Ya se acercan los últimos episodios de la décima
temporada y Mentes Criminales se está
preparando para un final atractivo con el fin de agradar a sus habituales
espectadores. Sin embargo, el capítulo 20 muestra un nivel bastante inferior a
pesar de las excelentes sensaciones que transmite al comienzo. Si quieres
recordar lo que sucedió en el recap anterior, clica aquí. ¡ALERTA SPOILERS!
El capítulo se centra en dos tramas pero
relacionadas ambas con la misma temática: el pasado. El pasado puede llegar a
ser realmente complicado de superar, y lo más difícil es perdonar a esa persona
que nos hizo daño u olvidar ciertos hechos que marcaron nuestro actual
presente. De esta forma la primera trama se basa en el suegro de Aaron Hotchner,
que es detenido por problemas de alzhéimer en una tienda. Éste culpa
continuamente a Hotchner de la muerte de su hija Haley. Recordemos que Haley
fue asesinada en temporadas anteriores por George Foyet, uno de los asesinos
que ha resultado más complicado de detener.
Por otra parte la unidad recibe un nuevo caso para
resolver. El escenario del crimen se encuentra perfectamente introducido al
principio del episodio con un plano secuencia en el que se muestra una mesa con
los cubiertos puestos, pero continuando con el plano se descubre la muerte de
cuatro personas atadas y con un tiro en la cabeza en la misma mesa. Este
comienzo impresiona creando unas altas expectativas, aunque más tarde la
pesadez de la trama producirá una gran insatisfacción. Mientras Hotchner tiene
que lidiar con su suegro, el equipo averigua que el asesino es un miembro de la
familia que todavía no han descubierto ya que en la mesa había cinco cubiertos y
tan sólo cuatro víctimas. A partir de este momento, la resolución del caso se
vuelve muy pesada basándose mayoritariamente en constantes interrogatorios, con
escasa acción.
Qué complicado resulta perdonar a una persona cuando
nos ha creado un daño irreparable en nuestro interior. En su momento Hotchner
trató de mantener a salvo a toda su familia cuando Foyet iba detrás de él y,
por supuesto, no es el culpable de la muerte de su esposa a pesar de que su
suegro lo culpe. Desde el punto de vista de éste último, se trata de su hija y
es lógico (aunque no racional) que trate de buscar un culpable en el entorno
más cercano. A pesar de ello, Hotchner no se lo tiene en cuenta y aparca el
rencor a un lado.
El episodio de esta semana reduce el alto nivel que
venía mostrando con anterioridad la serie. Obviamente, la trama del suegro es
excesivamente larga para la relevancia que tiene en realidad. Y el caso, sin
nada de acción ni siquiera trabajo de campo, se alarga hasta su resolución en
una historia de venganza que puede llegar a confundir al espectador. Sin duda,
los capítulos emocionantes vendrán con el cierre de temporada.
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