Título original:
The Assassin
Año:
2015
Fecha de estreno:
27 de Noviembre de 2015
Duración:
105 min
País:
Taiwán
Director:
Hou Hsiao-Hsien
Reparto:
Shu Qi, Chang Chen, Zhou Yun, Tsumabuki Satoshi, Juan Ching-Tian, Hsieh Hsin-Ying y Sheu Fang-Yi
Distribuidora:
Caramel Films
El género Wuxia es uno de los más distintivos dentro de la cultura china, y en parte es tan popular gracias a las películas que lo han retratado en multitud de ocasiones. Pero The Assassin no es Tigre y dragón, el nuevo film de Hsiao-Hsien, después de ocho años sin estrenar nada, no tiene mucho que ver con aquella maravillosa película de Ang Lee del año 2000, que a punto estuvo de convertirse en la primera película extranjera en ganar el Oscar a la mejor película.
The Assassin es otra cosa, y aclarar desde el principio que como toda la filmografía de su reputado autor no es para todos los públicos. Para empezar la historia nos traslada a la China del siglo IX, donde Nie Yinniang, la hija de diez años del general, es secuestrada por una monja que la inicia en las artes marciales, transformándola en una extraordinaria asesina encargada de eliminar a los gobernadores locales crueles y corruptos. Un día, después de fracasar en una misión, su maestra la envía a donde nació, y le ordena matar al hombre al que estaba prometida, un primo que controla la mayor zona militar del norte de China.
The Assassin es otra cosa, y aclarar desde el principio que como toda la filmografía de su reputado autor no es para todos los públicos. Para empezar la historia nos traslada a la China del siglo IX, donde Nie Yinniang, la hija de diez años del general, es secuestrada por una monja que la inicia en las artes marciales, transformándola en una extraordinaria asesina encargada de eliminar a los gobernadores locales crueles y corruptos. Un día, después de fracasar en una misión, su maestra la envía a donde nació, y le ordena matar al hombre al que estaba prometida, un primo que controla la mayor zona militar del norte de China.
Después de pasar trece años en el exilio, la joven debe enfrentarse a sus padres, a sus recuerdos y a esos sentimientos que lleva tanto tiempo reprimiendo. Está obligada a cumplir con las órdenes de su maestra, así que debe escoger: sacrificar al hombre que ama o romper para siempre con las disciplina sagrada de la orden de los asesinos.
Desde su presentación en la sección oficial del pasado festival de Cannes, donde se alzó con el reconocimiento al mejor director (un premio que me parece bastante merecido y coherente después de verla), esta película fue una de las que más pasiones levantó, los que la amaron lo hicieron con verdadera pasión pero también fue objeto de fervientes odios por parte de algunos sectores. Estamos ante un claro ejemplo de amor u odio, aquí no hay términos medios, no puede haberlos en un film construido y narrado de una forma tan particular.
Si no entras en la historia te parecerá una tomadura de pelo, pero si consigues adentrarte en su profunda gama de colores, en su pausada belleza o en los sentimientos que desprenden muchos de sus perfectos planos saldrás totalmente recompensado de la sala de cine, porque esto o se ve en la gran pantalla, o sino ni la veas.
La historia es sencilla, aquí lo grandilocuente son sus imágenes y como se nos presentan. No es una película de diálogos, fácilmente su protagonista femenina no dice más de tres frases en todo el metraje, su actuación se sustenta en su magnética presencia y en sus emociones contenidas. Todo está contenido, no solo las emociones humanas, sino también las escenas de lucha.
Profundamente cuidadas son las coreografías bélicas, realmente no hay demasiadas y algunas de ellas están grabadas en planos generales pero ninguna resulta repetitiva y desprenden un cuidado de la técnica envidiable. No se sienten artificiales en ningún momento y cada movimiento que realiza su contradictoria protagonista te deja hipnotizado. No hay un solo plano que no te transmita diferentes sensaciones y creo que eso es lo verdaderamente elogiable de esta radical propuesta.
Representará a Taiwán en los Oscar de este año, y bien sabe uno que esta película es totalmente contraria al gusto de los votantes de la Academia de Hollywood.
Realmente me sorprendería que fuera una de las cinco nominadas finales, porque es demasiado compleja para nuestras mentes occidentales. Yo mismo necesito volver a revisarla para intentar entender muchos de sus mensajes. Y aunque al final no la acabes entendiendo del todo, siempre puedes deleitarte y dejarte llevar por su belleza, porque esto es poesía visual de la mejor marca.
8,5/10
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