Dom Hemingway
Año:
2013
Fecha de estreno:
23 de Mayo de 2014
Duración:
93 min
País:
Reino Unido
Director:
Richard Shepard
Reparto:
Jude Law, Richard E. Grant, Demian Bichir, Emilia Clarke, Jumayn Hunter, Madalina Ghenea, Kerry Condon
Distribuidora:
Fox
Jude
Law.
Seguramente
sea el motivo de muchos para llegar hasta Dom Hemingway y,
además, es el gran (y casi único) aliciente que merece la pena de
su visionado.
Da
gusto ver cuando un actor se mete tan de lleno en un personaje, ya no
sólo por decidir alterar su peso (en este caso aumentar 13 kilos,
nada menos), sino sintonizar de lleno con su forma de pensar y
sentir. De hecho, se dice que al terminar el rodaje, el propio Jude
Law decidió enterrar, literalmente, la prótesis dental de su
personaje, junto a sus compañeros de reparto, para así finalizar
por todo lo alto su relación durante todo un año de rodaje.
“Dom
Hemingway es Jude Law. Y tú no.” dice la frase promocional de la
película, haciendo gala del tono jocoso que tiene la película. Pero
no les falta razón alguna. Jude Law ES Dom Hemingway y
seguramente sea el único capaz de serlo. Si fuera otro, no
hablaríamos de este personaje ni mucho menos de esta película.
El
actor británico nominado dos veces al Oscar y ganador de un BAFTA,
ha hecho infinidad de papeles destacados y muy variados, pero ha
reconocido que nunca se había enfrentado a un papel como el de Dom
Hemingway, con tal intensidad. Hemingway es locura, verborrea,
desinhibición, frenetismo, descaro, chulería, egocentrismo, ira
incontrolada. También tiene su lado humano, pero oculto en alguna
parte debajo de ese hígado hinchado por tantas pintas. Y, desde
luego, es un completo desastre. Un desafortunado de cojones. Un
ladrón de cajas fuertes, el mejor según dicen, que se ha pasado 12
años en la cárcel por no delatar a su jefe. Ello le ha costado
perder su relación con su hija y perderse los últimos años de vida
de su mujer, fallecida a causa de una enfermedad. Ahora quiere que
Mr. Fontaine, su jefe, le dé lo que le corresponde, a la par que
intentará reconquistar a su hija Evelyn.
La
película podría pasar por una copia más o menos vistosa de Guy
Ritchie con dosis extra de chulería si no fuera porque los demás
personajes, y el guión en general, no tienen ni la mitad de chispa
que el protagonista. Y, aunque en raras ocasiones funcione, por lo
general un personaje por sí mismo no levanta una película. Tiene
que haber un mínimo detrás que levantar, en lo que apoyarse.
Sí,
tiene un estilo visual impactante, que intenta ser su baza, pero sólo
funciona a ratos por culpa de un guión mal dosificado. Todo está
muy pasado de rosca, rozando la delgada línea del ridículo, y
cuando se intenta tirar por la consabida y esperaba vertiente
redentora, se acaba por caer finalmente. Hay ideas pero no del todo
explotadas. El compañero de Hemingway, ese setentero Richard E.
Grant que nos recuerda vagamente a Christopher Walken pero con menos
salero, no llega a ser en gran contrapunto que se espera de él. Mr.
Fontaine y Lestor, los jefes para los que Hemingway trabajará,
carecen de intensidad, y los personajes femeninos, directamente, se
han molestado poco en darles personalidad como para que te acuerdes
de ellos siquiera al terminar la proyección.
Lo
mismo ocurre con la historia. Empieza con una escena llamativa para
enganchar rápido al espectador, pero pronto destapa todas sus
cartas, y ves que debajo de esa lengua afilada y cuatro planos
resultones, la película carece de una espina dorsal seria. Pura
fachada.
Así,
por mucho que duela ver como un actor se desnuda e intercambia su
piel durante noventa minutos por un personaje para darle vida
mientras los demás le acompañan cual procesión, hay que pegar un
tirón de orejas a Richard Shepard por conformarse con tal
mediocridad, cuando, de haber desarrollado los demás personajes y la
historia con el mismo ahínco que le ha puesto a Dom Hemingway,
podríamos hablar de una comedia descarada bastante destacable. Pero
no es el caso.
Si
aun con estas, te pica la curiosidad de ver qué ha sido capaz de
hacer Jude Law por la película, no seré yo el que te quite la
ilusión. Y eso, que desde el cartel no nos engañan, Dom
Hemingway es, solamente, enteramente y únicamente, Jude Law.
4,5/10
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