Nos ha invadido el espíritu navideño y también a nuestros protagonistas de Modern Family, quienes dan lugar a otro divertido capítulo en el que comparten pantalla y desventuras. Puedes leer el recap del episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Prueba
Gloria quiere celebrar su primera Navidad como estadounidense oficial a lo grande, y para eso ha alquilado una casa en las montañas a la que se lleva a toda la familia. Sin embargo, el clima no acompaña a sus deseos navideños. Mira la temperatura sin darse cuenta en Celsius, allí en medio del monte hace un calor agobiante y toda la familia lleva su jersey.
Además resulta que la casa ya tiene una huésped, Fig (Andrea Martin), cuya familia ha cambiado de planes y ha escogido como destino Hawái. Y no le han dicho nada. Cam se muere de pena ante el relato de la mujer y le prepone –a disgusto del resto- que les acompañe.
Por su parte, Jay ha decidido que es hora de retirarse y que esa escapada es el mejor momento para dar la noticia. Como jefe de su empresa de armarios quiere a Claire, pero no se lo dirá directamente, sino que le prepara una prueba: asegura que le revelará otro (un señor inventado) y así cuando Claire se enfade sabrá que el trabajo le importa; entonces confesará la verdad.
La cosa no le sale demasiado bien. Claire se enfada, eso es cierto, pero antes de que su padre le cuente la verdad le agradece no contar con ella, pues no quiere convertirse en una persona aburrida como él, "en la industria más aburrida que existe". Ambos pasan parte del capítulo enfadados, cada uno sintiéndose traicionado por el otro. Al final, por intervención de Gloria, Jay se da cuenta de que sí le importa el trabajo y todo se arregla.
Cuernos
La juventud de la casa se lo pasa muy bien. Luke y Manny tratan de asustar a Lily con la historia de una presencia que hace ruidos. Al final sí que escucha ruidos en una habitación, pero resultan ser Haley y Andy, que llevan varios encuentros a escondidas de su familia y buscan allí algo de privacidad. Al grito de Lily, toda la familia acude rauda a ver qué pasa para encontrarlos a medio vestir.
Phil le pide a Andy que se quite la chaqueta que le acaba de entregar (como regalo por haber aprobado su examen de agente inmobiliario), pero ese no es el principal problema que el joven tiene que afrontar. Como sorpresa de Gloria, allí aparece su prometida Beth, y su mentor le asegura que tiene que contarle la verdad. Cuando va a hacerlo, sin embargo, es ella la que confiesa que le ha sido infiel con un chico, y a ese chico con otro. Ahí termina su historia, y por fin vemos a Haley y Andy juntos y sin tener que ocultarlo.
Fig
Resulta que la tal Fig es Alex de mayor: profesora de astrofísicas en el MIT, no entiende la Navidad, ni que vayan a un sitio sin wi-fi, ni que haya gente que no la entienda. Intentando cambiar eso, la joven trata de ser agradable con su familia, pero son muchos años y todo el mundo piensa que está siendo irónica. Ese sarcasmo tan característico le pasa factura esta vez, pero no por mucho tiempo, pues se alía con Fig para remediarlo.
Cam y Mitchell quieren borrar el pasado. El año anterior Mitch bebió algo de más antes de su tradicional villancico y toda la familia les grabó desafinados y haciéndolo fatal. Llevan un año burlándose de ellos por ese motivo, así que este año no paran de ensayar la que será su actuación estelar. Han escogido Silent Night y nada puede fallar.
Pero falla. El primer intento de sorprender a todo el mundo es cortado en seco por el grito de su hija (a la que, por cierto, se quitan de encima cuando se les quiere unir en el número). Cuando, por fin, tienen la oportunidad de demostrar sus dotes artísticas y redimir el pasado, resulta que son Alex y Fig las que han encontrado la manera de abrirse a la Navidad, cantando esa misma canción. Y bastante bien, por cierto. Tal vez sea por Andrea Martin, y sus dos premios Tony en musicales.
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