lunes, 13 de octubre de 2014

Ninja Turtles. Cowachunga!

Título original:
Teenage Mutant Ninja Turtles
Año:
2014
Fecha de estreno:
17 de Octubre de 2014
Duración:
101 min
País:
Estados Unidos
Director:
Jonathan Liebesman
Reparto:
Megan Fox, Alan Ritchson, Jeremy Howard, Pete Ploszek, Noel Fisher, Will Arnett, Danny Woodburn, William Fichtner, Whoopi Goldberg
Distribuidora:
Paramount


En conmemoración del 30º aniversario de la salida del primer cómic de Teenage Mutant Ninja Turtles (en España conocidas como Las Tortugas Ninja, a secas), y de la mano de Michael 'pirotecnia' Bay como productor, llega un reboot de estas clásicas tortugas. Y la primera pregunta que me planteo es ¿a quién va dirigida, exactamente? Y es que yo creo que aquí, aparte de muchos otros, hay un problema generacional.

El cómic original sale en 1984. Después, en 1987, se estrena la primera serie animada sobre ellas, la más famosa y que muchos recordamos con nostalgia y cariño. A diferencia del cómic, aquí las tortugas tienen un carácter más amable, acentuado por el dibujo, comen pizza todo el rato y sueltan cosas como “cowabunga”, surfean y demás cosas enrolladas, mientras patean el culo a Shredder (El Triturador en España), adiestradas por Splinter y ayudadas por April O'Neil, la reportera que jamás se quitaba su chaqueta amarilla característica.
A raíz de la fama de la serie, salieron las entrañables y cutres pelis de los 90 con trajes de goma y demás que echaba en Nochevieja y amenizaron la infancia de muchos.
Pero luego toca el cambio generacional, llega en 2003 otra versión para la serie de tv, más oscura y en teoría más fiel al cómic original que la de 1987, con tortugas más cicladas, menos amistosas y algún que otro detalle cambiante. Viajan al pasado y al futuro incluso, conociendo a Cody Jones, descendiente de April O'Neil. Pero ya por 2006 o así, llega incluso una generación más: la Nikelodeon. Ahora las tortugas se vuelven digitales, se vuelve más la mirada a la de 1987 que a la de 2003, pero da pena verlas, parecen un videojuego mal hecho.
Y ahora llega Jonathan Liebesman, director mediocre de mediocres películas como En la oscuridad, La matanza de Texas: El origen, The killing room, Invasión a la Tierra o Ira de titanes; y nos trae Ninja turtles (para qué traducirlo, que queda más molón, debieron pensar los de la distribuidora...) que picotea un poco de todos lados y otro tanto que se inventa para la ocasión. ¿El resultado? Un producto hueco y carente de chispa pero que huele a billetes en merchandising y secuelas que apesta.


Pongámonos en situación. De pronto, ya no tenemos tortugas ninja, sino mini-hulks llenos de esteroides con caparazón que dan yuyu. Michaelangelo se ha vuelto un rapero hostiable y Donatello lleva gafas (ya se sabe, no hay “cerebrito” sin ellas, ¿no?). Leonardo y Raphael están ahí pero sólo los diferencias por el color de la bandana. Splinter aprende ninjitsu él solito de un libro que se encuentra en las cloacas y Shredder ahora parece cyborg-Shredder por el traje que se gasta (supongo que Bay tuvo que meter mano en esto...)
Estos detalles hacen que ya estés alerta frente a lo que se viene, pero bueno, son cosas que uno podría llegar a pasar por alto si al menos le dan una película entretenida, tampoco se pide más. Pero siguen los peros....

La trama gira en torno a April O'Neil (Megan Fox), y las tortugas ninja quedan muchas veces en un segundo plazo, bien para soltar el chiste de turno o bien para dejar paso a la acción. Aquí la cosa empieza a complicarse. Aparece en escena Whoopi Golgberg, un papel breve pero aceptable, nos trae de nuevo a los 90. Peor luego aparece William Fichtner y nos lo hacen pasar por amigo del padre de la protagonista y, por tanto, amigo suyo. A ver... director de casting, ¿le ha mirado a la cara? ¿Y su sexto sentido no le dice que tiene cara de tío chungo? Pues cómo se le ocurre hacernos creer durante los primeros compases que será bueno para que luego haya un “giro sorpresa”??? NO CUELA!
Shredder desaprovechadísimo. Un personaje que daría bastante juego aquí reducido a villano sin carisma y luego reconvertido en cyborg chungo sólo para deleite del diseñador de efectos especiales.


Una vez llegados a este punto, me veo obligado a hacer un inciso.
- Señor Liebesman y demás directores del panorama actual, DEJEN DE HACER RALENTIS. Al principio tuvo su gracia la cosa, ahora ya no. Ya no queda molón, estamos saturadísimos de ellos. Estamos hartos de que nos censuren las peleas a tiempo real. Gracias. -
Continuemos.

Si tener personajes tanto protagonistas como antagonistas chapuceros no ayuda a la historia, que la propia historia tenga enormes agujeros mucho menos.
Ya he comentado el enorme talento de Splinter aprendiendo él solito ninjitsu, pero si nos quejamos del Ministerio de Sanidad español por su falta de organización, el laboratorio de Sacks debe haberse inspirado en nuestras instalaciones. Seguridad 0, se ponen a pegar tiros entre productos químicos y seguramente inflamables... Y así otras tantas cosas.
Pero bueno, aún nos quedan los momentos de acción. ¿Son buenos? En absoluto. Muchas veces cuesta ver lo que está pasando, y otras es tal la flipada que ocurre que desearías que no se siguieran viendo... Que me expliquen, por ejemplo, de qué material está hecho el bō de Donatello, que es irrompible pero a la vez flexible. Y bueno, que nos expliquen también el material del caparazón de las tortugas, a prueba de balas... En fin.


¿Lo mejor? Que a veces no se toma tan en serio y cuando tira por el humor, a veces, tiene cierta comicidad que ayuda a restar seriedad al asunto y la hace algo más llevadera. Pero luego están las otras veces... las del drama que intentan hacer el producto serio y claman a una emoción inexistente.
En general estamos hablando de un producto más que una película, diseñada para funcionar bien en taquilla y en los productos que se derivarán en ella que dejarán buena renta. Sólo me atrevería a recomendarla, y con la boca chica, al público adolescente y menos exigente, que todos estos puntos en contra se la traigan al pairo y quizás encuentren algo medianamente entretenido. Pero desde luego yo elegiría algo más consistente y con mayor chispa para pasar mi tiempo.
Algún que otro director debería enfocar su mirada hacia Josh Whedon, James Gunn y similares...

4/10

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