Mucho estábamos tardando en hacer balance de lo mejor de 2015. Como siempre ocurre con las listas, el resultado es algo muy personal y hoy, por hoy, estas serían mis diez elegidas para coronarse como lo mejor del año pasado. Tengo muy claras mis dos elecciones inalterables. Las dos que presiden el top (y en ese orden) han llegado a emocionarme en múltiples aspectos, más allá de su componente humano. El resto hasta completar la decena son grandes películas de las cuales explico el por qué de su inclusión aunque me duela dejarme en el tintero a la dupla Baumbach-Gerwig de Mistress America, el glorioso final de la serie de Los Juegos del Hambre, el duelo interpretativo Stewart-Binoche de Viaje a Sils Maria, la epopeya narrativa animada La canción del mar o la acojonante lectura de la contundente Nightcrawler. Como digo, quizá mañana alguna de estas se colaría en el top en detrimento de las que ahora mismo hay. Pero, hay que armar una lista y aquí van.
10. Una chica vuelve a casa sola de noche
A estas alturas, ya estamos bastante acostumbrados a las odiosas comparaciones de esta obra americano-iraní con el cine del esteta Jim Jarmusch. Fabricada con la delicada mano de un artesano, el debut en el largo de Ana Lily Amirpour combina (sub)géneros con elementos del cine menos mainstream. La historia de amor subrepticia con una vampira en monopatín abrazada por una inmaculada fotografía en blanco y negro y un parsimonioso uso del tempo narrativo, convierten a Una chica vuelve a casa sola de noche en una película enigmática, penetrante, de esas que va ganando por el recuerdo gracias a su estética y a la peculiar forma de contar una historia de vampiros, más allá de chupasangres feroces. Muy en el rollo de Jarmusch, vaya.
9. Ex Machina
De tapadillo llegó a las carteleras españolas el debut como realizador de Alex Garland. Ex Machina esconde una brutal razonamiento sobre el uso de la inteligencia artificial. Y está rodada con mimo hacia el género de la ciencia ficción, primando la reflexión sobre la pirotecnia. Un -prácticamente- solo escenario, tres actores -magnífica y magnética la emergente Alicia Vikander- y mucha ambición por hacer pensar al público. Garland ha logrado el reconocimiento con su guión al haber obtenido la nominación al mejor guión original en los Óscars de este año.
8. Mad Max: Furia en la carretera
Y George Miller aparcó a los pingüinos bailarines para, 30 años después, retomar su saga estandarte. Mad Max: Furia en la carretera , una de las favoritas en los premios de la Academia de este año, se presenta como una obra de espíritu B, como sus antecesoras. Miller ha hecho de la experiencia un grado y este Mad Max ha evolucionado hacia una especie de western punk embriagado de una frenética adrenalina, sin descanso para el espectador, que sale extasiado del visionado. Pese a que esto último pudiera parecer un gran pero, el australiano cuida los elementos para no perderte ni en la trama ni en el aspecto visual. Además, esconde guiños a la trilogía original y nos regala el papel de una heroína "furiosa", una Charlize Theron que le roba el protagonismo -si es que realmente lo tuvo en esta película- al Max de Tom Hardy.
7. La novia
"Hipnótica,
poética, metafórica, preciosista, cálida, de extraña belleza
lírica." Así definí el trabajo de Paula Ortiz en su reinterpretación de la obra Bodas de sangre de Federico García Lorca. La realizadora ha sabido impregnar su película de una grandiosa personalidad, sacando provecho y un inusitado esplendor a los exteriores y al texto del granadino. Una tragedia metafórica, unos actores soberbios, una música seductora... No sólo de su esmerada composición y fotografía vive La novia de Paula Ortiz.
6. A cambio de nada
Daniel Guzmán, rostro popular de la pequeña pantalla, da el salto al largometraje tras su premiado cortometraje Sueños. Doce años han pasado desde aquel cortometraje que nos mostraba la vida de dos adolescentes desorientados en un barrio del extrarradio. Para su ópera prima, Guzmán recupera la esencia del corto y nos cuenta la vida e intensa amistad de dos jóvenes de un estrato social medio-bajo cuya filosofía de vida es la supervivencia y la felicidad de las pequeñas cosas. Guzmán mezcla delincuencia, realismo social y una realización cercana, descriptiva y plagada de autenticidad. Un drama orquestado con ternura con la inevitable reminiscencia a ese neorrealismo italiano de los De Sica y compañía.
5. El viaje de Arlo
Hablar de un Disney menor, teniendo en cuenta la ambición del estudio, quizá sea pecar de ingenuidad. El viaje de Arlo peca de tener una historia muy convencional, de superación y amistad (además, en muchos aspectos se asemeja a El rey león). Un guión flojito, digamos, pero efectivo. El apabullante uso de la animación, de la iluminación y de la creación de personajes tan vívidos se une a la emocionante odisea de un pequeño dinosaurio y su mascota-amigo humano. Con esa sensibilidad para trazar la aventura y crecimiento espiritual y la calidez (y calidad) de la animación, este trabajo de Peter Sohn, me cautivó.
4. Pride
Las feel-good movies siempre han sido una debilidad particular. Pride se asienta en el mismo camino que otras producciones británicas tipo Billy Elliot o Full Monty: comedias que esconden una gran carga dramática. Basada en los hechos reales sobre unos homosexuales que buscaron visibilidad apoyando a otro colectivo menor (los mineros en paro), Pride mantiene un tono ligero y bienintencionado, narrando las dificultades que entraña(ba) su orientación sexual. Aunque haya momentos para la reflexión, el film de Matthew Warchus será recordado más por su ambiente festivo. Y el pedazo baile de Dominic West.
3. It Follows
Como amante del cine de "terror", me alegra poder colar más de una película de género en la lista. It Follows sorprendía a todos por su manejo del mal rollo creciente. El punto de partida, un tanto bizarro, es el de un espíritu acosador que se transmite mediante relaciones sexuales. Durante la película, nuestra protagonista, Maika Monroe, siente una presencia acechante. Y ese elemento invisible pero omnipresente, llega hasta un espectador capaz de sentir la tensión y el miedo gracias a los planos abiertos que tan inteligentemente sugieren un terror incontrolable.
2. Del revés
Pixar crece conceptualmente con cada película que realiza. Toy Story 3 quizá siga siendo la cumbre del estudio -por su evolución en la trilogía, sus moralejas y su cuidado trazo- pero con Del Revés han ambicionado adentrarse en el terreno de los sentimientos, del pensamiento y de la forma de ser de una persona. Con literalidad. Porque Del revés, amén de sus cualidades inherentes en la animación -algo evidente, viniendo de Pixar-, explora cómo se forja la personalidad de una pre-adolescente logrando momentos emotivos, divertidos y sufridos. Todo un vaivén de emociones ante el que sucumbir.
1. Yo, él y Raquel
Corona el top la joya indie del año. En España no funcionó, quizá por su atrevimiento en la puesta en escena, en sus composiciones imposibles -si has visto el trabajo de Rejón en American Horror Story, lo entenderás- o quizá porque la adolescencia americana nos importa un mojón. Cuando me tocó escribir la crítica para el blog, hace casi medio año empecé así: "Cuando una película
consigue hacerte reír a carcajadas y emocionarte hasta la lágrima.
Cuando sientes reales los personajes de una película y te conmueven
sus historias. Cuando la banda sonora se repite una y otra vez en tu
cabeza. Cuando los planos y movimientos de cámara te transmiten
sentimientos. Cuando unos diálogos logran ser ingeniosos, divertidos
y tristes sin resultar impostados. Cuando sabes que la volverías a
ver mil veces y no perdería un ápice de frescura ni de calado
emocional. Cuando todo eso ocurre, sabes que estás ante una de las
elegidas. Una película que pasa de manera inmediata a tu lista de
favoritas, de imprescindibles.". Y después de tanto tiempo sigo pensando igual. Yo, él y Raquel es de esas cuya esencia se adhiere a ti, por lo que cuenta más que por cómo lo cuenta. Y aquí ya entramos en un plano muy personal, cuasi indescriptible. Adoro a los personajes como Greg. Marginados y, sin embargo, positivos.
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