Godzilla
Año:
2014
Fecha de estreno:
15 de Mayo de 2014
Duración:
123 min
País:
Estados Unidos
Director:
Gareth Edwards
Reparto:
Aaron Johnson, Ken Watanabe, Elizabeth Olsen, David Strathairn, Sally Hawkins, Bryan Craston, Juliette Binoche, CJ Adams
Distribuidora:
Warner
Olvídense
de aquella película de 1998 que Roland Emmerich hizo sobre Godzilla.
Entretenimiento descerebrado
para unos, bodrio a evitar para otros, el caso es que poco o nada
tenía que ver con sus verdaderos orígenes japoneses.
Godzilla,
aunque aquí en occidente no lo parezca, es el rey de los kaijus
(palabra japonesa que significa “bestia extraña” y que se
refiere al género de las películas de monstruos enormes arrasando
ciudades). Cómo no, fue él quien en 1954 abrió la veda a dicho
género con Japón, bajo el terror del monstruo (Gojira),
muy exitoso allí, por cierto. De hecho, existen hasta la fecha 28
películas sobre Godzilla producidas por la Toho, la famosa compañía
japonesa que posee sus derechos.
Curiosamente, la película de 1954 utiliza la figura de aquella bestia
gigante y temible como alegoría de la devastadora situación que
aquel día de agosto de 1945 produjo la bomba nuclear en Hiroshima.
Pero en contra de la visión estadounidense de los noventa, Godzilla,
al final, no es retratado tanto como monstruo destructor de ciudades
simplemente, sino que se le configura la identidad de un ser gigante
creado por la naturaleza para restablecer el equilibrio natural de
las cosas. Gojira, de hecho,
se erige como un antihéroe que lucha contra otros monstruos salvando
a la humanidad, creando destrozos alrededor por su magnitud pero no
por su maldad.
Thomas
Tull, coproductor de la película a través de Legendary Pictures, y
Brian Rogers siempre fueron fans de la película japonesa y se han
encargado de que su espíritu se haya conservado, por lo que buscaron
un director capaz de tener una visión más allá de la típica “peli
de monstruos”, y encontraron a Gareth Edwards, también fan de
Godzilla y había aportado una visión muy interesante al género con
Monsters, su debut
cinematográfico. Y aquí me parece que ya empiezan los aciertos del
Godzilla de Edwards,
que desde su gestación se ha acometido el proyecto con respeto al
original y con ganas de ofrecer algo más que un simple blockbuster
con monstruos.
Personalmente
me parece arriesgada la propuesta de ofrecer esa visión más humana,
en contra de una menor acción, dentro de una superproducción de
este tipo, por el cómo pueda reaccionar el público que acude a
comer palomitas y ver destrucción a cascoporro. Un riesgo loable y
digno de aplauso, que no cualquiera hubiera asumido. Así, en su 60
aniversario, nos llega un Godzilla totalmente distinto al que vimos
hace 15 años, para que os vayáis mentalizando.
Edwards
ha apostado por una visión lo más realista posible, de cómo podría
vivirse desde dentro estar en una ciudad que está siendo asediada
por un monstruo gigantesco. Y la verdad es que se nota su toque, en
todo momento te sientes inmerso en la situación, y no por los
efectos especiales, que ellos ayudan a la ambientación y a la
credibilidad de algo tan increíble, pero la sensación tan
personalizada del hecho es mano de su director.
Se
ha apostado, como es común, por acompañar con un drama humano la
acción, para hacer a los protagonistas sufridores más cercanos al
espectador. La pena es que este drama no tiene la misma intensidad
que la figura de Godzilla, que no es que los actores estén mal o
bien, es simplemente que la historia de ellos no da la talla o no
cala emocionalmente lo suficiente. Y eso que contamos con un reparto
bastante potente, encabezado con Aaron Johnson (Kick-ass,
Nowhere boy),
Elisabeth Olsen (Martha Marcy May Marlene)
y Ken Watanabe (Origen,
Cartas desde Iwo Jima,
El último samurái) y
acompañados por Sally Hawkins (Blue Jasmine),
Juliette Binoche (Chocolat,
El paciente inglés) y
Bryan Cranston (Breaking Bad).
Pero realmente con esta pega ya contábamos, pocas veces hemos
encontrado una película de estos géneros que tengan su historia
humana tan desarrollada y competente a la altura del nivel de acción
o de efectos especiales. Y el caso es que aquí sí se ha intentado,
al menos.
Donde
sí se ha conseguido sorprender y donde posiblemente gane más
adeptos este Godzilla
es en su apartado visual. Una verdadera pasada y donde sube muchos
enteros la película. Y ahí, como director de fotografía nos
encontramos a
Seamus
McGarvey. Seguramente no te suene su nombre, pero sí dos de las
películas donde ha colaborado y ha dejado su gran importan:
Expiación y Los
Vengadores. En ambas encontramos
escenas puramente visuales deliciosas y en Godzilla pasa otra vez lo
mismo. Se ha apostado por enfocar desde una mayor perspectiva las
escenas de acción, huyendo de las molestosas cámaras en mano
mareantes, pero sin perder intensidad por ello. Ojalá tomen nota
otras producciones de su estilo. De hecho, hay varias escenas que se
me han guardado en la mente, como el descenso de los HALOs saltando
en paracaídas atravesando el cielo ensombrecido y rojizo,
vislumbrando mientras la pelea entre Godzilla y Muto; o una de las
escenas en que la ciudad se queda sin luz a causa de los impulsos
electromagnéticos de Muto, y al rato empiezan a llover aviones.
Escenas de una belleza espeluznante que hablan del mimo y la
implicación de un equipo por dotar al proyecto de cierta alma. Y
bueno, si encima estas imágenes te las acompaña Alexandre Desplat
con su banda sonora... ya os hacéis una idea.
En
resumen, tenemos una película de ciencia ficción con un monstruo
gigante, buenos actores, cuidados efectos especiales, destacada
fotografía, banda sonora de nivel, respeto por la idea original e
incluso guiños a ella (el Dr. Serizawa, conocedor de todo lo
relacionado con Godzilla, utiliza el mismo nombre que el mismo
personaje de la película de 1954), buenas escenas de acción sin
saturar y dos horas donde te sientes transportado a otro universo.
Este Godzilla sí es el rey de las monster-movies
americanas.
7,5/10
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