La
recientemente galardonada con la espiga de oro en la pasada edición
de la Seminci, la última película del consagrado director Yôji
Yamada tiene, además, muchos otros alicientes que hacen de su
propuesta de obligada visión. Presentada en el 63ª Festival de cine
de Berlín junto a la remasterización digital de Cuentos de Tokio
de Yasujiro Ozu, Una
familia de Tokio supone un bello
homenaje del aprendiz a su mentor, con doble celebración detrás: la
del 60º aniversario de Cuentos de Tokio y
la de 50 años de carrera de Yôji Yamada. Y es que la carrera de Ozu
y Yamada ha estado muy ligada, pues ambos coincidieron en los
legendarios estudios Shochiku,
donde Yamada puedo aprender de primera mano el arte de contar
historias del maestro Ozu.
Ahora,
el aprendiz hecho ya maestro, presenta Una
familia de Tokio
como sólo él podría haberla hecho, con sumo respeto a la original
pero aportando a su vez su sello y la visión moderna de un Tokio que
ya poco se asemeja al de hace 60 años. En cambio, el mensaje
universal que nos dejó Ozu sigue intacto, lo que hace de la película
de Yamada un ejemplo a seguir a la hora de hacer remakes.
Yamada
es un director prolífico, con 81 películas a sus espaldas, que se
dio a conocer en Japón con la saga Tora-san,
una de las series más longevas del mundo. El reconocimiento
internacional le llegó a través de su “trilogía del samurái”
formada por El Ocaso del Samurái,
The Hidden Blade
y Love & Honor;
las cuales le supusieron participar en varios festivales como Berlín
y hasta una nominación a los Oscar. Tras Kabei:
nuestra madre y
About her brother se
le concedió la Berlinale Kamera por reconocimiento a su carrera.
Este año también presentó su trabajo en Berlín, un festival que
tiene especial cariño por Yamada.
Una
familia de Tokio
sigue el mismo argumento que Cuentos
de Tokio,
narrando el viaje de una pareja de ancianos que van a visitar a sus
hijos a la capital, pero que éstos, con el estrés de la vida en
Tokio, apenas pueden estar con sus padres. Muchas de las situaciones y diálogos son muy similares a la obra de Ozu, aunque tiene algunos matices que más tarde comentaremos.
Esta
sencilla historia encierra detrás todo un estudio de la familia y,
por extensión, de la vida, a través de detalles cotidianos y sin
apelar a discursos de ningún tipo. Una visión a través de tres
generaciones (niños, padres y ancianos) y cómo la vida moderna les
afecta a cada uno (la falta de tiempo, las motivaciones, el egoísmo,
la vejez...)
Pese
a ser un homenaje, Una familia de Tokio cuenta con ciertos cambios
con respecto a Cuentos de Tokio
que
hacen que su mensaje sea atractivo pese a haber visto ya el film de
Ozu, sobre todo en referente al personaje de Noriko, que en clásico
de Yasujiro era una viuda y aquí es la novia del menor de los hijos,
desconocida por todos. La relación entre Noriko y la anciana Tomiko
cobra mayor fuerza y emotividad. De hecho, los ancianos Isao
Hashizume y Kazuko Yoshiyuki no tienen nada que envidiar a Chishu Ryu
y Chiyeko Higashiyama, creando unos personajes entrañables. Yamada
por su parte crea situaciones cómicas que hacen más llevadero el
ritmo, que aunque sea pausado nunca se hace lento gracias a su
estructuras y sobre todo a sus personajes con los que empatizamos
rápidamente, especialmente con Shoji, el pequeño de los tres
hermanos.
La
gran maestría técnica de Yamada hace que la cámara capture la
esencia de las emociones sin interponerse a la historia que cuenta,
de forma que apreciemos la majestuosa dirección sin ser conscientes
que hay alguien detrás grabando todo, dando vida propia al relato.
El
mejor calificativo que se me ocurre para la película es
profundamente humana. Humana
desde el amor del que fue aprendiz a su gran maestro. Humana para
homenajear sin caer en la simple copia, aportando vida propia. Humana
por relatar la vida con viveza, con detalles y sin discursos
moralizadores. Humana por usar la técnica al servicio de la historia
y no como recreación de su talento. Humana porque todo ser humano
debería verla.
8,5/10
Has hecho una gran crítica de la película, según resaltas en ella lleva un gran mensaje de humanidad con lo cual debería verla todo ser humano como bien indicas, sin embargo los cines no colaboran porque proyectan las más taquilleras, esta clase de películas las dejan de lado, aquí ya veremos en que cines se estrena, por lo pronto en los yelmo no.
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