Los
amantes de las comedias rancias y olor a prefabricadas están de
enhorabuena (seguro que algún fan hay), pues llega a las carteleras
Somos
los Miller, de
Rawson Marshall Thurber (Cuestión
de pelotas).
Esta mezcla de road movie y comedia familiar aderezada con la
temática del tráfico de drogas, cuenta la historia de una familia
ficticia, los Miller, que en realidad es una tapadera del traficante
de marihuana David Clark (Jason Sudeikis) que contrata a una stripper
(Jennifer Aniston), una adolescente fugada de su casa (Emma Roberts)
y un panoli virgen (Will Poulter) para ir juntos en una caravana a
México y cumplir así el encargo de su jefe sin problemas. Pero
evidentemente habrá unos cuantos de éstos...
La
sinopsis, sin ser lo más original visto, podría tener su cierta
gracia, siempre y cuando el enfoque del director y los guionistas no
hubiera sido el de siempre, el de “todo lo que te imagines que
puede pasar, pasará”. Y es que saberte la película antes de
entrar es ya bastante desmotivante.
Si
encima a esto se le suma que la película tira por la vertiente de
chistes de pollas, tetas y sexo... (cosa que, por otro lado, era de
esperar), la cosa va oliendo ya mal.
Una
ristra de chistes rancios, personajes a cada cual más caricaturesco
(mención de honor para el de Brad Gurdlinger... sin palabras),
situaciones forzadísimas y bastante inverosímiles... todo en busca
de la risa fácil, y tienes que haber visto muy poco cine o ser de
risa floja para que te haga gracia. A mí particularmente tan sólo
un gag me hizo medianamente gracia. Y no sé qué es lo peor, si que
los chistes no hagan gracia o que a veces puedan resultar
ofensivos...
Cada
vez va siendo más urgente la necesidad de poner un anuncio de “Se
buscan urgentemente guionistas para comedias americanas”, porque
aquí evidentemente no los hubo. Ahh, un momento, ¡¡que hay cuatro,
nada más y nada menos!!
Me
imagino a los susodichos con cervezas en la mano y canutos en la boca
contándose chistes en una tarde-noche de juerga y anotando las
“genialidades” en una servilleta para posteriormente utilizarlas
en la película.
Eso
sí, en un alarde de genialidad, remataron la película con un final
digno de la brillante mente del mejor de los simios que trabaja para
el señor Burns de los Simpsons. Chapeau.
A
su favor, diremos que las hay más rancias y estúpidas. Nunca hay
que subestimar a la competencia. Realmente pesada no se llega a
hacer, simplemente entre lo uno y mil veces visto y el bombardeo de
situaciones bobaliconas hace que te replantees si no podrías haber
invertido tu tiempo de mejor manera.
Hablando
en líneas generales de su reparto, no podemos obviar comentar unas
palabras sobre Jennifer Aniston, encasillada en este tipo de papeles
y comedias.
La
que debutara en aquella casposa genialidad como Leprechaun
(1993) y
consiguiera su fama gracias al papel de Rachel en
la
famosa serie de
Friends (al
cual hay dedicada una broma en los créditos finales), a día de hoy
su carrera filmográfica vive de papeles cliché en comedias de
chiste fácil y de dudosa gracia. En Somos
los Miller,
hace de stripper sexy y, sin querer ser muy malos, a sus 44 años y
pese a que los lleva bastante bien, diremos que ya no cumple mucho el
canon para este tipo de papeles... Hasta Rawson Marshall Thurber
parece consciente de este hecho y tira sobre todo de planos generales
y evita los cortos en las escenas de bailes sensuales.
El
resto del reparto, Jason Sudeikis (el cual ya había coincidido
brevemente con Aniston en Cómo
acabar con tu jefe),
Emma Roberts (Scream
4 y
la esperada tercera temporada de American
Horror Story)
y Will Poulter (El hijo de Rambow) cumplen su cometido de personaje
arquetipo, con poco personal que poder aportar a sus personajes.
Un
cameo de Luis Guzmán (un clásico de los personajes secundarios) y
la sobreactuada interpretación de Ed Helms (trilogía Resacón
en las Vegas)
aportan los momentos más bochornosos de la película.
En
definitiva, nos encontramos ante la típica película rellena
carteleras que, si no le exiges nada e, importante, no te gastas
dinero en ella (que pague el acompañante, te sentirás mejor al
salir de la sala) a lo mejor puedes pasar el rato. Entretenido o no
ya depende de la compañía, tu tipo de humor y lo rápido que te
acabes las palomitas. Destinada en el futuro para poner de fondo en
la TV una noche para desconectar después de un día de curro.
3/10
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