Slow West
Año:
2015
Fecha de estreno:
16 de Octubre de 2015
Duración:
84 min
País:
Reino Unido, Nueva Zelanda
Director:
John Maclean
Reparto:
Kodi Smit-McPhee, Michael Fassbender, Ben Mendelsohn, Caren Pistorius, Edwin Wright, Andrew Robertt
Distribuidora:
Betta Pictures
Hubo un tiempo en el que el
western era el género por excelencia. Con un solitario personaje protagonista,
capaz de acabar con cualquier tipo de amenaza de manera implacable, liberando a
un pueblo de verse consumido por las fauces de villanos algo unidimiensionales.
El western fue perdiendo fuerza, pero se ha mantenido presente con grandes
joyas del cine con el paso de las décadas. Desde Clint Eastwood a Quentin
Tarantino, cineastas de prestigio han experimentado con este prolífico género,
recogiendo el testigo de maestros como John Ford y Sergio Leone, que dejaron
para la posteridad algunos de los mejores títulos de la historia. Este género
es idóneo para reflejar la lealtad y las metas idealizadas en unas aventuras en
las que estamos deseando involucrarnos, y en 2015 el western sigue estando a la
orden del día. John Maclean se ha trasladado a esos parajes vírgenes de la reclusoria
a la par que globalizadora tecnología moderna, ofreciendo una ópera prima que
invita a apuntar su nombre en la lista de reveladores cineastas que pueden dejar
su marca en los próximos años.
Maclean debuta con Slow West de la mejor manera posible.
Este potente relato centrado más en la imagen que en la palabra se hace aún más
sólido gracias a la brevedad de su metraje, que se convierte en una sucesión de
personajes y ambientes llamativos. El hecho de que los diálogos no tengan una
presencia abrumadora no mella el poder narrativo de la película, que impacta
con un gran trabajo estético de Maclean. La personalidad del director queda reflejada
en cada secuencia, con planos que impiden desconcentrarse y perder el interés
en el joven Jay Cavendish. Maclean demuestra ser un monstruo visual a nivel
técnico y artístico, algo que ya dejó claro con su maravilloso cortometraje Pitch Black Heist, que al igual que su
primer largo recurría a un género popular, como el de los robos, para
introducirse en una historia más personal.
Slow West no deja de ser un drama coming-of-age que cambia el
atosigante y manido instituto por los bosques norteamericanos. El romance es el
motor de las motivaciones del protagonista, aunque al igual que en títulos que
se acercan a la cambiante mentalidad adolescente con maestría como The Spectacular Now y Me and Earl and the Dying Girl, el amor
es el simple pretexto para vivir una aventura que sirve para madurar de manera
definitiva. Kodi Smit-McPhee parece la elección perfecta para encarnar al
complejo protagonista, tras dejar sin palabras con su prematuro trabajo en el
fantástico remake americano de Déjame entrar, el joven actor sigue sumando títulos
interesantes a su filmografía. El encargado de ejercer de su mentor, que
tampoco es un personaje fácil de conocer, es Michael Fassbender, que ya ha
trabajado en repetidas ocasiones con Maclean. Los objetivos dispares de este
hombre y el adolescente a punto de convertirse en uno hacen que la trama no sea
monótona, a pesar de que todo conduzca irremediablemente a un escenario final
en el que se demuestra su consolidada relación.
Sería injusto no hacer mención a
Ben Mendelsohn, que aparece brevemente, pero que como suele ser habitual, se
come la pantalla en cada segundo en el que se deja ver. Resulta satisfactorio
ver Slow West, ya que es la prueba de
que el cine está tan vivo como en la gran época en la que talentosos directores
encontraban en el western el refugio perfecto para contar historias
fascinantes.
7/10
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