Título original:
Sinister 2
Año:
2015
Fecha de estreno:
06 de Noviembre de 2015
Duración:
97 min
País:
Estados Unidos
Director:
Ciaran Foy
Reparto:
James Ransone, Shannyn Sossamon, Robert Daniel Sloan, Dartanian Sloan
Distribuidora:
eOne
Siempre se dijo que las segundas partes no fueron buenas. Durante los últimos años se han producido grandes películas del género de terror, capaces de atraparnos en sus historias de cierta forma innovadoras, con nuevos rostros para protagonizar nuestras pesadillas. Scott Derrickson creó Sinister y convenció. Con Sinister 2, dirigida por Ciaran Foy, sólo han conseguido una secuela pretenciosa que no consigue llegar a los talones de su película original.
Sinister 2 se centra en el personaje de James Ransone, el encargado de conseguir hilar esta nueva entrega con la original protagonizada por Ethan Hawke, ya que en esa entrega interpretaba al ayudante del sheriff al que acudían. Aún con el recuerdo de la familia Oswalt y tras haber dejado el cuerpo policial, va investigando cada uno de los sucesos que tienen, sospechosamente, el mismo origen, quemando cada uno de los hogares con el fin de que nadie que habite ahí tenga ese espantoso final. Cuando localiza otro lugar maldito, se da cuenta que ese es el refugio de una mujer y sus dos hijos, escondidos de un marido abusivo y violento. Que esa familia rota viva ahí sólo tiene un final, y él va a intentar evitar ese destino.
En esta secuela se intenta recuperar el mismo método del found-footage que funcionó con la anterior. Una serie de películas caseras que muestran los horrores por los que pasaron las familias. Las mentes vulnerables de los niños se convierten en el objetivo de cada uno de esos fantasmas del pasado que intentan reclutar nuevas víctimas para el famoso Bughuul, quizás lo más destacable de toda la película.
Una caracterización envidiable que es capaz de clavarse en la mente de quien la ve. Pero cada uno de esos videos caseros sólo deja ver el gran vacío argumental que tiene la película ya que, lejos de aportar algo más de interés al argumento central, parece que están ahí de manera forzada y de relleno.
La figura del Bughuul queda apartada de manera insultante a un segundo plano, dejando paso a una historia prácticamente vacía con unas interpretaciones vagas por parte de los actores profesionales y unos niños actores que, por su comprensible falta de experiencia, crean escenas demasiado forzadas que impiden que se pueda tomar en serio lo que se narra.
Es por eso que en Sinister 2 se recurre a la forma más simple de crear una película de terror: una serie de sustos previsibles acompañados de sonidos estridentes con el fin de provocar pequeños infartos a la audiencia, ya que no les interesa provocar una tensión generalizada y un terror implícito que consiga clavarse en el subconsciente del espectador. Si se utiliza es por que funciona, eso es innegable, pero eso sólo consigue confirmar que es, de nuevo, otro ejemplo de una secuela de terror innecesaria con un fin principalmente comercial y que no muestra casi respeto a las grandes ideas originales.
4/10
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