Cercanos a
Halloween, esta semana Mentes Criminales
emite un capítulo relacionado con la mítica fiesta estadounidense, que
curiosamente resulta tan divertida e importante de celebrar para los niños.
“Halloween
no tiene nada de divertido. Este festival sarcástico refleja una infernal
demanda de venganza por parte de los niños contra el mundo de los adultos”.
Esta frase inicial explica un poco el tema a tratar en este episodio, ese día
en el que los niños se disfrazan con tal de resarcirse de ese miedo que poseen
hacía la sociedad y a la vez mostrando en cierta medida ese vandalismo que
puede o no llegar a desarrollarse. ¡ALERTA SPOILER!
En este
capítulo, el perfil del asesino es de un hombre que no soporta los malos
comportamientos de los niños debido a que en su juventud su padre le pegaba y
lo encerraba en un baúl cuando realizaba alguna acción desobediente. De esta
forma nos ponemos en escena, día de halloween, un grupo de niños quedan durante
la noche a tirar huevos a varias casas y, de repente, llega el dueño de una de
ellas e intenta detenerlos. Éstos salen corriendo salvo uno de ellos, que se
queda rezagado, y el asesino lo secuestra.
El episodio
correctamente dirigido por Thomas Gibson (Aaron Hotchner en la serie) nos muestra
una enriquecida influencia en cuanto al modus operandi del asesino, que
secuestra a sus víctimas y las encierra en un agujero en el suelo, ocultándolo
con un coche situado encima. ¿Os recuerda esta escena a alguna película? Al
mismo instante de verlo, recuerda al soberbio film de Denis Villeneuve, Prisioneros, en la que Hugh Jackman
trata de encontrar a su hija y en la que el secuestrador utiliza el mismo
método para encerrarla.
La trama
avanza con la aparición de una misteriosa mujer, que se revela como la hermana
del supuesto sudes y que explica al equipo el carácter de su hermano y su
pasado. Esta llega a ser la pista necesaria para llegar a dar el perfil
completo y, junto con la ayuda de la madre del asesino, lograr encontrarlo. Al
igual que en la película del director canadiense, el asesino es hallado por la
UAC pero la víctima se encuentra en un lugar donde nadie sería capaz de buscar.
“Dale un
beso de buenas noches siempre a tus hijos, aunque ya estén dormidos”. Esta
frase nos viene a indicar lo fundamental que es el papel de las madres para los
niños, proporcionándolos el cariño sustancial que un padre, por extrañas
razones, no termina de facilitar. Así pues, la madre termina siendo la clave
para que el asesino descubra el paradero del niño secuestrado.
Al igual que el capítulo, espectacular artículo ;) NOTA: 10/10
ResponderEliminarme ha gustado mucho el capitulo
ResponderEliminartenia mucha intriga
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