lunes, 19 de mayo de 2014

Big Bad Wolves. Lobo aullador, colmillos de leche.

Título original:
Big Bad Wolves
Año:
2013
Fecha de estreno:
21 de Mayo de 2014
Duración:
110 min
País:
Israel
Director:
Aharon Keshales, Navot Papushado
Reparto:
Lior Ashkenazi, Tzachi Grad, Rotem Keinan, Dov Glickman, Menashe Noy, Dvir Benedek
Distribuidora:
Filmax


La violencia posee una extraña y enfermiza atracción en el ser humano. Es innegable que forma parte de nosotros y quizás por ello sintamos ese oscuro y morboso placer con las películas de venganzas. Sabemos que está mal, que la violencia genera violencia, pero en lo más recóndito de nuestra mente, ahí, agazapado, se encuentra un malévolo enanito frotándose las manos cuando se está “ajusticiando” a un malhechor.
Los israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado, utilizan esto para ofrecer un thriller tenso, pero a la vez adornado de comedia negra, pues ya se sabe que el humor es la mejor arma para criticar cualquier cosa.

En Big bad wolves, son tres los lobos que encontramos. El primero, el padre de una niña violada, torturada y cruelmente decapitada, a manos de un asesino pedófilo que aún anda suelto. Este padre hará todo lo posible para vengar a su hija. El segundo, un policía de dudosa moral que sigue de cerca la pista del principal sospechoso de este caso. Y el tercero es, como no, el principal sospechoso, un profesor de religión que niega, una y otra vez, tales acusaciones.
La película ya desde el principio deja entrever por dónde irán los tiros, formalmente hablando, tanto para bien como para mal. En los créditos iniciales se hace gala de un prólogo, donde se narra, con un marcado estilo visual muy cuidado y pomposo, la desaparición de esta niña. Los hay quien tras ver este prólogo, ya seguramente la tildarán de obra maestra sin tan siquiera ver el resto, entre los que me figuro entrará el señor Tarantino que sentenció con la frase “La mejor película del año”, que luego ha servido como promoción absoluta de la película. A este grupo los llamo yo “los empalmados”.

 

Y es que, si bien no está de más cuidar el estilo visual, ni mucho menos, ser rimbombante innecesariamente tampoco lo considero una virtud. Y esto se estila mucho últimamente, meter cámaras lentas para parecer cool y crear la sensación de vistosidad con la ley del mínimo esfuerzo. ¡Un saludo, Paco León!
Pero no me malinterpreten, la película no empieza tan mal, ni siquiera es mala en general, pero me da la sensación de que se la ha encumbrado demasiado y hasta ella misma parece gustarse demasiado en algunos momentos, y acaba dejando de lado el desarrollo de los personajes, algo clave en esta película. Y claro, cuando todos encumbran algo simplemente decente pero no magnífico, te ves un poco forzado a compensar dicha situación acentuando lo malo. Espero que al final de la crítica cada uno sepa canalizar lo bueno y malo de Big bad wolves y tenga su propia idea de si le merece la pena.

Cuando hablo de un mal desarrollo de personajes, me refiero a que no están del todo bien perfilados y tampoco llegan a tener un recorrido en la trama donde evolucionen. Tal como llegaron, se van de la película. Y hablando de una película sobre las emociones humanas, marcarse personajes tan unidimensionales me parece todo un desacierto. El padre de la niña, por ejemplo, parece un mafioso que ajuste cuentas con un lacayo poco eficiente o con deudas pendientes, pero nunca muestra sentimientos de un padre dolorido por la muerte de su hija, ni rabia contenida o desatada. Tan sólo es un psicótico enfermizo de la venganza.
El policía tiene su excusa, y es que la idea de sus directores es ridiculizar la ineficacia policial. Vale, de acuerdo, pero cuando ciertos hechos acontecen ya de cara al final, ahí hay que darle mayor emoción, y, una vez más, no la hay.
Pero el personaje más importante a mi parecer, el supuesto asesino, y tampoco es que esté mejor trabajado. Me parece un acierto que no se muestren las pruebas de su culpabilidad, para así acentuar la duda. Pero, no hubiera estado de más que en esa duda se acentuaran ambas posibilidades: pues sino luego corres el riesgo de que el final quede un tanto tramposín. De todas formas, es el personaje que más me gusta de los tres, su construcción, pero eso no quita que me defraude su desarrollo y piense que, al final, se ha tirado por la vía fácil. Estuve durante buena parte del metraje deseando justo lo contrario, que fuera valiente la película. No hubo suerte.


Pese a este contratiempo serio, lo mejor de Big bad wolves, aparte de su efectismo violento y una buena banda sonora que hasta incluye un tema de Ennio Morricone, es, justamente, el guión. Sabe dosificar su historia para que, sin que ocurran cosas verdaderamente sorprendentes, todo se tome su tiempo y se vaya desgranando la acción poco a poco, teniendo al espectador siempre enganchado a la trama. No tira tanto del gore como se ha dicho, se corta bastante de hecho, lo cual, dada su vertiente a llamar la atención, lo considero acertado. Lo que no considero tan acertado es esa comedia negra demasiado tibia, muy de hechos puntuales más que de un tono general, donde prima más el thriller.

En resumidas cuentas, tenemos un thriller con toques de comedia negra, solvente y efectivo, pero que no explota su crítica moral debidamente y con unos personajes poco perfilados. Que dividirá a los espectadores entre empalmados o un tanto desilusionados por las altas expectativas con que te la venden. Una entretenida película de venganzas con el toque exótico de su nacionalidad.

6,75

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