domingo, 26 de abril de 2015

Unbreakable Kimmy Schmidt. Temporada 1: Bienvenido al búnker de la locura



Con Netflix coqueteando con llegar a España, no queda mal empezar a escudriñar algunas de las propuestas exclusivas que la plataforma tiene para ofrecer y que por la tremenda popularidad de unas (House of Cards, Orange is New Black) o por la publicidad que han arrastrado a su alrededor otras (Marco Polo y Daredevil), pueden quedar algo más escondidas. Me centro ahora mismo en una de sus propuestas más recientes: el nuevo bocadillo de Tina Fey, Unbreakable Kimmy Schmidt, una serie pequeña sin grandes pretensiones que ha logrado ganarse el cariño de los usuarios de la plataforma (y de los piratas) a fuerza de simpatía y excelente humor. Descubre que es lo que la serie tiene para ofrecerte en esta pequeña reseña sin spoilers y dale una oportunidad, que seguro no te decepciona.



La historia arranca cuando un grupo de chicas son rescatadas de un búnker en el cual han estado encerradas hace 15 años. Resulta que las chicas eran parte de una secta religiosa cuyo pastor había calculado la llegada del fin del mundo 15 años atrás y había decidido encerrarlas para salvarles la vida. Así, engañadas desde niñas, este grupo de 4 amigas perdió la posibilidad de un desarrollo normal y fueron soltadas ahora en una sociedad que no conocen. Punto de partida extraño que augura el tipo de humor que veremos en la serie, pero que a priori no parece muy original: podría pensarse que será una simple serie de episodios auto-conclusivos con unas chicas haciendo un desastre intentando adaptarse a un nuevo mundo. Y en parte lo es, pero haciendo gala de un conjunto de aciertos más que importantes en su desarrollo que la hacen imperdible.

La dura vida dentro del búnker

El primero de esos aciertos es el excelente guion. Muchas de las cosas que en Unbreakable Kimmy Schmmidt funcionan, lo hacen por el excelente trabajo de la guionista Tina Fey y sus colaboradores. El humor absurdo está totalmente presente y muchas veces son sólo eso, tonterías; sin embargo, en otros momentos, la serie muestra una lucidez sorprendente y muchos de sus chistes y situaciones hacen referencias a verdaderos y sutiles problemas de estas mujeres que han perdido quince años de sus vidas y también detallan con humor otros problemas de la sociedad en general. El guion se gana nuestra confianza en que la serie sabe de lo que habla, no banaliza ningún tema detrás de esa capa de absurdez que tiene cada capítulo y eso ayuda a aquellos que somos más reacios a la comedia, a meternos más de lleno en su hilarante desarrollo. Y por supuesto esto no significa un lastre para aquellos que simplemente quieren pasar un rato agradable frente al televisor y descansar de las preocupaciones, pues el subtexto de la serie es muy sutil y nada remarcado.

Descubre en la serie si es más fácil ser un hombre lobo o
un chico gay y negro en Nueva York

Su segundo acierto es la infinita simpatía de sus personajes. Ellie Kemper en el papel de Kimmy se hace querer y se lleva los momentos más hilarantes de la temporada, pero muy cerca queda el extraordinario personaje interpretado por Tituss Burgess, Titus Andromedon, el compañero de piso de Kimmy; un vago, vanidoso y egoísta muchacho gay y negro que busca triunfar en la farándula a toda costa. Un excelente Tim Blake Nelson participa en un par de capítulos como el inepto padrastro de Kimmy que fracasó en su búsqueda de las chicas por 15 años y que fue derrotado por el cerdo vidente (no es broma) que acabó cooperando en su hallazgo. Luego tenemos a una habitual en producciones de Tina Fey como Jane Krakowski de gran nivel en su papel de la señora rica y superficial que irá aprendiendo algo de humildad (muy a su manera) de Kimmy.

Ya en este momento el lector puede pensar que estamos describiendo personajes demasiado estereotipados, que se han visto miles de veces en cine y televisión. Concuerdo, pues como dije más arriba, lo que hace que todo esto no sea el desastre que a simple vista puede parecer, es el excelente trabajo de guión y lo bien que se maneja el tono de la serie, para que nunca se pase de rosca, pese a que si debiésemos definir a Unbreakable Kimmy Schmidt con una palabra, esa palabra sería locura.

El cameo de Tina Fey: los abogados más absurdos


La serie irrumpe de esta forma ante nosotros con una identidad muy marcada y se diferencia de sitcoms que, con los mismos temas, son mucho más amables en su idea de ser comercializables. No extraña que esta serie fuese rechazada antes de ser rescatada por Netflix: Unbreakable Kimmy Schmidt es excéntrica y se enorgullece de serlo. Es una propuesta que no puedes dejar pasar si lo tuyo es el humor absurdo y, por supuesto, si ya eres fanático de Tina Fey, estás de suerte porque la autora ha sacado otra grandísima obra que lleva todas sus señas de identidad.

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