Título original:
La French (The Connection)
Año:
2014
Fecha de estreno:
20 de Noviembre de 2015
Duración:
135 min
País:
Francia
Director:
Cédric Jimenez
Reparto:
Jean Dujardin, Gilles Lellouche, Céline Sallette, Benoît Magimel, Guillaume Gouix, Pauline Burlet, Eric Godon, Mélanie Doutey, Xavier Alcan, John Flanders
Distribuidora:
A Contracorriente
Los
amantes de los thrillers con mafiosos están de enhorabuena, porque
Cédric Jimenez (Aux
yeux de tous)
les rinde un buen homenaje con Conexión
Marsella.
Jean
Dujardin (The
Artist,
OSS
117)
y Gilles Lellouche (The
informant,
Cuenta
atrás)
se enfrentan cara a cara en los roles de Pierre Michel (apodado El
juez) y Gaëtan 'Tany' Zampa, respectivamente, personajes reales de
los años 70, en pleno apogeo del narcotráfico de heroína.
La
película se centra en la 'french connection', la red de tráfico de
heroína, con mayor auge en los 60 y 70, que metía la droga desde
Turquía a Nueva York a través de Francia, principalmente en
Marsella. Su droga era famosa además por el nivel inaudito de
pureza, alrededor del 98%. A muchos espectadores les vendrá
rápidamente a la memoria la película de 1971 con Gene Hackman, The
French Connection
(que ganó cinco Oscars), que evidentemente trata del mismo periodo,
solo que desde el punto de vista americano. Además, la película, en
tono, logotipo de entrada, método de grabación (35mm)... todo está
pensado para transportarte a los setenta. Quizás lo que en principio
pudiera sonar a pega (tanto emular puede sonar a ya visto, no se
complica la trama y tira a lo efectivo), se convierte rápidamente en
acierto si lo que se quiere es pasar las algo más de dos horas que
dura pegado a la butaca sin pensar en otra cosa. La película tiene
magnetismo, es vibrante y el ritmo es constante. Es ágil y va a lo
que va. Presentación, nudo, clímax y desenlace.
Aparte
del apartado visual y su montaje, no hay que menospreciar la
habilidad con que se utiliza la música, llena de temas de la época,
se ha conjuntado sabiamente para apoyar el ritmo de la película y
realzarlo. Pero, si hay que destacar un solo elemento por encima del
resto, ese serían las interpretaciones de los dos protagonistas.
Dujardin y Lellouche (quienes ya habían coincidido en Los
infieles
y Pequeñas
mentiras sin importancia)
son dos destacados actores franceses que se comen la pantalla cuando
aparecen, por tanto, ver su cara a cara hace saltar chispas. Además,
el director hace presentaciones similares tanto del juez como del
mafioso, ambos los rodea constantemente de la familia y hasta incluso
crea perfiles físicos similares. No creo que esto sea casualidad,
sino que Cédric Jimenez está interesado en esa dualidad, dado la
“agresividad” de los métodos, hasta la fecha, de Michel en el
caso. El juez a veces incluso llega a rozar la legalidad, pero como
reza la frase del cartel, 'para para a un peligroso señor de la
droga, necesitas a un policía peligroso'.
En
pleno 2015, inflados a grabaciones digitales y narrativas caóticas
de la cámara al hombro, que alguien apueste por una narrativa
clásica, sencilla y saque un producto tan solvente y sumamente
trepidante como lo consigue Conexión
Marsella,
es tan placentero como una botella de agua en un desierto. Si eres de
los que Black
Mass supuso una leve decepción, quizás debas probar fortuna con
la francesa.
7/10
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