Ain’t Them Bodies Saints
Año:
2013
Fecha de estreno:
9/5/2014
Duración:
105 min.
País:
Estados Unidos
Director:
David Lowery
Reparto:
Rooney Mara, Casey Affleck, Ben Foster, Nate Parker, Keith Carradine, Charles Baker, Heather Kafka, Frank Mosley, Rami Malek
Distribuidora:
Alfa Pictures
En un lugar sin ley se presenta como la historia de amor y separación de una pareja de delincuentes que finalmente tienen que rendir cuentas con la justicia. Bob, quien decide asumir la culpa de ambos, es condenado a veinticinco años de cárcel mientras que Ruth promete esperarlo fuera, junto al bebé que están esperando. El tiempo es implacable: Ruth lleva larga melena, Bob ha tratado de fugarse numerosas veces y el bebé ya es una niña de cuatro años. Él al fin conseguirá alcanzar la libertad, o casi, ya que no está dispuesto a poner tierra de por medio si no es junto a su familia, lo cual no será tarea en absoluto fácil.
Sin duda, se trata de una película aceptable, más por su fotografía que por su guión o sus interpretaciones (Cassey es el gran ejemplo de cuánto puede llegar a valer un apellido... sí, incluso el de Ben Affleck), dentro de la línea del cine independiente americano que se estila en estos últimos años. Iluminación en tonos ocres, atmósfera fría y pesadamente triste, interpretaciones absolutamente anodinas: eso y poco más es En algún lugar sin ley.
Con una historia poco original, al estilo de Bonnie & Clyde pero con pretensiones ligeramente existenciales, En un lugar sin ley viene a ser un neo-western que peca de soporífero en ciertos puntos, teniendo en cuenta los recursos con los que cuenta. Su lentitud no está justificada, así como la ausencia de acción durante largos tramos del film, de modo que el espectador no sabe si la película está tocando a su fin o si quizá se encuentra en el preámbulo de algún clímax argumental. El caso es que, desgraciadamente, no se trata de ninguna de las dos opciones.
Si bien en síntesis no se trata de un ejercicio que podamos considerar fallido, sí que es bastante palpable que David Lowery no ha estado a la altura de sus aspiraciones a la hora de realizar su película. Por otro lado, teniendo en cuenta que este es el primer intento serio del cineasta de introducirse en el mundo de los largometrajes, En un lugar sin ley resulta más que aceptable, sobre todo en el aspecto técnico.
A pesar de todo, nos presenta un guión con lagunas fatales, con una introducción ciertamente confusa (y, lo que es peor, totalmente prescindible) y un final demasiado precoz y desconcertante, a pesar de su previsibilidad desde poco después de la mitad de la historia. Se trata de una película que deja gusto a nada, y que a grandes rasgos cumple (por los pelos) una función de entretenimiento. ¿El problema? Que desde el primer minuto hasta el último, queda más que patente que En un lugar sin ley no pretende, precisamente, entrener; pretende ir más allá, hacia un espacio de reflexión y de drama que no consigue calar en el espectador.
En definitiva, otra historia de tantas sobre el ansia de libertad, de encontrar un lugar donde olvidar y, principalmente, sobre el amor que todo lo aguanta pero que, lamentablemente, no puede detener las balas.
5/10
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