Cuando comienza un año nuevo es inevitable echar la mirada atrás y recordar todo lo bueno (y lo malo) que ha ocurrido. En cuestión de cine, no tengo de qué quejarme. He visto obras de arte, películas que han conseguido emocionarme de manera inesperada al igual que he visto otras que están destinadas al más oscuro olvido.
Son pocos los años que me planteo qué ha sido para mi lo mejor del año en cuanto a películas, ya que las comparaciones son odiosas y me resulta bastante difícil intentar catalogar cuáles creo que han sido mejores que otras. Sin ser objetiva, ya que cualquier ranking personal se basa desde el punto más subjetivo de una persona, de “peor” a mejor, estas han sido mi 10 películas favoritas del 2015:
10. Ex Machina
Si alguna palabra pudiera definir para mi el debut como director de Alex Garland con Ex Machina sería hipnotizante. A lo mejor soy de las pocas personas que se cuestionan el poder de la tecnología y hasta que punto ésta puede dominar y controlar a la humanidad, por lo que la premisa de esta película me llamó muchisimo la atención desde el primer momento. Alicia Vikander, una gran desconocida para mi hasta ese momento, consiguió que me quedara completamente encantada con su actuación y hasta la fecha no ha sabido más que sorprenderme con cada uno de sus papeles. Oscar Isaac y Domhall Gleeson supieron también cómo apoderarse de otros dos personajes completamente fascinantes bajo un guión que, para mi gusto, no le faltó absolutamente de nada.
9. Me and Earl and the dying girl.
O como pudimos conocerla aquí: Yo, él y Raquel. Una de las grandes triunfadoras de la pasada edición del Festival de Sundance tenía todo lo que me gusta del cine: una buena historia, referencias cinéfilas, una estremecedora y bella banda sonora y un reparto que, a pesar de ser poco conocido, acabas completamente satisfecho por sus sobresalientes actuaciones.
De las pocas películas que me han dejado hecha un ovillo en la butaca al finalizar y con la sensación de necesitar varios minutos para procesar todo lo que había visto y, sobre todo, experimentado durante toda la proyección. Un buen ejemplo de cine independiente hecho con mimo y con pasión hacia el séptimo arte.
8. Song of the sea
Lejos de buscar las innovaciones tecnológicas para crear un buen cine de animación, Song of the sea utiliza la animación tradicional casi de manera más efectiva que las últimas películas de animación que he visto (salvo una que comentaré mas adelante). Si te gusta la temática Celta y todo lo que envuelve la cultura Irlandesa, esta preciosa historia sobre los mitos y la familia es incapaz de dejarte indiferente. Era muy difícil que ganara el Oscar a Mejor Película de Animación en la pasada edición al estar nominada con las grandes favoritas como eran Big Hero 6 o Cómo entrenar a tu dragón 2, pero aún así fue un descubrimiento grato y la oportunidad de disfrutarla en versión original fue toda una experiencia.
7. Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)
A partir de aquí se vuelve mucho más complicado catalogar las películas, ya que para mi todas las que siguen tienen un merecido sobresaliente en mi lista personal. Iñárritu me sorprendió hasta límites extremos con Birdman o como me gusta llamarla “Michael Keaton resurgiendo de las cenizas cual fénix”. ¿Qué había sido de este hombre? ¿Por qué se le había olvidado? Su interpretación roza casi la perfección, a pesar de la expresividad siniestra en muchas de sus escenas. La otra mitad del mérito, a mi parecer, es la nuevamente excelente labor de Emmanuel Lubezki como Director de Fotografía. Un trabajo a base de plano secuencia que sorprende con la gran planificación que tuvo que tener para conseguir tal resultado.
6. Pride
Y es que el orgullo se puede manifestar de cualquier forma y no tener una connotación negativa por ello. Esta película basada en hechos reales enamora y te hace tener un poquito más de fe en las personas. Dos minorías en una época bastante turbia para la sociedad inglesa: la comunidad LGBT+ y los sindicatos de los mineros, siendo los peones de una sociedad que ignoraba sus derechos, libertades y necesidades, acaban uniendo las fuerzas sin que sean sus diferencias lo que se interponga en su camino. Una lucha por un bien común, más allá de los prejuicios, que emociona y que crean en ti un sentimiento de lucha que no debe cesar cuando comienzan a aparecer los títulos de crédito.
5. Nightcrawler
Jake Gyllenhall siempre ha sido un actor que me ha gustado y del que pienso que ha sabido elegir muy bien los papeles que ha interpretado hasta llegar al punto en el que se encuentra actualmente. En Nightcrawler se convierte en un despiadado reportero, en la carroña de una profesión que siempre se encuentra en el límite entre la información honesta y objetiva y la información sensacionalista y morbosa, tan atrayente como peligrosa. Nos muestra una realidad, un negocio en ojos de una persona capaz de sobrepasar los propios límites de la moral por una exclusiva, que consigue estremecer y hasta incomodar al espectador.
4. Whiplash
Intensa, muy intensa. Tras varios visionados sigue doliéndote las manos como si fueras tu quien está sometido a esa brutal tensión y búsqueda de la perfección. Miles Teller daba un paso de gigante dentro de la industria cinematográfica mientras que J.K. Simmons, eterno actor de reparto, se ganaba por unanimidad la aprobación del mundo entero. Su terrorífica interpretación, representando la peor faceta de cualquier educador, impacta. La música, la otra gran protagonista de la película, se convierte en el ritmo del corazón del espectador que consigue ahogarse en la propia angustia del protagonista. Sin duda fue una sorpresa, ya que aún teniendo ganas de verla no esperaba mucho de ella.
3. White God
Reconozco que soy una consumista de la cultura norteamericana, que soy capaz de verme hasta la peor basura que es capaz de sacar Hollywood sin rechistar. Pocas veces salgo de ese mundillo y, para abarcar mucho más, de todo lo que sea en habla anglosajona. Aunque me queda mucho camino por recorrer, el cine europeo poco a poco está llamando mucho más mi atención, todo gracias a White God.
La ganadora del Un certain regard del Festival de Cannes comienza con una escena que, para mi, ha sido una de las más impactantes que he podido ver en mi vida. Una magnífica metáfora en la que los perros mestizos representan cada una de las etnias y minorías que han sido alguna sometidas por alguien “superior” y cuyas penurias se han visto reflejadas infinidad de veces en el cine, pero no desde este punto de vista. Angustia, agobia y mientras la veía sentía la necesidad de marcharme del cine, incapaz de seguir viendo tal brutalidad. Si los Beatles decían que vivir es fácil con los ojos cerrados, esta película te obliga a reflexionar sobre la crueldad del ser humano y de cómo es posible que los roles cambien en cuestión de segundos si alguien es lo suficientemente valiente para dar el primer paso.
2. Mad Max: Furia en la carretera
No se puede llegar casi al final de esta lista sin mencionar esta película. George Miller, el que también hizo en su día Happy Feet o Babe, el cerdito valiente, se presenta sin ser invitado con esta locura y nosotros la agradecemos con los brazos abiertos. Hablo desde la completa ignorancia en cuanto a esta saga, ya que no he visto ninguna de las protagonizadas por Mel Gibson y dudo que alguna vez lo haga, pero que él mismo decidiera retomar su obra antes de que nadie salvo él se hiciera con un remake cutre es digno de admirar. Imágenes impactantes, una banda sonora con un ritmo frenético digno de esta obra maestra sobre ruedas. Tom Hardy, a pesar del poco diálogo, consigue convencer con su interpretación física mientras que le deja todo el protagonismo a la heroína del 2015: Imperator Furiosa. Charlize Theron vuelve a demostrar la gran versatilidad que tiene como actriz, camaleónica como ella sola.
Pues si. La fábrica de sueños que es Disney me ha vuelto a robar el corazón a base de representar algo común que tenemos los seres humanos como son los sentimientos. Una película que he visto tantas veces he podido, ya sea en el cine o tras comprarme el dvd, y que siempre consigue sacarme un par de carcajadas como ser la culpable de un par de lágrimas traicioneras.
Una experiencia terapéutica y pedagógica camuflada entre humor, situaciones bastante realistas y giros en la trama que, aunque previsibles, rozan la perfección y es imposible encontrarle algún fallo. Hacía tiempo que las nuevas películas de Disney no conseguían alcanzar a las que considero mis favoritas, esas que de pequeña me fascinaron y que hoy en día sigo disfrutando como el primer día, pero Del Revés se ha colado ahí, abriendo una nueva etapa en la que la nostalgia comienza a ser algo vital en el día a día. Si no fuera así, no estaríamos haciendo un repaso a lo mejor del 2015.
Menciones especiales: Películas que, a pesar de haberme impactado casi de igual manera, por ciertos motivos que a lo mejor en unos días ni me acordaré y pensaré en qué momento no se me ocurrió ponerla en la lista, no han conseguido tener un sitio privilegiado:
Star Wars: El despertar de la fuerza. En realidad, la película de J.J. Abrams habría sido la número 1 de mi lista. En realidad lo es, ya que la considero la mejor película del 2015. Pero siendo objetiva, a pesar de ser perfecta, es mi lado fan absoluto la que estaría hablando, por lo que muy a mi pesar he querido ser algo más objetiva con mis elecciones y no añadirla.
Otras menciones: Kingsman: Servicio Secreto, Straight Outta Compton, Maps to the stars, Victoria, Jurassic World, Puro Vicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario