Dope
Año:
2015
Fecha de estreno:
11 de Diciembre de 2015
Duración:
103 min
País:
Estados Unidos
Director:
Rick Famuyiwa
Reparto:
Shameik Moore, Tony Revolori, Kiersey Clemons, Zoë Kravitz, Chanel Iman, Blake Anderson, Rakim Mayers, Keith Stanfield
Distribuidora:
Sony Pictures
Los relatos indies protagonizados por
adolescentes en el umbral de la universidad y de la libertad emocional tras los
años de represión que el instituto puede suponer proliferan como si de un
género propio se trataran. Ese momento de transición determinante en la vida de
todo aquel que lo supera –o trata de hacerlo- ha sido retratado asiduamente en
películas en las que el ensayo de acceso a la universidad exigido en Estados
Unidos se convertía en la declaración de intenciones del protagonista de la
historia, al igual que el cineasta responsable de la misma trata de expresar su
originalidad de una manera similar a los estudiantes que buscan levantar la
mirada de Harvard y otros centros de la Ivy League. Pero como ocurre con esas
disertaciones, si no son brillantes, cargadas de emociones, sinceras e
insólitas, el espectador no va a sentir nada que le lleve a implicarse con lo
que le vende el estudiante, que suele reflexionar sobre lo mucho que le ha
cambiado la vida en los últimos meses. Dope
se mueve por estas tierras movedizas combinando a geeks que no están integrados
en su instituto, música, un barrio conflictivo y una experiencia inigualable,
factores que se pueden alterar, pero cuyo entretenido producto seguramente ya habremos
visto antes.
En la misma edición del Festival de Sundance en la que Dope se proyectaba por primera vez, Yo, él yRaquel triunfaba por partida doble. Aquella cinta contaba con un poder dramático y cómico que desbordaba originalidad, algo que no se encuentra en la misma medida en Dope. Esta es un entretenimiento más ligero que, aunque también reflexiona sobre esta etapa de la vida, no alcanza tal profundidad ni imágenes y momentos tan memorables. Al igual que se puede citar la película de Alfonso Gómez-Rejón, hace un par de años también pudimos disfrutar de The Spectacular Now, en la que el ensayo universitario era una vez más el elemento que revelaría el cambio de mentalidad del fantástico protagonista interpretado por Miles Teller, en estos dos casos se construyeron historias sencillas a la par que se iban consolidando con individuos complejos como cualquiera de nosotros. Mientras que los protagonistas de Dope son más superficiales, lo cual no va en contra del espíritu de la película, que también quiere reflejar los estereotipos y cómo estos no tienen por qué lastrarnos o condicionarnos a permanecer en un ambiente determinado.
En la misma edición del Festival de Sundance en la que Dope se proyectaba por primera vez, Yo, él yRaquel triunfaba por partida doble. Aquella cinta contaba con un poder dramático y cómico que desbordaba originalidad, algo que no se encuentra en la misma medida en Dope. Esta es un entretenimiento más ligero que, aunque también reflexiona sobre esta etapa de la vida, no alcanza tal profundidad ni imágenes y momentos tan memorables. Al igual que se puede citar la película de Alfonso Gómez-Rejón, hace un par de años también pudimos disfrutar de The Spectacular Now, en la que el ensayo universitario era una vez más el elemento que revelaría el cambio de mentalidad del fantástico protagonista interpretado por Miles Teller, en estos dos casos se construyeron historias sencillas a la par que se iban consolidando con individuos complejos como cualquiera de nosotros. Mientras que los protagonistas de Dope son más superficiales, lo cual no va en contra del espíritu de la película, que también quiere reflejar los estereotipos y cómo estos no tienen por qué lastrarnos o condicionarnos a permanecer en un ambiente determinado.
Su carácter
menos trascendente no tiene que ser algo malo, ya que no todo el cine está
hecho para cambiarnos la vida. Dicho eso, si algo consigue Rick Famuyiwa es dar
forma a una atmósfera particular y frenética en la que los jóvenes
protagonistas se desenvuelven sin dejar espacio para el aburrimiento. Su
estructura narrativa vista en tantas ocasiones y aun así vendida como novedosa
y la trama algo desbocada por momentos hacen que sea difícil tomarse de todo en
serio a Dope, pero el viaje en el que
nos lleva no necesita de seriedad, al menos hasta el momento clave del ensayo dramatizado
que hace que merezca la pena haberle dado una nueva oportunidad al cine
independiente que defrauda tantas veces como deja pasmado. En este caso ni
queda uno defraudado porque el resultado no es para nada tedioso o reiterado ni
se iluminan los ojos o el corazón al irradiar emociones e instantes para el
recuerdo.
A pesar de esa
ecuanimidad de su resultado, que no romperá ningún molde en materia de injusticia
social como Straight Outta Compton,
es una pena que Dope vaya a pasar inadvertida
en nuestro país debido a la estampida de estrenos antes de la llegada del
séptimo episodio de Star Wars. Pero
eso no quita que sea otro ejemplo de que las miradas más incisivas empiezan a
perfilarse entre las luces y sombras de la escena independiente, aunque Famuyiwa
haya quedado a medio camino en este intento.
6,5/10
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