El sábado llegó el
esperado estreno de la novena temporada de Doctor Who y lo hizo con el episodio
“The Magician's Apprentice”, episodio dirigido por la aclamada directora del
episodio “Blink” y escrito por el showrunner y más que conocido Dios del fandom
Steven Moffat, un movimiento que esperaba crear una expectación máxima por los
resultados que había dado este par en su última unión. Lo cierto es que, pese a
que el episodio trajo consigo algunas sorpresitas no esperadas que han
alcanzado para encandilar al acérrimo seguidor, ha sido un flojo episodio donde
la colección interminable de golpes de efecto y revelaciones escasamente
trabajadas, han devorado por completo la narración. Sobre eso estaremos
profundizando en las próximas líneas y toca avisar que esto no es un recap, por
lo que destriparemos el episodio aunque sí trataremos los temas generales de la
trama que hasta el sábado habían estado ocultas. Avisado estás si deseas
continuar.
Cuando no hay narración...
Uno de los logros de
la octava temporada fue reemplazar al Doctor de un solo chiste encarnado por
Smith para depositar en su lugar a un Doctor como el de Peter Capaldi, apostando
fuerte por su desarrollo como personaje. Lo que se vio el sábado ha estado más
cerca de una versión avejentada de Matt Smith que del propio Doctor de la
octava temporada, pues Moffat ha caído deliberadamente en la trampa en su afán por
ocupar una importante parte del episodio en un alargado chiste de anacronismos.
Otro de los personajes que sufrió esto fue el de Missy, la cual básicamente ha
vuelto (sin explicación alguna de momento) para lucir sus poses y frases
extravagantes sin tener el episodio más función que el de un triste fanservice.
Y es uno de los vicios más añejos del showrunner actual, no saber cuándo parar
de usar a sus a sus creaciones: River Song apareció hasta en la sopa, Los
Angeles aparecieron tanto que perdieron su encanto, Los Pond habían tenido una
gran despedida pero tuvieron que volver para que Moffat los despidiera nuevamente
en unos de los peores capítulos de la historia de la serie (The Angels take
Manhattan), y un largo etcétera.
La necesidad de que
los tics reconocibles acaben comiendo cualquier personalidad que pueda tener el
personaje es lo que ha hecho de esta última etapa de Doctor Who algo tan
superficial y volátil, que ha dejado tan poca huella y ha aportado tan pocos
episodios recordables. Este debut de temporada ha sido otro recordatorio de que
esos defectos están presentes y habrá que seguirlos masticando por un tiempo.
Pero lo peor del capítulo
ha sido, sin embargo, que ha carecido por completo de algo que contar; ha sido
una introducción demasiado larga hacia la nada ya que ni siquiera la principal
atracción del episodio es una idea tan imaginativa como para no intuir desde ya
como puede acabar.
El episodio ha
avanzado a fuerza de golpes de efecto, intentando captar nuestra atención desde
el arranque con la aparición de un viejo personaje de las aventuras clásicas
del Doctor y agregando matices desconocidos a su relación. Luego debemos
toparnos con Missy, presuntamente muerta, que vuelve (como se había visto ya en
varios avances) y para colmo todavía nos espera otra revelación sobre el final
(y van…), trucos para que el público no se levante al baño sobre todo en esos
momentos en que el episodio claramente se ha estancado (aburridísimo segmento
inicial de la búsqueda del Doctor y alargadísimo show de un Doctor
irreconocible en plena Edad Media).
Es tal la necesidad hacer
un capítulo que arda en las redes sociales que a las múltiples revelaciones ‘impresionantes’,
se les agrega uno de esos cliffhangers típicos de Moffat que dejan varios
frentes abiertos para el siguiente episodio. Pero siendo sinceros, ¿De verdad
pretenden emocionarnos con algo así? En una serie donde acabamos de presenciar
el mágico revivir de un personaje y donde ya se ha anunciado oficialmente el regreso
de River Song (pesados) en algún momento de la temporada, ¿se puede esperar que
algo sea permanente en esta serie? ¿Se puede siquiera soñar que no exista un
giro rocambolesco que permita que todo vuelva al cansador status quo de la
serie?
En definitiva, el
regreso de Doctor Who ha sido muy flojo, pero a diferencia del fallido inicio
de la octava temporada, “The Magician's Apprentice” da la sensación de ser exactamente
lo que ha querido ser, por lo que debemos enfrentar que tenemos un equipo de
producción que hace del despropósito un triunfo (y esto desde hace varios años
ya). Mucho miedo da, pues, lo que viene y puede que volvamos a enfrentar una
temporada donde algún capítulo suelto sea lo único rescatable del año.
Esperemos que no sea así y que las ideas vuelvan a florecer, ya que la
imaginación en este episodio se ha limitado sólo al excelente sentido del
título.
Creo q no podría estar más en desacuerdo con vos. Me cuesta mucho pensar en un inicio de temporada más fuerte que este... De hecho coincidiría con vos si estuvieras hablando del inicio de la 8va, pero este capítulo fue muy fuerte. Ok hubo cosas q no se explicaron y q puede ser q hayan resultado cómodas como la reaparición de missy sin explicación, pero el hilo argumental del capítulo es increíble, vamos... Estamos hablando del inicio de los daleks, no podes decir que es un capítulo que no dice nada. A diferencia de la 8va temporada, que recién tuvo un buen capítulo con listen (y para llegar a él tuvimos que soportar el capítulo de Robin hood), la 9na nos ofreció 3 primeros capítulos geniales con clifhangers muy logrados y resoluciones ingeniosas. Creo q después de una temporada 8 algo floja, el doctor esta recuperando el ritmo
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