Cómo sobrevivir a una despedida.
Año:
2015
Fecha de estreno:
24 de abril de 2015
Duración:
96 min
País:
España
Director:
Manuela Moreno
Reparto:
Natalia de Molina, Úrsula Corberó, María Hervás, Celia de Molina, Brays Efe, Jim Arnold, Roger Berruezo
Distribuidora:
DeAPlaneta
Cómo sobrevivir a una despedida se ha presentado en la última edición del Festival de Málaga cosechando críticas no muy positivas. Que si el humor es de brocha gorda, que si es una burda copia de Resacón en Las Vegas a
la española y con mujeres, que si las situaciones son estúpidas y exageradas. Esto es lo que se podía esperar de la película y lo que podríamos haber dicho cualquiera sin ni siquiera visionarla. Una vez vista, son ciertas algunas de dichas afirmaciones pero también es cierto que las pretensiones del debut en el largo de Manuela Moreno no son otras que las de hacernos reír con ese tipo de humor que tanto funciona en España (os guste o no).
El humor facilón sobre temas escatológicos/sexuales suele ser sinónimo de risas. El problema es condenar el guión a una concatenación de hechos ridículos forzando la hilaridad, sin preocuparse por la trama. Moreno lo sabe y por ello ha escogido una situación idónea para fomentar la comicidad de su historia: una despededida de soltera. Es inevitable acordarse de Resacón en Las Vegas por la premisa de una boda y una noche de locuras con amnesia momentánea mediante (incluso tiene reminiscencias de Project X). Cómo sobrevivir a una despedida no oculta el carácter referencial a la película de Todd Philips -se permite hasta bromear con ello- y lo transforma para adaptarlo a la cultura española.
Cuatro
amigas -encabezadas por dos rostros conocidos como son Natalia de Molina y Ursulá Corberó- casi en su treintena con ganas de marcha
viajan a Canarias, junto a su amigo gay, para celebrar los últimos momentos de soltería de
una de ellas. Alcohol, desfases, sexo fácil, Spice Girls, y, al contrario que en
Resacón...,
aquí
hay lugar para ponerse más trascendentales: amistad
(in)quebrantable, romances fugaces o síndrome de Peter Pan.
Seguramente
Cómo
sobrevivir a una despedida
sea incapaz de repetir el éxito taquillero de Perdiendoel norte
porque su público objetivo es más reducido. Se trata de una
película hecha por chicas para chicas, por eso es más pudorosa con
las mujeres aunque los chistes de penes estén a la orden del día
-no podían faltar los topicazos. El cómo un grupo de amigas se
divierte sobrepasando el límite de la decencia está exagerado -sin
ser inverosímil- para fomentar el lado más salvaje y cachondo de la
película. Por momentos, la vis cómica -sobre todo si eres mujer de
una edad parecida a las protagonistas- sobrepasa la pantalla
consiguiendo la tan deseada carcajada. Sé que la película tiene
defectos pero me lo pasé bien con ella -objetivo cumplido- y pasa a
ser mi primer guilty
pleasure
del año.
6/10
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