Tras la gala de inauguración del
jueves, hemos asistido a la proyección del primer largo del VI
Festival de Cine Italiano de Madrid. La sensación después de ver La mia classe de Daniele Gaglianone ha sido bastante agria debido a que el resultado final de su película nos ha parecido una amalgama de ideas superpuestas unas sobre otras a modo de pastiche. Él mismo explicó tras la proyección que el guión era un esbozo a desarrollar durante la grabación.
La mia classe es un ejercicio de metacine fallido. La idea de Gaglianone era hacer una historia verídica, de pseudo-documental que mezclara la realidad con la ficción, sobre un grupo de estudiantes extranjeros que acuden diariamente a una clase de italiano. Pretendía mostrar el día a día de sus clases y sus relaciones con el profesor. Los alumnos son actores no profesionales, realmente son inmigrantes aprendiendo el idioma. El profesor, en cambio, es un actor real, Valerio Mastandrea. El objetivo de Gaglione era enfrentar la vida imaginada de un profesor con unos alumnos reales. Pero toda el peso de verosimilitud se encarga de romperlo cuando decide incluir el cómo se rodó. Porque nos muestra al equipo de rodaje dándole instrucciones a los estudiantes para que sepan cómo actuar ante cada escena. Porque sí había unas pautas detrás de lo mostrado y ese verismo se pierde.
Parecía que Gaglione no tenía muy claro cómo enfocar su película. Por eso,
cuando unas tres semanas antes de empezar el rodaje, a uno de sus
"actores" le caducó el permiso de residencia, decidió usarlo en su
película. Nos muestra con este hecho lo importante que sería para los alumnos que, aún careciendo de estancia legal en Italia, aprendieran el idioma, que fueran a las clases. Y con esto podría haber hecho una valiente denuncia a las leyes que obvian el derecho a vivir dignamente pero no, prefiere usarlo de manera impactante, dejando al final un regusto de moralina barata. Fallida película para comenzar el festival.
4/10
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