Big Bad Wolves
Año:
2013
Fecha de estreno:
21 de Mayo de 2014
Duración:
110 min
País:
Israel
Director:
Aharon Keshales, Navot Papushado
Reparto:
Lior Ashkenazi, Tzachi Grad, Rotem Keinan, Dov Glickman, Menashe Noy, Dvir Benedek
Distribuidora:
Filmax
La
violencia posee una extraña y enfermiza atracción en el ser humano.
Es innegable que forma parte de nosotros y quizás por ello sintamos
ese oscuro y morboso placer con las películas de venganzas. Sabemos
que está mal, que la violencia genera violencia, pero en lo más
recóndito de nuestra mente, ahí, agazapado, se encuentra un
malévolo enanito frotándose las manos cuando se está
“ajusticiando” a un malhechor.
Los
israelíes Aharon Keshales y Navot Papushado, utilizan esto para
ofrecer un thriller tenso, pero a la vez adornado de comedia negra,
pues ya se sabe que el humor es la mejor arma para criticar cualquier
cosa.
En
Big bad wolves, son tres los
lobos que encontramos.
El primero, el padre de una niña violada, torturada y cruelmente
decapitada, a manos de un asesino pedófilo que aún anda suelto.
Este padre hará todo lo posible para vengar a su hija. El segundo,
un policía de dudosa moral que sigue de cerca la pista del principal
sospechoso de este caso. Y el tercero es, como no, el principal
sospechoso, un profesor de religión que niega, una y otra vez, tales
acusaciones.
La
película ya desde el principio deja entrever por dónde irán los
tiros, formalmente hablando, tanto para bien como para mal. En los
créditos iniciales se hace gala de un prólogo, donde se narra, con
un marcado estilo visual muy cuidado y pomposo, la desaparición de
esta niña. Los hay quien tras ver este prólogo, ya seguramente la
tildarán de obra maestra sin tan siquiera ver el resto, entre
los que me figuro entrará el señor Tarantino que sentenció con la
frase “La mejor película del año”, que luego ha servido como
promoción absoluta de la película. A este grupo los llamo yo “los
empalmados”.
Y
es que, si bien no está de más cuidar el estilo visual, ni mucho
menos, ser rimbombante innecesariamente tampoco lo considero una
virtud. Y esto se estila mucho últimamente, meter cámaras lentas
para parecer cool y
crear la sensación de vistosidad con la ley del mínimo esfuerzo.
¡Un saludo, Paco León!
Pero
no me malinterpreten, la película no empieza tan mal, ni siquiera es
mala en general, pero me da la sensación de que se la ha encumbrado
demasiado y hasta ella misma parece gustarse demasiado en algunos momentos, y
acaba dejando de lado el desarrollo de los personajes, algo clave en
esta película. Y claro, cuando todos encumbran algo simplemente decente pero no
magnífico, te ves un poco forzado a compensar dicha situación
acentuando lo malo. Espero que al final de la crítica cada uno sepa
canalizar lo bueno y malo de Big bad wolves
y tenga su propia idea de si le merece la pena.
Cuando
hablo de un mal desarrollo de personajes, me refiero a que no están
del todo bien perfilados y tampoco llegan a tener un recorrido en la
trama donde evolucionen. Tal como llegaron, se van de la película. Y
hablando de una película sobre las emociones humanas, marcarse
personajes tan unidimensionales me parece todo un desacierto. El
padre de la niña, por ejemplo, parece un mafioso que ajuste cuentas
con un lacayo poco eficiente o con deudas pendientes, pero nunca
muestra sentimientos de un padre dolorido por la muerte de su hija,
ni rabia contenida o desatada. Tan sólo es un psicótico enfermizo
de la venganza.
El
policía tiene su excusa, y es que la idea de sus directores es
ridiculizar la ineficacia policial. Vale, de acuerdo, pero cuando
ciertos hechos acontecen ya de cara al final, ahí hay que darle
mayor emoción, y, una vez más, no la hay.
Pero
el personaje más importante a mi parecer, el supuesto asesino, y
tampoco es que esté mejor trabajado. Me parece un acierto que no se
muestren las pruebas de su culpabilidad, para así acentuar la duda.
Pero, no hubiera estado de más que en esa duda se acentuaran ambas
posibilidades: pues sino luego corres el riesgo de que el final quede
un tanto tramposín. De todas formas, es el personaje que más me
gusta de los tres, su construcción, pero eso no quita que me
defraude su desarrollo y piense que, al final, se ha tirado por la
vía fácil. Estuve durante buena parte del metraje deseando justo lo
contrario, que fuera valiente la película. No hubo suerte.
Pese
a este contratiempo serio, lo mejor de Big bad wolves,
aparte de su efectismo violento y una buena banda sonora que hasta
incluye un tema de Ennio Morricone, es, justamente, el guión. Sabe
dosificar su historia para que, sin que ocurran cosas verdaderamente
sorprendentes, todo se tome su tiempo y se vaya desgranando la acción
poco a poco, teniendo al espectador siempre enganchado a la trama. No
tira tanto del gore como se ha dicho, se corta bastante de hecho, lo
cual, dada su vertiente a llamar la atención, lo considero acertado.
Lo que no considero tan acertado es esa comedia negra demasiado
tibia, muy de hechos puntuales más que de un tono general, donde
prima más el thriller.
En
resumidas cuentas, tenemos un thriller con toques de comedia negra,
solvente y efectivo, pero que no explota su crítica moral
debidamente y con unos personajes poco perfilados. Que dividirá a
los espectadores entre empalmados o un tanto desilusionados por las
altas expectativas con que te la venden. Una entretenida película de
venganzas con el toque exótico de su nacionalidad.
6,75
"El hombre es un lobo para el hombre" (Hobbes)
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