El quinto capítulo de la quinta temporada de The Walking Dead se nos presenta como un episodio centrado en el grupo que partió camino hacia Washington D.C. Abraham, Glenn, Maggie y compañía continúan su propósito de conducir a Eugene hasta la ciudad para que ayude con la cura. Sin embargo, en este capítulo descubriremos una noticia bomba que cambiará el transcurso de las cosas. ¿Quieres saber qué ha pasado? Sigue leyendo pero ¡¡alerta spoilers!!
Maggie y Glenn están convencidos de que Daryl y Carol regresaron y sus amigos se encuentran justo detrás de ellos siguiendo su camino. Eugene les confiesa que no sabe cuánto tiempo tardará en volver todo a la normalidad, son varios los objetivos que influyen, el mundo ya no es el que era y restablecer todo de nuevo puede llevar años.
Mientras mantienen una animada conversación sobre cabellos, Abraham pierde el control del autobús y sufren un accidente y el vehículo acaba volcando en la carretera. Varios zombies se acercan en busca de carne fresca, los pasajeros del bus, aunque algo magullados, parece que se encuentran en perfectas condiciones.
El primordial objetivo ahora es sacar a Eugene con vida del vehículo. Los caminantes son demasiados pero ya no les tienen miedo. El único que parece atemorizado es el científico, que todavía no está acostumbrado a la matanza. Tras cinco temporadas han mejorado mucho en agilidad y rapidez cargándose caminantes pero Eugene se queda paralizado mientras el resto liquida a la horda de zombis. Aunque finalmente logra reaccionar y clavar el cuchillo a uno de los caminantes.
Con el autobús en llamas está claro que no pueden volver a utilizarlo, por lo que emprenden camino a pie hasta lograr dar con otro vehículo. No pueden dar marcha atrás, el único objetivo es avanzar y bien claro lo deja Abraham que parece un tanto perturbado por el golpe, ¿o esconde algo más?
A modo de flashback, somos partícipes de cómo Abraham busca a una tal Ellen. Por primera vez descubrimos aspectos de su pasado y parece que tuvo una mujer y dos hijos. Pero estos le abandonaron y fueron hallados por él mismo muertos tras haber sido devoradas.
Llegan a una librería donde deciden pasar la noche y curar algunas de las heridas. En un momento de intimidad, Abraham le agradece a Glenn que haya decidido acompañarle, sin él ahora mismo estaría totalmente perdido. Han llegado a un punto en el que todos los vivos son fuertes y sólo queda trabajar juntos y hacerse todavía más fuertes y mejores.
Mientras Abraham y Rosita mantienen relaciones sexuales, Eugene les observa detrás de una estantería, parece que al científico le gusta eso de mirar a las parejas en sus momentos íntimos. Tara le sorprende pero Eugene le explica que sólo le gusta disfrutar de la figura femenina. A la joven no le importa, sólo quiere agradecerle que le haya salvado la vida. En un arranque de sinceridad, el científico le confiesa que el autobús falló por su culpa porque echó trozos de cristal en la manguera del combustible para que el vehículo no funcionara.
Eugene tiene miedo de quedarse solo, sabe que si le protegen es porque conoce la forma de salvar al mundo. Si no lo consigue, no vale para nada y le darán de lado. Tara le explica que eso no es así, son amigos y por eso seguirán cubriéndose las espaldas, la mejor opción es que no le diga nada a los demás, mantendrán el secreto.
Rosita y el resto intentan convencer a Abraham de que la librería es el lugar perfecto para establecer una base temporal que les permita recuperarse del accidente y reunir provisiones para poder seguir avanzando a pleno rendimiento. Pero no, no va a ser necesario porque, casualmente, tienen un camión de bomberos con agua.
El vehículo parece arrancar y funcionar, pero a los pocos metros queda parado. Sin darse cuenta, al mover el camión han desbloqueado una puerta por la que, poco a poco, comienzan a salir un montón de caminantes. Eugene coge la manguera y elimina en un momentín a todos los zombis. ¿Una acción sensata o desafortunada? Ha conseguido salvarles pero al mismo tiempo ha derrochado un agua muy valiosa.
Atraídos por un olor pestilente descubren que el camino está infectado por la mayor horda de caminantes jamás vista. Va a ser imposible atravesar esa ruta pero Abraham no está dispuesto a volver a retroceder y obliga a Eugene a acompañarle. El resto intenta pararle y de repente Eugene deja caer una noticia bomba: NO es científico.
Abraham no es capaz de contener su furia que se ve acrecentada por los recuerdos de su familia muerta a manos de caminantes. De este modo, desahoga su ira con Eugene que recibe diversos puñetazos hasta caer al suelo inconsciente. Los golpes han sido muy fuertes y al caer se ha golpeado la cabeza contra el suelo, ¿seguirá con vida?
Mientras tanto, Abraham se retira del grupo y totalmente desolado rememora el instante en que conoció a Eugene. Justo acababa de descubrir los cuerpos sin vida de su familia y el supuesto científico huía de tres caminantes que le perseguían. Abraham le salvó la vida y Eugene le reveló que tenía que ayudarle porque tenía una gran misión. Justo ahí fue el inicio de una gran mentira que se ha llevado a varias vidas por delante, todo por salvar a un farsante.
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