Título original:
La ignorancia de la sangre
Año:
2014
Fecha de estreno:
14 de Noviembre de 2014
Duración:
113 minutos
País:
España
Director:
Manuel Gómez Pereira
Reparto:
Juan Diego Botto, Paz Vega, Alberto San Juan, Cuca Escribano, Francesc Garrido, Pilar Mayo, Khaled Kouka, Ken Appledorn
Distribuidora:
Syldavia cinema
El argumento trata del inspector de policía Javier Falcón (Juan Diego Botto), que tendrá que resolver dos casos distintos a la vez. Por un lado tendrá que ayudar a un antiguo compañero (Alberto San Juan) que se infiltró dentro de un grupo del terrorismo islámico y, por otra parte, se enfrentará a la mafia rusa debido a un supuesto caso de secuestro de un niño. La decisión de dividir la trama en dos partes implica que estén bien diferenciadas, lo que supone un defecto de la película ya que se focaliza durante una gran parte del metraje la historia contra la mafia rusa, abarcando en menor medida lo que finalmente supondrá el tema principal de la misma. Si, además, el contraste drama – acción no existe, provoca que el ritmo del film sea muy lento y termine por aburrir al espectador. Estos dos aspectos configuran un importante déficit que, a pesar del giro final donde se interrelacionan las dos partes, resulta difícilmente de contrarrestar.
Un
thriller, concretamente un thriller policiaco, se caracteriza por estar
compuesto de las características de un film de drama y de acción. En este caso,
Manuel Gómez Pereira presenta una película que posee ciertos rasgos de un drama,
ese suspense o intriga que se produce durante la historia, pero que carece de
todos los aspectos relativos a la acción. Aun así, esta es la apuesta por la
que el director trata de sorprender, que tendrá unos giros interesantes que más
adelante comentaré. El film, basado en la novela de Robert Wilson, llegará a la
taquilla el viernes 14 de noviembre después de pasar por el Festival de Cine
Europeo de Sevilla.
El argumento trata del inspector de policía Javier Falcón (Juan Diego Botto), que tendrá que resolver dos casos distintos a la vez. Por un lado tendrá que ayudar a un antiguo compañero (Alberto San Juan) que se infiltró dentro de un grupo del terrorismo islámico y, por otra parte, se enfrentará a la mafia rusa debido a un supuesto caso de secuestro de un niño. La decisión de dividir la trama en dos partes implica que estén bien diferenciadas, lo que supone un defecto de la película ya que se focaliza durante una gran parte del metraje la historia contra la mafia rusa, abarcando en menor medida lo que finalmente supondrá el tema principal de la misma. Si, además, el contraste drama – acción no existe, provoca que el ritmo del film sea muy lento y termine por aburrir al espectador. Estos dos aspectos configuran un importante déficit que, a pesar del giro final donde se interrelacionan las dos partes, resulta difícilmente de contrarrestar.
El
tema de la mafia rusa que secuestra a un niño, precisamente al hijo de la
amante de Falcón (Paz Vega), genera una simplicidad fácilmente captable y
predecible en su continuación. A pesar de no convencer esta vertiente, el giro
final hacia el argumento islámico está aceptablemente realizado, aunque todo
indica a pensar que tendrá algo que ver.
En
cuanto a los actores existe otro problema que no termina de cuajar durante el
largometraje, que se trata del protagonista. El perfil que se plantea es de un
inspector inteligente y astuto pero realmente no se demuestra que por su
pericia avancen ninguna de las dos tramas, sino que avanzan por los sucesos que
se acometen. Pero lo más destacable es su falta de carisma, su falta de
esencia, quizás por encontrarse en una etapa de crecimiento en cuanto a sus
virtudes interpretativas. Por otra parte, resaltaría una mala definición de los
actores secundarios. Me explico, la policía ayudante de Javier (Cuca Escribano)
al principio todo parece indicar que será importante en la trama y, de repente,
pasa desapercibida. El resto de actores secundarios toman un papel adecuado,
pero entre ellos subrayaría el de Alberto San Juan, que interpreta a Yakob infiltrado
en un grupo terrorista islámico. Es el personaje que más intriga proporciona al
film y eleva el nivel de lo referente al argumento árabe.
La ignorancia de la sangre es una película que podría haber conseguido resultados más
destacados si se hubieran tomado mejores decisiones. Por tanto, el film no
termina de funcionar, pero queda la expectación de saber cuál habría sido el
resultado si la historia se hubiera centrado en un sólo tema y si se hubiera
fijado un adecuada mezcla de drama y acción.
6/10
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