Título original:
Macbeth
Año:
2015
Fecha de estreno:
25 de Diciembre de 2015
Duración:
113 min
País:
Reino Unido / Francia / Estados Unidos
Director:
Justin Kurzel
Reparto:
Michael Fassbender, Marion Cotillard, Paddy Considine, David Thewlis, Sean Harris, Jack Reynor, Seylan Baxter
Distribuidora:
A Contracorriente
Que las letras de
Shakespeare siguen vivas a día de hoy creo que no es ninguna
novedad. Por algo es uno de los grandes nombres de la literatura
universal y sobre el que han versado multitud de referencias en las
diferentes artes. En el caso concreto de Macbeth y el cine,
hay multitud de obras que adaptan la historia del general Macbeth y
sus crímenes inducidos por Lady Macbeth y las profecías de las
Hermanas Fatídicas, entre las más notorias se encuentran Trono
de sangre de Kurosawa y el Macbeth de Orson Welles.
También destacados autores como Polanski, Wadja o Béla Tarr han
hecho sus propias adaptaciones. Pero ha tenido que ser un
prácticamente desconocido Justin Kurzel el que, quizás, haya hecho
el Macbeth cinematográfico más intenso a nivel emocional.
Contratado por los
productores por su labor en Snowtown, Kurzel (quien será el
director de Assasin's Creed, repitiendo con Fassbender y
Cotillard) ha sabido hacer suyo una obra que podría haber caído en
el saco de la indiferencia, justamente por la cantidad de obras que
existen sobre la obra shakespiriana. Apoyado por su director de
fotografía habitual, Adam Arkapaw (quien ya recibió multitud de
halagos por la serie True Detective), crea un clima único,
con el fin de que la trama de traición, ambición, poder y locura
que impregnan el relato no sean meros temas adscritos en el guión,
sino experiencias que el espectador experimente durante la
proyección. No vemos una batalla sino que nos adentramos en ella. No
asistimos a la malsana transformación de la psique de Macbeth
(sublime Fassbender, como siempre) sino que sucumbimos ante ella.
Esto es lo que hace grande el Macbeth de Kurzel, la atención
al detalle y el interés por dar vida a la obra, más allá de
representarla.
Pero sería injusto no
decir que sin Fassbender, la película perdería gran parte de su
magnetismo. El actor está perfecto en el personaje, de esas veces
que ni sobra ni falta nada. Cotillard está también muy bien y ambos
dotan de especial humanidad a sus personajes, dando una visión más
realista e introspectiva de la obra, que difiere por completo de la
adaptación cercana al cuento moral que hizo Kurosawa, por ejemplo.
Hay pequeñas variaciones con respecto a la obra original, pero a
rasgos generales en una adaptación bastante cercana, que opta
incluso por diálogos en verso, que según el tipo de espectador
puede ser un lastre, pero que personalmente me parece todo un
acierto. También se ha rodado en paisajes reales de la isla Skye, en
Escocia, y mucha de la niebla y condiciones climáticas adversas que
se aprecian son reales, lo que supongo que serían un gran
inconveniente para el reparto a la hora de rodar, pero que una vez
finalizada la película refuerza ese realismo buscado. Jed Kurzel,
hermano menor de Justin Kurzel, se encarga de la banda sonora y
consigue superar exponencialmente el buen trabajo que ya hizo en The
babadook y eleva aún más la calidad del producto final.
Consigue gran compenetración con la fotografía de Arkapaw y parecen
trabajar como un solo elemento conjunto, en vez de dos trabajos
independientes. Esto, junto al ensordecedor sonido de los “Health
Macbeth” que retumbarán en los tímpanos y cerebros de más de
uno, incluso jugando con la paronimia entre el 'Health' (salud en
inglés) y 'Hell' (infierno), cobrando así, sobre todo en la escena
del brindis, un matiz muy interesante sobre la figura de Macbeth y lo
que acontece por su mente.
Presentada en Cannes, con
seis nominaciones a los BIFA
y con seguramente alguna nominación a los Oscars (para algo están
los Weinstein detrás de ella), Kurzel ya ha presentado su nombre y
credenciales en todo el mundo, creando muy probablemente la mejor
adaptación de Macbeth desde la que hiciera Orson Welles en
1948 y dejando las expectativas de su Assassin's Creed
bastante elevadas. Y por si aún había algún incrédulo, terminar
de convencer a críticos y espectadores de que el talento de
Fassbender nos dará grandiosos momentos durante mucho tiempo.
8/10
Con ganas de ir a verla, la crítica reúne todos los ingredientes como para no perdérsela.
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