Título original:
Deadpool
Año:
2016
Fecha de estreno:
19 de Febrero de 2016
Duración:
106 min
País:
Estados Unidos
Director:
Tim Miller
Reparto:
Ryan Reynolds, Morena Baccarin, Ed Skrein, Gina Carano, T.J. Miller, Brianna Hildebrand, Karan Soni, Leslie Uggams
Distribuidora:
Fox
Nadie confiaba en el
macarra de Deadpool, excepto Ryan Reynolds y ahora, como bien podría
decir el descarado personaje, les está restregando los huevos por la
cara a todos. Estrenada desde el 12 de febrero en Estados Unidos y en
algunos mercados europeos y asiáticos, la película está
pulverizando récords. Recordemos que estamos hablando de una
película con calificación R (la más alta y restrictiva de cuales
pueden conseguirse) por su violencia, sexo y lenguaje en la película,
algo inusitado para una película de superhéroes, lo que hizo que
Fox apostase bajo por ella (costó sólo 58 millones), ahora, en
apenas un fin de semana y poco más lleva ya 152 millones (sólo en
USA, 284 millones en todo el mundo) y subiendo, y aún está por
estrenarse en España y Japón, por ejemplo. Para hacer contraste
mencionar que, el año pasado, 50 sombras de Grey, también
con calificación R, consiguió la nada desdeñable cifra de 85
millones en su primer fin de semana. Pero la cosa no queda así, sino
que la película ya es el mejor estreno en un mes de febrero de todos
los tiempos, mejor estreno de una película con calificación R
(hasta entonces lo era Matrix Reloaded con 91,7 millones), mejor
estreno de un finde semana de enero a marzo, mejor estreno de la 20th
Century Fox y mejor estreno para un debutante (en este caso, el
director Tim Miller). Con estos datos, no es de extrañar que la
secuela ya esté más que confirmada y el futuro de Deadpool en
el universo cinematográfico de Marvel pinte muy longevo. Desde luego
abre una nueva ventana al últimamente saturado mercado de los
superhéroes en el cine.
Pero, curiosamente,
hablamos de un antihéroe (no superhéroe) de menor reputación, al
menos fuera de los no puestos en el mundo del cómic. No sabíamos
casi nada de él cuando, un inspiradísimo equipo de marteking, nos
empezó a vender de forma genial al personaje. No todos los días se
ve un cartel de la película con emoticonos (esto sirve para ir ensayando inglés, porque se recomienda encarecidamente la versión original subtitulada, para que los juegos de palabras no se pierdan) y,
además, sirve para ir sentando las bases de lo que podemos esperar
tanto del personaje como de la película. Hablamos, para que nos
entendamos, del que apodan “el mercenario bozacas” ('merc with a
mouth'), de sexualidad ambigua, que originalmente era de los malos en
los cómics y se aleja bastante de los valores morales que se
presuponen en un héroe. Además tiene un detalle muy interesante: es
propenso a romper lo que llaman la cuarta pared, es
decir, interactúa con el público, habla a la cámara y es
consciente de que está en una película. Y, por si algún padre aún
anda despistado y lee esto y lo de calificación R no lo ha acabado
de pillar... NO ES PELÍCULA PARA NIÑOS. Evítense luego
reclamaciones o similares. Tenemos sexo, tenemos gore y mucha mala
leche.
Entonces,
¿qué podemos esperar de Deadpool como película? Mucho humor
(negro), una comedia de acción, que en parte parodia al mundo de
superhéroes, en parte quiere darle un lavado de cara. Hay muchas
referencias, tanto a la cultura pop (esto sucedía también en los
cómics) como al mundo Marvel, por lo que muchos seguidores de estas
sagas quedarán bastante satisfechos. De hecho, mucho de estos son
los que han hecho posible la película, pues fue en una convención
de cómics de 2012 donde Ryan Reynolds y parte del equipo presentaban
una prueba de cámara de 3 minutos, con el fin de que alguna
productora se animase con la película. Algún fan lo grabó y lo
subió a youtube, haciéndose viral y consiguiendo la gran
expectación de mucha gente, contentos con esta nueva visión del
personaje y no aquel chasco que supuso su inclusión en X-Men
Orígenes: Lobezno. Esto fue el
empujón para que el estudio se pusiera en serio con ella. Y lo mejor
es que muchas de dichas escenas se han recreado de nuevo para la
película final, mostrando así gran parte de gratitud.
La
película, ya desde los créditos empieza a tomarse poco en serio,
riéndose de los estereotipos en este tipo de películas. Pero
tranquilos, cuando se requiere la acción, su presupuesto no deja al
descubierto ninguna carencia. Pero, eso sí, sin perder nunca de vista el
humor, su gran sello de identidad. Y, ojito, tenemos escena postcréditos.
Además,
para estupor de muchos, encontramos a Ryan Reynolds como pez en el
agua, que le sucede algo así como pasó con Hugh Jackman con
Lobezno. Ambos son uno, no puedes imaginar a otro en el papel. El
actor vive el personaje, rezuma ese cariño que le profesa y puede
estar orgulloso de su Deadpool al fin. Nunca he sido de reventar
chistes o gags de las películas, por eso no me gusta leer muchas
críticas de las películas antes del visionado y por eso yo suelo
contar más que lo justo cuando hablo de ellas. Sobre todo cuando
hablamos de comedias, saber de antemano gran parte de sus bazas puede
quitarle mucho encanto a ese primer visionado. Prefiero comentar que,
pese a la apariencia de tener una historia “de más de lo mismo con
traje distinto”, que en parte es así, la película (yo por ejemplo hubiera subido la apuesta y hubiera hecho una película más cínima y sarcástica aún, con tal material) tiene ese
carisma para dejar buen sabor de boca y ganar puntos en el recuerdo.
Sin dejar de pasar por una comedia romántica, una de venganza o una
de superheroes, o las tres mezcladas; sabe exprimir sus tres facetas
para, sin aportar muchas novedades, parecer más fresca que la
mayoría de las películas de su género. Ya hace tiempo que, con
Kick-Ass o Guardianes
de la galaxia, vemos que se
avecina el lado más jocoso y desenfadado del mundo enmascarado, todo
lo contrario al mundo DC y legado nolanista con Batman,
por ejemplo. Pero yo desde luego tengo claro la clave (o la menos
gran parte de ella) del éxito de Deadpool, de porqué funciona tan
bien. Y es tan sencillo como que su equipo, sus creadores y artífices
de la gran pantalla, la han parido con el mayor de los cariños y
respetos. No con ánimo de reventar taquilla (eso vino después),
sino con la convicción de que su personaje merecía la pena y
necesitaba
una película para reivindicarse. A ellos, enhorabuena, porque lo han
conseguido.
7,5/10
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