Título original:
Une estonienne à Paris (A Lady in Paris)
Año:
2012
Fecha de estreno:
24 de Julio de 2015
Duración:
94 min
País:
Francia
Director:
Ilmar Raag
Reparto:
Jeanne Moreau, Corentin Lobet, Laine Mägi, Ita Ever, Fabrice Colson, Patrick Pineau, Piret Kalda, Helene Vannari
Distribuidora:
Good Films / La Aventura
Una dama en París, película de Ilmar Raag, narra la historia de dos mujeres estonias que cruzan sus caminos en París. Estonia se presenta como un país frío, machista y desolador, donde una mujer esta atada a las obligaciones y tiene o debe dejar sus aspiraciones por sus deberes. El carácter estonio se refleja en la vida de esta gente más allá de sus propias fronteras. La invasión soviética hizo que la mayoría de estonios miraran a París como un lugar diferente, un sitio de libertad y pluralidad cultural, donde dejar esas ataduras y poder disfrutar de la vida de uno mismo. Tal como ha reconocido el propio Ilmar, esta película le viene de su madre, a al cual le consiguió trabajo en París, en su época de estudiante, como cuidadora de una anciana estonia que había querido suicidarse más de una vez.
En estas visicitudes nos encontramos con el personaje de Anne, una estonia cincuentona que está más que aplomada con su vida en Estonia. Le cambia la suerte ya que tiene que ir a cuidar a una anciana a París y pese a las primeras reticencias, accede. Allí se encuentra con Frida (Jeanne Moreau) una anciana terca y cansada de vivir, que vivió una época dorada antaño y que añora a todos los hombres que tuvo en su vida, que no fueron pocos. En especial echa de menos al que fue su amante en los últimos tiempos, Phillipe, hombre que aún se encarga de que ella esté siempre acompañada por una cuidadora. Frida es una mujer amargada, que tiene más ganas de pasar a la otra vida que luchar por estar en esta de un modo alegre y sin complicaciones. Cada vez que intenta salir le salen fantasmas del pasado o se encuentra con una antigua comunidad de estonios que le recuerdan que su vida de locura sentimental trajo problemas a más de uno, esto ella no lo acepta. Fue una mujer totalmente libre, que fue a París con la guerra y que ya no se movió, una vida de lujo y postureo que ahora a su edad se ve incapaz de sustentar, aunque se ve que no es más que una excusa.
La película busca ese sentimiento de soledad que no solo se da a edades tardías, si no que es más bien producto de una actitud pasiva hacia la vida. Cuando uno deja de salir, de ver a gente, de relacionearse con su alrededor es cuando cede, cede al desazón y al aburrimiento. Esto a avanzadas edades se ve como algo normal, pero no tanto en edades más tempranas, eso, claro está, no quiere decir que no pase. Todos tenemos épocas en las que no encontramos las fuerzas para lidiar con las vicisitudes de la vida y no es para crucificarse, hay que aceptarlo e intentar cambiarlo, aunque nunca es fácil.
Nos encontramos con una película amable, de bella factura y bien filmada. El guión o el desarrollo de la trama es simple, pero lleno de carga emocional y de detalles que hacen que empatices rápido con los protagonistas. Jeanne y Laine Mägi estan geniales, con unas actuaciones muy potentes. Ilmar Raag hace un gran trabajo, de los mejores después de Klass. Una pena que tarde casi tres años en aparecer esta película, aunque nunca es tarde.
7/10
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