Teenage Mutant Ninja Turtles
Año:
2014
Fecha de estreno:
17 de Octubre de 2014
Duración:
101 min
País:
Estados Unidos
Director:
Jonathan Liebesman
Reparto:
Megan Fox, Alan Ritchson, Jeremy Howard, Pete Ploszek, Noel Fisher, Will Arnett, Danny Woodburn, William Fichtner, Whoopi Goldberg
Distribuidora:
Paramount
En
conmemoración del 30º aniversario de la salida del primer cómic de
Teenage Mutant Ninja Turtles (en España conocidas como Las
Tortugas Ninja, a secas), y de la mano de Michael 'pirotecnia'
Bay como productor, llega un reboot de estas clásicas tortugas. Y la
primera pregunta que me planteo es ¿a quién va dirigida,
exactamente? Y es que yo creo que aquí, aparte de muchos otros, hay
un problema generacional.
El
cómic original sale en 1984. Después, en 1987, se estrena la
primera serie animada sobre ellas, la más famosa y que muchos
recordamos con nostalgia y cariño. A diferencia del cómic, aquí
las tortugas tienen un carácter más amable, acentuado por el
dibujo, comen pizza todo el rato y sueltan cosas como “cowabunga”,
surfean y demás cosas enrolladas, mientras patean el culo a Shredder
(El Triturador en España), adiestradas por Splinter y ayudadas por
April O'Neil, la reportera que jamás se quitaba su chaqueta amarilla
característica.
A
raíz de la fama de la serie, salieron las entrañables y cutres
pelis de los 90 con trajes de goma y demás que echaba en Nochevieja
y amenizaron la infancia de muchos.
Pero
luego toca el cambio generacional, llega en 2003 otra versión para
la serie de tv, más oscura y en teoría más fiel al cómic original
que la de 1987, con tortugas más cicladas, menos amistosas y algún
que otro detalle cambiante. Viajan al pasado y al futuro incluso,
conociendo a Cody Jones, descendiente de April O'Neil. Pero ya por
2006 o así, llega incluso una generación más: la Nikelodeon. Ahora
las tortugas se vuelven digitales, se vuelve más la mirada a la de
1987 que a la de 2003, pero da pena verlas, parecen un videojuego mal
hecho.
Y
ahora llega Jonathan Liebesman, director mediocre de mediocres
películas como En la oscuridad, La matanza de Texas: El
origen, The killing room, Invasión a la Tierra o
Ira de titanes; y nos trae Ninja turtles (para
qué traducirlo, que queda más molón, debieron pensar los de la
distribuidora...) que picotea un poco de todos lados y otro tanto que
se inventa para la ocasión. ¿El resultado? Un producto hueco y
carente de chispa pero que huele a billetes en merchandising y
secuelas que apesta.
Pongámonos
en situación. De pronto, ya no tenemos tortugas ninja, sino
mini-hulks llenos de esteroides con caparazón que dan yuyu.
Michaelangelo
se ha vuelto un rapero hostiable y Donatello lleva gafas (ya se sabe,
no hay “cerebrito” sin ellas, ¿no?). Leonardo y Raphael están
ahí pero sólo los diferencias por el color de la bandana. Splinter
aprende ninjitsu él solito de un libro que se encuentra en las
cloacas y Shredder ahora parece cyborg-Shredder por el traje que se
gasta (supongo que Bay tuvo que meter mano en esto...)
Estos
detalles hacen que ya estés alerta frente a lo que se viene, pero
bueno, son cosas que uno podría llegar a pasar por alto si al menos
le dan una película entretenida, tampoco se pide más. Pero siguen
los peros....
La
trama gira en torno a April O'Neil (Megan Fox), y las tortugas ninja
quedan muchas veces en un segundo plazo, bien para soltar el chiste
de turno o bien para dejar paso a la acción. Aquí la cosa empieza a
complicarse. Aparece en escena Whoopi Golgberg, un papel breve pero
aceptable, nos trae de nuevo a los 90. Peor luego aparece William
Fichtner y nos lo hacen pasar por amigo del padre de la protagonista
y, por tanto, amigo suyo. A ver... director de casting, ¿le ha
mirado a la cara? ¿Y su sexto sentido no le dice que tiene cara de
tío chungo? Pues cómo se le ocurre hacernos creer durante los
primeros compases que será bueno para que luego haya un “giro
sorpresa”??? NO CUELA!
Shredder
desaprovechadísimo. Un personaje que daría bastante juego aquí
reducido a villano sin carisma y luego reconvertido en cyborg chungo
sólo para deleite del diseñador de efectos especiales.
Una
vez llegados a este punto, me veo obligado a hacer un inciso.
-
Señor Liebesman y demás directores del panorama actual, DEJEN DE
HACER RALENTIS. Al principio tuvo su gracia la cosa, ahora ya no. Ya
no queda molón, estamos saturadísimos de ellos. Estamos hartos de
que nos censuren las peleas a tiempo real. Gracias. -
Continuemos.
Si
tener personajes tanto protagonistas como antagonistas chapuceros no
ayuda a la historia, que la propia historia tenga enormes agujeros
mucho menos.
Ya
he comentado el enorme talento de Splinter aprendiendo él solito
ninjitsu, pero si nos quejamos del Ministerio de Sanidad español por
su falta de organización, el laboratorio de Sacks debe haberse
inspirado en nuestras instalaciones. Seguridad 0, se ponen a pegar
tiros entre productos químicos y seguramente inflamables... Y así
otras tantas cosas.
Pero
bueno, aún nos quedan los momentos de acción. ¿Son buenos? En
absoluto. Muchas veces cuesta ver lo que está pasando, y otras es
tal la flipada que ocurre que desearías que no se siguieran
viendo... Que me expliquen, por ejemplo, de qué material está hecho
el bō
de Donatello, que es irrompible pero a la vez flexible. Y bueno, que
nos expliquen también el material del caparazón de las tortugas, a
prueba de balas... En fin.
¿Lo
mejor? Que a veces no se toma tan en serio y cuando tira por el
humor, a veces, tiene cierta comicidad que ayuda a restar seriedad al
asunto y la hace algo más llevadera. Pero luego están las otras
veces... las del drama que intentan hacer el producto serio y claman
a una emoción inexistente.
En
general estamos hablando de un producto más que una película,
diseñada para funcionar bien en taquilla y en los productos que se
derivarán en ella que dejarán buena renta. Sólo me atrevería a
recomendarla, y con la boca chica, al público adolescente y menos
exigente, que todos estos puntos en contra se la traigan al pairo y
quizás encuentren algo medianamente entretenido. Pero desde luego yo
elegiría algo más consistente y con mayor chispa para pasar mi
tiempo.
Algún
que otro director debería enfocar su mirada hacia Josh Whedon, James
Gunn y similares...
4/10
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