martes, 3 de noviembre de 2015

Dheepan. El crecimiento del amor en la inmundicia

Título original:
Dheepan 
Año:
2015
Fecha de estreno:
06 de noviembre de 2014
Duración:
114 min
País:
Francia
Director:
Jacques Audiard
Reparto:
Antonythasan Jesuthasan, Kalieaswari Srinivasan, Claudine Vinasithamby, Vincent Rottiers, Marc Zinga
Distribuidora:
Vértigo



Poco a poco, Jacques Audiard ha ido consolidando su carrera como un director contundente; como contundentes son sus historias siempre alimentadas de personajes envueltos en ambientes oscuros, con tapiz tumultuoso. Con mayor o menor peso, la violencia está presente. Es la seña de identidad de Audiard. Por eso, sus películas, parecen construidas en torno a un elemento morboso, relacionado con la criminalidad de sus protagonistas. El drama, las relaciones afectivas interpersonales, queda(ba)n relegadas a un segundo plano. De óxido y hueso ya mostró el lado más melodramático del director galo quien, desde Un profeta – su film más celebrado- tenía en mente construir un drama sobre la creación de una familia sin lazos sanguíneos. El resultado fue Dheepan, ganadora de la Palma de Oro (y encargada estos días de abrir la 60ª Seminci, antes de su estreno comercial en las salas españolas).


El eje central de Dheepan es una historia de amor. Un drama que empieza con tres personajes obligados a emigrar a causa de la guerra. Dheepan -un ex combatiente tamil-, Yalini -una civil- y Illayaal -una huérfana. Asumiendo identidades falsas, llegan al extrarradio de una ciudad francesa, un lugar donde convive la violencia latente, que le recuerda a Dheepan su pasado guerrillero. Dicha violencia se atenua tras las cuatro paredes de su nuevo hogar, ese que el trío protagonista está tratando de construir en un entorno hostil plagado de narcotraficantes, delincuentes y demás fauna indeseable. Pero la jungla de asfalto les trae demasiados recuerdos dolorosos...

Los personajes cambian un ambiente bélico por otro igualmente conflictivo; las peleas, las armas de fuego y los tiroteos a plena luz del día son habituales. Para ellos, es una situación semejante a la dejada en Sri Lanka. Audiard y su equipo nos muestran cómo ese contexto marca a estos inmigrantes ilegales que sólo quieren ser una falsa familia estrechando lazos a través del desamparo y de la soledad. En la película, el drama no fagocita la tensión y los guionistas no caen en situaciones lacrimógenas derivadas de la historia de amor. En todo momento tenemos presente el pasado de Dheepan y Audiard recalca cómo trasciende la violencia en ese hombre incapaz de olvidar sus recuerdos.


Desde ese prólogo formando la falsa familia, Dheepan demuestra que su fuerte son los personajes, más que esa atmósfera enrarecida detonante de ciertas acciones. Se logra una conexión emocional con los personajes pues la cámara actúa como acompañante íntima en sus actos diarios. A ello contribuye la excelente dirección de actores. Se ha sabido exprimir a unos actores novatos que dan lo mejor de sí mismos. Antonythasan Jesuthasan (Dheepan) es, en realidad, un ex guerrillero de los Tigres de la Liberación Tamil Eelam a quien Francia le concedió asilo político desde mediados de los 90. Se ha labrado una carrera como escritor, contando sus vivencias sobre la guerra, entre otras cosas. Kalieaswari Srinivasan (Yalini), actriz india, debuta en el cine. En su país hacía obras de teatro amateurs. Y, aunque Dheepan sea el que da nombre a la película, Yalini asume la responsabilidad del cambio, de erigirse como catarsis del hombre.

En resumen, Dheepan no rompe los esquemas clásicos del cine de Audiard sobre personajes complicados, de pasados delicados, con ese toque violento -sin caer en lo agresivo- aunque tenga partes discutibles y criticables – como ese final. Dheepan ahonda en la parte más humana de sus protagonistas retratando el crecimiento del amor en la inmundicia, apostando por una historia visceral rodada con intimismo y energía.

7/10

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