni límites. Cada
intérprete era libre de hacer o ir donde lo requiriese su personaje.
Esto no significa que no existiera un guión, sino que los actores no
lo conocían. El resultado es una película sumamente realista dentro
de su mundo fantástico, con situaciones cotidianas en situaciones
límite y una constante tensión para el espectador por ver cómo
evolucionan los personajes ante los problemas que se les presentan.
Para
este singular proyecto se juntaron todo un elenco de personas de lo
más variopinto. Por un lado tenemos la productora de Lene
Bausager, Ugly Duckling
Films, que se encargó de producir Cashback
(otra película de culto) y The
broken, anteriores
trabajos de Sean Ellis, director de Metro
Manilla y gran
director emergente. Ya dentro del reparto, destacan Emily Foxler
(habitual en series de televisión como CSI:
Miami, Sin
rastro, Bones,
El mentalista
o Agentes de SHIELD),
Nicholas Brendan (reconocido Xander en Buffy
Cazavampiros), Maury
Sterling (visto en la serie Homeland
y en la peli de El
equipo A),
Elisabeth Gracen (popular por la serie de Los
immortales
y su spin-off Highlander),
Lorene Scafaria (guionista de Nick
y Nora, una
noche de música y amor
y guionista y directora de Buscando
un amigo para el fin del mundo)
y Hugo Armstrong (visto en las series de Mentes
criminales,
Monk y
Navy:
Investigación criminal).
La
trama juega mucho con al teoría del gato de Schrödinger y la
interpretación de Hugh Everett sobre la decoherencia cuántica, pero
no de una forma científica o teórica, sino enfocada a la acción de
sus personajes y las consecuencias que se derivan de éstas. Un
trabajo que se apoya en su historia como epicentro y demuestra que la
ciencia ficción no vive únicamente de efectos especiales vistosos,
sino del poder de la mente humana para crear y recrear todo tipo de
situaciones imaginables. Y este es el mayor logro de Coherence,
imponerse a muchas producciones costosas simplemente con ingenio y
saber hacer. La cámara en numerosas ocasiones casi es un personaje
más, siguiendo cautelosamente las acciones (dada las condiciones del
proyecto como hemos explicado, la cámara en mano es indiscutible)
pero sin marear ni atosigar, solo transportando al lugar.
Con
óperas primas como Coherence,
me es imposible concebir la visión catastrofista de algunos de que
en el cine actual no hay ideas. Lo que pasa es que simplemente hay
que saber buscarlas.
8/10
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