viernes, 14 de noviembre de 2014

Diplomacia. ¿Salvamos París?

Título original:
Diplomatie
Año:
2014
Fecha de estreno:
14 de Noviembre de 2014
Duración:
84 min
País:
Francia, Alemania 
Director:
Volker Schlöndorff
Reparto:
André Dussollier, Niels Arestrup, Robert Stadlober, Paula Beer
Distribuidora:
A contracorriente films




El nazismo es uno de los temas por antonomasia que el cine ha retratado en multitud de ocasiones; ya que permite representar el lado más oscuro y perverso de la condición humana así como resaltar valores históricos y bélicos que tanto juego dan en el mundo audiovisual. Diplomacia no será desde luego el último ejemplo que recree los oscuros tiempos que sufrió Europa durante la Segunda Guerra Mundial, pero me llama poderosamente la atención el hecho de no haber visto antes una película que trate un suceso tan trascendental como el que nos ocupa ahora.

La película se pudo ver en el Festival de cine de Berlín y de Valladolid (donde ganó el premio al mejor director y al mejor actor) entre otros y desde el 14 de noviembre se podrá ver en las salas españolas.

El argumento nos lleva a la decisiva noche del 24 de agosto de 1944 en París, donde un general alemán tiene la orden directa de Hitler de bombardear toda la ciudad y en consecuencia a todos sus ciudadanos. La única salida a tal barbarie será la llegada de un diplomático sueco que intentará hacer entrar en razón al alemán y convencerle que, de llevar a cabo su macabro plan, pasará a la historia como uno de los hombres más odiados.


Lo curioso de esta historia es que todos conocemos el desenlace que sufre la ciudad, sabemos que París no acabará en escombros, al contrario que muchas de las ciudades europeas de la época, pero eso no importa realmente, solo queremos saber cuales fueron las herramientas que consiguieron que, a día de hoy, veamos París de la misma forma que hace 70 años. Y aquí entra en juego el arte de la palabra. Diplomacia es una película que se sustenta en milimetrados diálogos entre sus dos protagonistas, cada frase está dicha y pensada con una determinada intención y eso nos recuerda que dialogar y apelar al sentido común muchas veces es la mejor forma de solucionar los problemas.

Agradecí mucho que la película no entrara en el juego fácil de señalar al nazi como simplemente el villano de la función y al sueco como el héroe que Europa necesita, es decir, su director se muestra respetuoso y toma la inteligente decisión de mostrar los motivos que pueden llevar a alguien a querer tomar decisiones con consecuencias espantosas. Es importante recalcar bien esto, de hecho si no fuera por este motivo la película sería totalmente fallida.

En cuanto a sus protagonistas, cabe destacar el buen hacer de dos veteranos actores que sacan adelante a sus personajes con una facilidad que se nota que la experiencia les ha dado, mostrando varias capas de sus a priori diferentes personalidades.Es curioso que, aunque París sea una protagonista más dentro de la historia apenas la vemos porque la película está prácticamente construida y desarrollada en un único escenario, en este caso el despacho del general alemán.


En definitiva, Diplomacia es una carta de amor y admiración de Volker Schlöndorff a la ciudad del amor, una mirada honesta a uno de los rincones más mágicos (y cinematográficos) que existen y que afortunadamente todavía conservamos.

8/10

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