Seleccionada por Cannes
para su sección Un Certain Regard y
presentada en el Festival de Cine Italiano de Madrid bajo el amparo
del Premio Lux del parlamento europeo, donde es una de las tres
películas a certamen junto a Alabama
Monroe y The
Selfish Giant.
Miele
supone el debut en la dirección de la actriz internacional Valeria
Golino, y para ello se ha basado en la novela 'Vi perdono' de Mauro
Covacich (escrita bajo el pseudónimo de Angela del Fabbro y después
recopilado en el libro 'A nome tuo', ya firmado con su propio nombre)
.
Miele,
que es el pseudónimo que usa Irene en su “trabajo”, donde se
dedica a asistir a personas con enfermedades terminales o
degenerativas para acabar con su dolor y darles una “muerte digna”.
Este
tema espinoso de la eutanasia se trata sin pudor alguno ni
intenciones moralizantes, aunque Golino no escapa en su realización
de querer presentar la historia en una vertiente artística demasiado
marcada, con unos planos más conseguidos que otros, pues muchos no
parecen responder a la narrativa sino más bien a un ejercicio
estilístico, lo en ocasiones lastra la narración. La banda sonora,
en general con temas indies que van de The Shins o Talking Heads a
temas de música clásica de Bach, es otro ejemplo de las intenciones
de la directora de querer ofrecer una propuesta que se desmarque de
lo convencional.
Jasmine
Trinca, vista en Casa de Tolerancia
y La habitación del hijo,
entre otras, se compromete con el papel aportando al papel de
Miele/Irene ese toque de “ángel de la muerte” tierno pero
ajusticiador a la vez, solitaria y perdida en busca la paz que lleva
por nombre (Irene proviene del griego Eirene
y significa “paz”). Su
historia da la sensación de que daba para mayor trasfondo (y la
película, en general) del expresado y en las apariciones junto a
Carlo Cecchi (que interpreta a Grimaldi, el otro personaje importante
de la trama) queda bastante eclipsada.
Así,
se presenta como un ejercicio interesante que se sigue con interés y
seduce visualmente en algunos tramos, pero que en general no alcanza
la suficiente madurez en el relato como para dejar cierta huella en
el espectador más allá del tema tratado. Su falta de fuerza acaba
jugando en su contra convirtiéndola en un sugerente debut pero sin
trascendencia como película propia, a la espera de que Valeria
Golino sepa depurar su interesante propuesta con una mejor definición
de personajes y una historia con más nervio.
6,5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario