Para mí, el capítulo de esta semana de Modern Family ha sido el que más me ha divertido en lo que llevamos de temporada. La serie demuestra así dos cosas: la primera es que siempre hay hueco para dibujarte una sonrisa, aunque hayan pasado ya 7 temporadas y parezca todo hecho. La segunda es que cuando se juntan todos en un mismo lugar la diversión y el entretenimiento están asegurados.
Puedes leer el recap del episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
SEXY
Los sucesos que acaecen en este episodio de Modern Family ocurren en una casa, la casa sexy que Phil está intentando vender. Es sexy hasta la clave de la alarma, que es –de hecho- “SEXY”; y así se lo hace saber en una cena a toda la familia. ERROR.
La primera en tener la gran idea de visitar semejante mansión es su hija Haley, quien se las apaña para fotografiar demás datos del lugar y aprovecha un momento de soledad para colarse y darse un baño relajante en su jacuzzi de lujo. La chica lo necesita después de la ruptura con Dylan.
La joven dejó una escena bastante terrible cuando el jacuzzi decide no desaguar, así que tiene que volver para intentar arreglarlo. Es entonces cuando es sorprendida por Andy, que trabaja para Phil, pero intenta ayudarla a vaciar aquello. No lo consiguen y terminan ambos dentro del agua. Mientras la ropa se seca, enfundados en sendos albornoces, Haley confiesa que ha roto con Dylan. También les da tiempo a disfrutar de todo lo que la casa les ofrece, a través de un mando a distancia: chimenea, música, champán. Todo muy sexy, sin duda.
Multitud
Cuando casi Haley y Andy están a punto de besarse, entran los siguientes en escena: Mitch y Cam. La pareja anterior corre a esconderse, mientras la nueva trata de convencerse de que necesitan un tiempo para ellos solos. Se están volviendo unos aburridos (aprovechan un momento sin Lily para darle la vuelta a su colchón), así que piensan que en la casa sexy podrán volver a encender la chispa de su matrimonio. Y si Mitch haciendo pole-dance en una lámpara no lo hace, yo ya no sé.
Y parece que la cosa se anima, pero aparece Phil. Claire piensa que está enfadado con ella porque le echó una bronca enorme por bañarse con sus patos en casa, pero lo cierto es que Phil está enganchado a un juego de realidad virtual de temática medieval. Utiliza la casa para estar solo y jugar durante horas.
También aparece, mientras él se pone su indumentaria de juego, su hijo Luke con unos amigos. Al joven se le había ocurrido pasar el rato bebiendo allí con ellos, pero son sorprendidos por Mitch y Cam, que les echan la bronca. En esas, entra en escena Phil con sus gafas de realidad virtual, con las que no ve al resto de gente que hay en el salón, que se quedan quietos y en silencio.
Claire, la princesa guerrera
Viendo que no han sido descubiertos, los cuatro tratan de salir de la casa, cuando se abre la puerta y tienen que esconderse: Luke y compañía en el armario y Mitch y Cam en una habitación. Resulta ser Claire, que aparece allí vestida de guerrera con una capa. Pensando que aquel juego habitual en su matrimonio de roles podría arreglar el enfado de Phil, intenta seducirle cuando le encuentra con las gafas y un escudo en la mano, pensando que se trata de un guerrero robot o algo así.
Claire pronto descubre que Phil ni sabe que está allí y le grita para que se dé cuenta. De repente, por otra puerta al salón, sale Reuben, el novio de Alex, seguido de la chica. No lo sabíamos, pero también estaban allí. También Claire descubre a Cam y Mitch, que empiezan a cantar el Cumpleaños Feliz (por si cuela) y a Luke y sus amigos, que ni siquiera intentan buscarse una excusa.
Todos se marchan de allí (Claire y Phil parece que sí darán uso a ese disfraz tan conseguido), así que Andy y Haley tienen vía libre para marcharse también. Tras una pequeña charla sobre el romanticismo que evoca el lugar y que casi les lleva a cometer una locura pues Andy está prometido, Haley hace el amago de irse. Sin embargo, vuelve y se lanza a los brazos del joven, con quien se besa apasionadamente.
Colombia - Miami
¿Y Gloria y Jay? Bueno, ellos no pisan la casa sexy, porque tienen otros planes. Se pasan toda la cena en familia haciendo lo posible para robarles las carteras y conseguir así sus identificaciones: su regalo de Navidad será un viaje para todos a Miami, pero es una sorpresa. La técnica del abrazo de Gloria es tremendamente efectiva.
La mujer le lanza a Jay la posibilidad de invitar a su familia de Colombia también a Miami, pero su marido tiene otra sorpresa para ella: en realidad, los billetes no son para Miami, sino para Colombia, para que estén todos juntos. Sin embargo, aquello no alegra nada a la mujer. Gloria pensaba que iba a decir que no, que iba a hacerle sentir mal y que entonces lo que ocurriría a continuación no le parecería tan malo: resulta que ha invitado a su familia a su casa y, de repente, entra un montón de gente por la puerta.
Me han encantado las caras de Jay y Manny ante tanta visita. Y sobre todo la contestación del padre cuando Manny le pregunta si piensa que será una visita larga o se quedaran poco tiempo: “Fíjate, la embarazada se ha traído el carrito.”
SEXY
Los sucesos que acaecen en este episodio de Modern Family ocurren en una casa, la casa sexy que Phil está intentando vender. Es sexy hasta la clave de la alarma, que es –de hecho- “SEXY”; y así se lo hace saber en una cena a toda la familia. ERROR.
La primera en tener la gran idea de visitar semejante mansión es su hija Haley, quien se las apaña para fotografiar demás datos del lugar y aprovecha un momento de soledad para colarse y darse un baño relajante en su jacuzzi de lujo. La chica lo necesita después de la ruptura con Dylan.
La joven dejó una escena bastante terrible cuando el jacuzzi decide no desaguar, así que tiene que volver para intentar arreglarlo. Es entonces cuando es sorprendida por Andy, que trabaja para Phil, pero intenta ayudarla a vaciar aquello. No lo consiguen y terminan ambos dentro del agua. Mientras la ropa se seca, enfundados en sendos albornoces, Haley confiesa que ha roto con Dylan. También les da tiempo a disfrutar de todo lo que la casa les ofrece, a través de un mando a distancia: chimenea, música, champán. Todo muy sexy, sin duda.
Multitud
Cuando casi Haley y Andy están a punto de besarse, entran los siguientes en escena: Mitch y Cam. La pareja anterior corre a esconderse, mientras la nueva trata de convencerse de que necesitan un tiempo para ellos solos. Se están volviendo unos aburridos (aprovechan un momento sin Lily para darle la vuelta a su colchón), así que piensan que en la casa sexy podrán volver a encender la chispa de su matrimonio. Y si Mitch haciendo pole-dance en una lámpara no lo hace, yo ya no sé.
Y parece que la cosa se anima, pero aparece Phil. Claire piensa que está enfadado con ella porque le echó una bronca enorme por bañarse con sus patos en casa, pero lo cierto es que Phil está enganchado a un juego de realidad virtual de temática medieval. Utiliza la casa para estar solo y jugar durante horas.
También aparece, mientras él se pone su indumentaria de juego, su hijo Luke con unos amigos. Al joven se le había ocurrido pasar el rato bebiendo allí con ellos, pero son sorprendidos por Mitch y Cam, que les echan la bronca. En esas, entra en escena Phil con sus gafas de realidad virtual, con las que no ve al resto de gente que hay en el salón, que se quedan quietos y en silencio.
Claire, la princesa guerrera
Viendo que no han sido descubiertos, los cuatro tratan de salir de la casa, cuando se abre la puerta y tienen que esconderse: Luke y compañía en el armario y Mitch y Cam en una habitación. Resulta ser Claire, que aparece allí vestida de guerrera con una capa. Pensando que aquel juego habitual en su matrimonio de roles podría arreglar el enfado de Phil, intenta seducirle cuando le encuentra con las gafas y un escudo en la mano, pensando que se trata de un guerrero robot o algo así.
Claire pronto descubre que Phil ni sabe que está allí y le grita para que se dé cuenta. De repente, por otra puerta al salón, sale Reuben, el novio de Alex, seguido de la chica. No lo sabíamos, pero también estaban allí. También Claire descubre a Cam y Mitch, que empiezan a cantar el Cumpleaños Feliz (por si cuela) y a Luke y sus amigos, que ni siquiera intentan buscarse una excusa.
Todos se marchan de allí (Claire y Phil parece que sí darán uso a ese disfraz tan conseguido), así que Andy y Haley tienen vía libre para marcharse también. Tras una pequeña charla sobre el romanticismo que evoca el lugar y que casi les lleva a cometer una locura pues Andy está prometido, Haley hace el amago de irse. Sin embargo, vuelve y se lanza a los brazos del joven, con quien se besa apasionadamente.
Colombia - Miami
¿Y Gloria y Jay? Bueno, ellos no pisan la casa sexy, porque tienen otros planes. Se pasan toda la cena en familia haciendo lo posible para robarles las carteras y conseguir así sus identificaciones: su regalo de Navidad será un viaje para todos a Miami, pero es una sorpresa. La técnica del abrazo de Gloria es tremendamente efectiva.
La mujer le lanza a Jay la posibilidad de invitar a su familia de Colombia también a Miami, pero su marido tiene otra sorpresa para ella: en realidad, los billetes no son para Miami, sino para Colombia, para que estén todos juntos. Sin embargo, aquello no alegra nada a la mujer. Gloria pensaba que iba a decir que no, que iba a hacerle sentir mal y que entonces lo que ocurriría a continuación no le parecería tan malo: resulta que ha invitado a su familia a su casa y, de repente, entra un montón de gente por la puerta.
Me han encantado las caras de Jay y Manny ante tanta visita. Y sobre todo la contestación del padre cuando Manny le pregunta si piensa que será una visita larga o se quedaran poco tiempo: “Fíjate, la embarazada se ha traído el carrito.”
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