Ya disponible el nuevo capítulo de la serie Modern Family, el cuarto de esta séptima temporada, llamado She Crazy. Después de tantos episodios, las series empiezan a coger ese tinte de "esta temporada va a ser la última". Sin embargo, Modern Family sigue con muy buena audiencia. Puedes rememorar lo que pasó en el capítulo anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Este capítulo vuelve a retomar la trama que dejó coleando el episodio anterior, cuando Phil encontró abandonados unos huevos de pato. Muy decidido, construye -con ayuda de Lily- una auténtica ciudad en miniatura para ellos, aunque los huevos no eclosionan y la familia opine que no lo van a hacer.
Por supuesto, pasan un montón de calamidades (los huevos salen volando, cruzan una carretera, etc.), pero al final eclosionan y de ellos nacen tres patitos que no dejan de seguir a Claire a todas partes, pues era la que en ese momento estaba en casa.
Eso resulta ser el broche de oro para la mujer de un día terrible, en el que trata de impresionar a los directivos de la empresa de su padre -en la que trabaja- con nuevos diseños de armarios. Unos diseños, sin embargo, que de nuevos tienen poco. Trata de venderlos mejor más tarde, tomando café en una terraza, pero se llena de comida para patos (que compró Phil y terminó en su bolso) y entonces es atacada por multitud de palomas.
Admiración
Otro día terrible lo tiene Gloria. Realmente obsesionada con una telenovela y su actriz principal (quien se le parece mucho), decide stalkearla un poco visitando el hotel en el que se aloja en la ciudad, para conocerla y así poder ser mejores amigas. Su hijo también tiene interés en una nueva chica llamada Chelsea (va a chica por episodio), pero no encuentra el valor suficiente para hablar con ella.
Gracias a su madre, Manny consigue quedar con Chelsea para el día siguiente. Pero solo lo consigue al ver a su madre como una humana más: resulta que cuando Gloria se encuentra con la actriz que tanto le gusta, solo consigue soltar cuatro alaridos, demostrando que no tienen tanta confianza en sí misma como pueda parecer.
Bromosexual
Cam y Mitchell han alquilado el piso de arriba a un trió de estudiantes universitarios que están todo el día armando jarana, comandados por Cam, que a palabras de su marido ha sacado su faceta más bromosexual. De bro, colega. Aquello tiene a Mitch preocupado, pues se pasan todo el día entre bromas y pasándose el balón dentro de su salón.
Mientras acompaña a su sobrino Luke en sus prácticas de coche, Mitch se da cuenta de que puede que esté celoso de que Cam pase tiempo con otra gente, y es eso lo que le molesta. En pleno paseo, encuentran al hombre por la calle, acompañado de una cabra que acaba de robar siguiendo las indicaciones de sus nuevos amigos. No tardan mucho (como hacen siempre) en pedirse disculpas mutuas por su comportamiento y volver a ser la pareja adorable que son a simple vista.
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