Título original:
Daddy's home
Año:
2015
Fecha de estreno:
01 de Enero de 2016
Duración:
96 min
País:
Estados Unidos
Director:
Sean Anders, John Morris
Reparto:
Will Ferrer, Mark Wahlberg, Linda Cardellini, Hannibal Buress, Paul Scheer, Cedric Yarbrough, LaMonica Garrett, Jamie Denbo
Distribuidora:
Paramount
Seguramente nadie se haya
percatado de un hecho curioso, y es que este va a ser el tercer año
consecutivo que inauguremos las carteleras españolas con un estreno
protagonizado por Mark Wahlberg. En 2014 tuvimos El
único superviviente, una cinta bélica que aquí no tuvo
gran repercusión pero que para amantes del género considero
recomendable. El 1 de enero de 2015 estrenó El
jugador, remake de la película de 1974 con James Caan que no
gozó de muy buenas críticas. Y para comenzar el 2016, y otra vez de
la mano de Paramount, tenemos la comedia Padres por desigual,
y la sensación es que cada año Wahlberg llega con más resaca al
comienzo del nuevo año, pues las películas van menguando en cuanto
a calidad se refiere.
Como era de suponer, la
comedia de Sean Anders y John Morris (Sex drive), como
predisponían sus anteriores trabajos como directores y/o guionistas,
es del tipo de humor bastante convencional y grueso, basado en
repetir patrones del género que se presuponen graciosos y efectivos
para el público. Pero como se suele decir, a todos no nos hacen
gracia los mismos chistes ni el mismo tipo de humor, por lo que es
conveniente aconsejar que los no partidarios de este tipo de comedias
se abstengan siquiera de acercarse a ella. Es quizás por esto que no
ha sido de mi agrado, pues la película no es que tenga una historia
donde sea muy difícil adivinar el final, sino que más bien se
sustenta en los diferentes gags que adornan el camino hacia dicho
final, para conseguir su objetivo de hacer pasar un buen rato. A mí
este hecho de saber cómo acabará todo me hace sentir estirado el
metraje, una historia coja argumentalmente, así que tan sólo me
quedaba la baza de dicho camino (los gags) funcionasen. A mí el
único que realmente me ha funcionado es el la pelea-baile, porque
fluye naturalmente. La mayoría de las escenas cómicas las siento
forzadas, como si hubiera un apunte a pie de página donde dijera
“aquí toca situación cómica” o similar. Supongo que los
devotos de este humor tan primitivo y básico podrían subirle un par
de puntos a mi nota y percepción final, y es por esto que no voy a
decir si Padres por desigual es buena o mala (en todo caso
puedo decir que arriesga poco), sino que se limita más a si te haga
gracia o no.
Will Ferrer y Mark
Wahlberg interpretan dos personajes arquetipos para jugar con la
contraposición de los ideales que representan. Uno es tranquilo y
atento, el pretendido “modélico”, pero también más aburrido; y
el otro es el vividor y salvaje, la inconsciencia y el “viva la
vida” poco comprometido con las responsabilidades, pero que se
siente más “cool” a ojos de las mentes joviales de los niños.
Lo que no me gusta es como se intenta convertir al personaje de Brad
(Wil Ferrer) en algo más viril mediante su conversión de estéril a
fértil, como dando a entender que la hombría y la paternidad van
representadas por la fertilidad, cuando luego el mensaje final que se
quiere transmitir parece ser contrario a esto.
Quizás le esté pidiendo
demasiado a una película que parece no querer sacar demasiadas
conclusiones elaboradas, sino más bien una moralina sencilla y
pretendidamente de gran calado como la idea de que ser papá es
“comer mierda” por tu hijo como se dice vulgarmente, aguantar lo
que sea por el bienestar de tus hijos. Pero representado tal y como
aparece en la película, la idea que uno puede obtener es más bien
la de no desear bajo ningún concepto tener hijos, directamente.
4/10
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