Título original:
El hombre que quiso ser Segundo
Año:
2015
Fecha de estreno:
10 de Diciembre de 2015 / 27 Mayo 2016 (estreno nacional)
Duración:
91 min
País:
España / Italia
Director:
Ramón Alós
Reparto:
Documental, Ramón Langa, Enrico Vecchi, Juan Miguel Company, Maribel Bayona
Distribuidora:
Pirámide Films
Que en la Historia hay
personajes relevantes injustamente olvidados es un hecho. Incluso en
la Historia del Cine, que lleva unos escasos 120 años (si contamos
desde la invención del cinematógrafo), periodo relativamente corto
comparado con otras artes, han pasado personalidades importantes para
el cine a un segundo plano. Con el documental El hombre que quiso
ser Segundo, y tras ese bonito juego de palabras (siempre tras la
sombra de Méliès, se esconde la reivindicación y homenaje a la
figura de Segundo de Chomón, pionero del cine, el apodado 'George
Méliès español', quien en los albores del séptimo arte, dominó
la utilización de maquetas, era un genio en los trucajes, la
velocidad de paso de manivela, efectos schüfftan, doble exposición,
sobreimpresiones, pirotecnia y escamoteos, precursor del travelling,
del cine a color y pionero de la animación cinematográfica. Casi
nada.
La obra de Ramón Alós
juega todo el rato entre la realidad y la ficción, como el mismo
Chomón hacía en sus trabajos. Se parte del hecho ilusorio en el
mismo nacimiento de Chomón, cuando su madre tiene gemelos, con diez
minutos de diferencia. Al primero le llaman Primo, y al otro Segundo.
Así, vamos viendo la vida de los hermanos Chomón, sus obras y
repercusión, a la vez que se recrean ciertos pasases de sus vidas.
En paralelo se sucede otra recreación, la investigación del propio
director (encarnado por Enrico Vecchi) quien, recopilando información
sobre la vida de Segundo de Chomón, descubre que no hay apenas datos
sobre Primo, y se obsesiona en cierta manera buscando más datos
sobre la única película en la que aparecen juntos ambos. Ramón
Langa, destacado actor de doblaje (suyas son las voces españolas de
Bruce Willis y Kevin Costner), también se ha puesto en ocasiones
delante de las cámaras, como en el aclamado corto de Javier Fesser
El secdleto de la tlompeta, y aquí da vida a los hermanos
Chomón, con gran presencia.
El juego que propone aquí
Alós es arriesgado, pues en principio el espectador que se acerca a
un documental sobre Segundo de Chomón no esperará en absoluto lo
que le tiene preparado el director. Requiere la predisposición de
dejarse llevar de su mano y participar en su juego-homenaje,
rompiendo la barrera del documental al uso. Indudablemente ofrece esa
ansiada información sobre la figura del genio turolense, y consigue
lo más importante: que tras terminar su visionado, corras a ver el
trabajo y a seguir leyendo sobre Chomón. Es un planteamiento
valiente y creativo, huir del mero “recopilar información” y
plantear una historia ficcional sobre la que ir descubriendo al
homenajeado. El problema es, al final del todo, delimitar qué es
ficción y qué es real... y también es algo de lo que su director
es consciente y promueve. Así, la magia del cine cobra vida y color
(como cuando Chomón colorea el celuloide), la frontera de lo irreal
se traspasa y se entremezcla con la vida misma. Segundo del Chomón
era un maestro del trucaje y Ramón Alós hace el suyo propio, pues
no hay mejor homenaje que crear a partir de la creación padre.
7/10
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