Kuma
Año:
2012
Fecha de estreno:
14 de Febrero de 2014
Duración:
93 min
País:
Austria
Director:
Umut Dag
Reparto:
Nihal G. Koldas, Begüm Akkaya, Vedat Erincin, Murathan Muslu, Alev Imak, Aliye Esra Salebci, Ethem Saygieder
Distribuidora:
Karma Films
Presentada
en la sección panorama de la 62º Berlinale, La segunda mujer
supone el debut en el largometraje de Umut Dag. En aquella ocasión
fue Parada, la sátira homosexual serbia de Srdjan Dragojevic
la que triunfó, pero sirvió para promocionar la película del kurdo
afincado en Viena.
Quizás,
a día de hoy, por su escaso bagaje aún, a Umut Dag se le conoce más
(quien lo conoce) por ser discípulo de Michael Haneke. Pero mejor
esto a que no hablen de ti, supongo. El caso es que en La segunda
mujer, poco de lo que vemos nos recuerda al cine del austriaco, salvo
cierta escena del pasillo (la reconocerán cuando la vean).
La
película nos sitúa en la boda de Ayse y Hasan en Turquía. Ayse no
parece muy contenta... y pronto descubriremos el por qué. Y es que,
en realidad, Ayse no se ha casado con Hasan, sino con su padre, a
petición expresa de su mujer a raíz de su enfermedad, para que
cuide de él y de la familia cuando ella no esté. Pero esta decisión
no es bien recibida por las hermanas de Hasan.
Esta
práctica de la segunda esposa no es lo más común en Turquía, pero
sí puede darse el caso en situaciones excepcionales y en algunas
regiones, como ha reconocido el director, ya que él mismo conoció
casos, que le sirvieron de base para la idea de la película.
Realmente, la acción de la película sucede prácticamente en su
totalidad en Viena, en un barrio de inmigrantes donde reside la
familia de Hasan, pero la película no trata sobre la integración,
sino una observación de una familia y cómo reacciona frente a la
integración de un nuevo miembro. Como punto de partida para la
película y como debate moral sobre la familia y las costumbres de
ciertas culturas es bastante interesante, el problema comienza cuando
el resto de la película no es tan interesante como promete ser.
Del
drama familiar al culebrón hay una delgada línea, y la película de
Umut Dag la cruza en alguna que otra ocasión. Prefiere centrarse
únicamente en los personajes femeninos, cosa que me parece correcta,
pero no puede dejar tan desdibujado al personaje de Hasan cuando
forma parte activa, aunque sea de rebote, de la trama. El peso de la
película lo llevan Begüm Akkaya y Nihal G. Koldas, que hacen de la
segunda y primera mujer, respectivamente. La relación entre ellas
dos es la base de la historia que cuenta y ellas saben darle la
fuerza necesaria a sus interpretaciones como para que sus personajes
tengan cierto atractivo. Sin embargo, el mayor lastre es a nivel
narrativo, donde ciertas elipsis confunden más que ayudan (de hecho
me refiero sobre todo a una en concreto que sucede entre un hospital
y un funeral, que situada entre esas escenas en concreto y sin previa
información al respecto, sugiere una cosa que no se quiere dar a
entender, por lo cual me parece un recurso mal empleado) y el
exagerado uso de fundidos a negro fragmenta constantemente el ritmo
de la película, pareciendo no avanzar satisfactoriamente. Además,
se sugieren ciertas ideas que luego se acaban olvidando, como el ojo
morado de la hermana mayor, deduciendo malos tratos de su marido,
pero luego no se vuelve a sacar el tema ni acaba aportando nada.
Sumado
a ésto, se añade un romance a la trama que, lejos de añadir
profundidad, lo que acentúa es el tinte culebronesco.
Y
sólo al final, en la secuencia del pasillo que comentaba se
vislumbra un poco el toque Hanekiano, parece recobrar el brío
perdido, pero se antoja ya muy tarde.
Da la impresión de que se podría haber sacado más sustancia a la historia y que ha quedado algo desaprovechada.
Y
ojo, no hablamos de una mala película, ni mucho menos, tiene su
cierto interés, pero le pesa más lo que puedo ser, que lo que acaba
siendo realmente. Y esa es una losa difícil de llevar...
Esperemos
que estos fallos, sobre todo a nivel de guión, los vaya puliendo
Umut Dag en sus siguientes proyectos.
6/10
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