My French Film Festival. Cortometrajes Animados y sección Lost Generation

Seguimos con nuestra cobertura del My French Film Festival y abordamos la última tanda de cortos antes de empezar a revisar los largometrajes que se encuentran en competición. Hablamos de la siempre atractiva sección de Animación y de la sección Lost Generation, seis cortos que nos trajeron esos aires de calidad general que le habían faltado a Women’s Tales. Echa un ojo a lo que hay tras el salto, porque aquí hay varias cosas que no te puedes perder.

Dernier Port au Sud (La Última Puerta al Sur)

Mi periplo por la sección de animación comenzó con “Dernier Port au Sud”, un cuento gótico de imponente puesta en escena y una dirección de arte colosal que cuenta las desventuras de un niño siamés que toda su vida la vivió encerrado en su casa. El mundo para él no existe más allá de las puertas del caserón de su madre hasta que, por accidente, el mundo exterior se filtra provocando que la ficción del mundo a su alrededor se revele… o se ensanche.

El Mundo de Toto y Sebastian

Es difícil hablar de la cinta sin hacer spoiler del momento clave de inflexión de la trama, pero podemos decir que el guion tiene un giro a la mitad de la historia que, si bien se ve venir, se desprende naturalmente de la narración. Quizá lo que lastra la obra de Sacha Feiner, sea la búsqueda forzada de la tragedia, sobretodo en el trasnochado y sin sentido final que lleva innecesariamente a los protagonistas al punto límite entre la vida y la muerte; sin embargo no es una obra a menospreciar y se está convirtiendo en una de las favoritas del público.

Le Repas Dominical (Almuerzo Dominical)

¿Quién no ha sufrido a un pariente excéntrico, o a uno que es simplemente molesto, en esos clásicos almuerzos familiares de domingo? La mirada ácida de Devaux hacia las formalidades y ritos de familia, es la principal baza que presenta una de las grandes obras de la sección; un trabajo de animación tradicional con una dirección muy destacada.

Le Repas Dominical es una obra enfermiza, tanto como su narrador quien parece que finalmente sufre las consecuencias extremas de tanta repetición de este ritual. Mientras habla con su nerviosismo y sus cambios de tono, va dibujándose la versión alocada y casi siniestra de sus familiares, a la vez que con un excelente humor va repasando los vaivenes de las conversaciones banales en la mesa. Una mirada tan crítica y divertida como inteligente y rebosante de talento.

Llevando el peso de las relaciones familiares

H recherche F (H busca M)

Mi favorito de la sección animada es sin lugar a dudas el bellísimo cuento sobre la búsqueda del amor a través del arte de Marina Moshkova. Difícil no quedar prendado a la travesía que emprende este pintor cuando se da cuenta que algo le falta a su vida, una inspiración, una musa, revelada a partir de un rostro que no es capaz de pintar naturalmente. ¿Y donde buscaría un pintor como este a la mujer de sus sueños sino en famosos cuadros de mujeres a lo largo de la historia? Por supuesto que las mujeres que pintaba Picasso o las de Dalí no parecen un gran partido cuando lo que uno quiere es una cita con la chica en cuestión, pero es la parte divertida del cortometraje que nos lleva de paseo por grandes obras pictóricas sin éxito para nuestro protagonista. Afortunadamente para este chico que parece enfrascarse en su amor a la pintura, no será de allí de donde venga lo que tanto añora.

Moshkova nos regala una preciosa historia y una obra destacadísima que se revela como el mejor corto del festival.

Un fresco de la soledad

Toutes des connes (Son todas unas putas)

Saliendo de la animación y pasando por la sección Lost Generation, nos encontramos con lo más flojo de esta tanda de visionados en este cortometraje sin demasiada chicha que nos presenta Francois Jaros. En 5 minutos el director nos entrega una trama que no se narra tradicionalmente, sino que está contada a partir de 95 escenas fugaces a modo de diapositivas en movimiento que siguen la vida del protagonista tras el fin de su relación. El cortometraje intenta ser divertido y diferente, pero se queda a medias, resultando bastante mediocre, aunque apreciable en algunos tramos.

La vida es bella

Errance (El trotamundos)

La pequeña obra de Peter Dorountzis nos presenta a un interesante y enigmático personaje interpretado por Paul Hamy. Djé parece estar sólo en el mundo y su vida al parecer es un constante deambular por las calles de París. Es un sociópata que estudia el comportamiento humano, experimenta con la gente en las calles, de vez en cuando supera el aburrimiento creando relaciones calculadas, otras veces simplemente se dedica a causar situaciones para ver cómo reaccionan sus chivos expiatorios. Todo ello no parece tener un fin particular, es simplemente la vida de un hombre solitario cuyo pasado desconocemos.

Las calles de París como caldo de cultivo

Y ahí está la baza de este corto, el manejo de la tensión y de la naturalidad de las situaciones. Nuestro protagonista pone a prueba a sus víctimas pero también  a nosotros, a los rituales de convivencia. Y además el director filma grandes escenas en los escasos 21 min de cinta.

Essaie de mourir jeune (Intenta morir joven)

Es imposible hablar debidamente de este corto sin spoilear el momento clave de su historia. Por lo que el comentario del mejor cortometraje de la sección Lost Generation se quedará un poco descafeinado. Dos amigos salen por la noche celebrando el cumpleaños del más joven, pero todo está destinado a salir mal, pues uno de ellos, además de problemático parece tener la especial habilidad de arruinar todo buen momento. Así, nuestro protagonista vivirá un mal cumpleaños, en la medida que se van descubriendo los detalles de la relación de los dos hombres que son bastante inesperados.

La obra de Morgan Simon construye en los dos personajes protagonistas  una trama sólida y natural, acerca de los temores a crecer y las consecuencias de ello. La tensión entre los dos, así como el exquisito y sutil trabajo del guion son las principales armas de un corto maravilloso que está destinado a impactar a quien se atreva con él. Seguramente sea la recomendación que les hago más encarecidamente.

El secreto mejor guardado