Título original:
Mr. Peabody & Sherman
Año:
2014
Fecha de estreno:
07 de Marzo de 2014
Duración:
92 min.
País:
Estados Unidos
Director:
Rob Minkoff
Reparto:
Animación
Distribuidora:
Fox
Quizás
en España no sean tan conocidos, pero Peabody y Sherman tienen su
origen en la serie de animación de los 60 Las
aventuras de Rocky y Bullwinkle.
Bajo este nombre englobamos las dos series conocidas como Rocky
and His Friends (1959–1961) y The Bullwinkle Show
(1961–1964), ambas producidas por Jay Ward y en las cuales se
introducía un segmento llamado Peabody’s Improbable History
protagonizado por un perro de
extremada inteligencia llamado Peabody y su hijo adoptivo, Sherman,
que, a través de una máquina del tiempo, se dedicaban a viajar a
los más importantes hechos históricos del pasado, siempre en clave
de comedia. Con un dibujo de apariencia sencilla como si fuera
dibujado por un niño, en cambio tenía unos diálogos más propios
del lenguaje adulto, con numerosas referencias culturales, más
enfocadas a un público de mayor edad, pero siempre sin renunciar a
un tono amable.
Estos
dibujos de culto para cierto sector han sido rescatados por
Dreamworks y Rob Minkoff, co-director de la reputada El rey
león de Disney, entre otras;
conservando su esencia, su tipo de humor y personajes, pero con la
tecnología y el enfoque a las nuevas generaciones.
En
esta nueva aventura de Peabody y Sherman, se nos presenta brevemente
a los personajes (esencial e importante para que la pueda disfrutar
todo el mundo sin necesidad de conocerlos previamente) y rápidamente
nos introduce en la cuestión, donde Peabody educa a su hijo
enseñándole in situ
sobre los principales hechos históricos del pasado gracias al
“Vueltatrás”, su particular máquina del tiempo. Pero el
conflicto viene cuando Sherman se pelea en el colegio con Penny y
Peabody invita a ésta y sus padres para apaciguar las cosas, antes
que la Sra. Grunion consiga quitarle la custodia de Sherman. Pero
mientras Peabody impresiona a los padres de Penny, ésta y Sherman se
embarcarán sin permiso en el Vueltatrás, abriendo la veda a las más
alocadas y divertidas aventuras.
Tras
el leve tropiezo de Dreamworks con Turbo,
vuelven al buen camino y sabor de boca que supuso Los
Croods
(la cual está nominada a los Oscars) y que seguramente seguirá
adelante este verano con Cómo
entrenar a tu dragón 2. Y
lo hacen con esta apuesta arriesgada, al menos en nuestro país,
donde los personajes no son tan conocidos, con esa mezcla de diseño
infantil pero didáctico (un poco al estilo de la serie de animación
francesa Érase
una vez...
de Albert
Barillé),
y ese humor y lenguaje más adulto. Arriesgado porque puede dejar más
indiferente a los niños y llamar poco la atención de los adultos
para que vayan a verla, como ha sucedido ya en otras ocasiones. Pero
para eso estamos aquí, para animarlos.
La
película va de menos a más, dejando lo menos para el final,
llevando los personajes a situaciones límite desatando la elocuente
locura y donde la disparatada historia alcanza el culmen. Pero esto
ni significa que hasta entonces no esté a la altura, ni mucho menos,
sino que la narración tiene un in crescendo bien marcado, lo que me
parece un acierto del guión. No hay que quemar todas las bazas al
principio, es si es importante impactar de principio ( y a buen
seguro que con el segmento de Maria Antonieta aquí se cumple), casi
lo es más terminar por todo lo alto y dejar con esa gran sensación
al espectador de haber disfrutado, para que comience el boca-oreja,
la que podría ser la posibilidad de Las
aventuras de Peabody y Sherman,
y la posible solución a esa apuesta arriesgada que comentaba. Quizás
le haya faltado al proyecto unos personajes protagónicos con más
gancho desde el principio para redondear, pues Peabody y Sherman son
dos personajes a los que se les coge más cariño según va avanzando
la historia.
Al
menos, contamos para suplir esto con un gran elenco de secundarios
que impactan más desde el principio, desde la Sra. Grunion, Leonardo
Da Vinci, Agamenón y otros de los variopintos secundarios que van
surgiendo en las distintas aventuras y épocas que visitan nuestros
protagonistas.
Esto,
a su vez, va acompañado de numerosas referencias tanto culturales
(como es evidente) como guiños para los más cinéfilos, que siempre
sacan la sonrisilla cuando son identificados.
Tras
El
rey león,
este es el retorno de Rob Minkoff a una película 100% de animación
y, desde luego, es su mejor trabajo tras la película de Disney, lo
que quizás le demuestre que su sitio está en este género. Además,
sigue incidiendo en el tema familiar, como también hizo en Stuart
Little.
De hecho, tras ese fondo de aventura, Peabody y Sherman trata el tema
de la paternidad y los problemas a los que se enfrenta un padre
(incluso el ser más inteligente del mundo) a la hora de educar a un
hijo. La típica moralina de las películas de animación, dirán las
malas lenguas... pero lo cierto es que el mensaje está introducido
con cierto sentido y tacto como para no quedar impostado ni
sensiblero, sino que fluye como un apunte más en la historia.
Y
es que, si tiene el atractivo para el público infantil, el toque
necesario para agradar al adulto, una historia con mensaje que,
además, resulta muy divertida y altamente entretenida... ¿acaso no
se merece recibirla con los brazos abiertos?
Al
menos yo no seré quien le dé la espalda, ni diga la coletilla
típica de Sherman ante un chiste de Peabody (“no lo pillo”),
sino que seré del sector que se alegrará si logra funcionar en
taquilla y no dejará de recomendar este tipo de películas que caen
en gracia y resultan muy divertidas sin insultar la inteligencia del
espectador, como el reciente caso de La
LEGO película.
Así
que ya sabes... Peabody y Sherman te están esperando con el
Vueltatrás en marcha, a punto para la aventura.
7,5/10
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