Llevo ya algún tiempo comentando Águila Roja (35 capítulos, para ser exactos) y siempre parece que ya no le queda nada con lo que sorprender. Pero siempre encuentra algo con lo que sorprendernos. Hemos visto de todo: un tornado, un descendiente de Cristo, bichos sueltos, un imitador malvado, una expedición a galeras, tres o cuatro bodas que no, mucho drama y mucha muerte.
Por eso cuando en el avance del capítulo 106 me di cuenta de la presencia de una sirena, pues tampoco fue tal la sorpresa. La serie ha conseguido que dejemos de preguntarnos cosas, resumiéndolo todo en una respuesta general: “¿Y por qué no?” Tienes disponible el recap anterior aquí. ¡Alerta spoiler!
Ésta es su venganza
Águila Roja sigue buscando venganza por lo de su madre. Y su próximo objetivo es bastante peculiar: un señor muy gordo. Necesita ayuda para levantarse, pero vamos que le vendría mejor ir rodando a los sitios. En vez de pantalones me lleva puesta la carpa del circo Price. El señor se aleja un poco para hacer un pis y encuentra el caballo del Águila, que ve su vida pasar por delante de sus ojos cuando el tipo trata de montarse.
Necesita ayuda para levantarse del suelo, pero no para subir al caballo. OK. El caballo le lleva directo a una trampa del Águila, un plan demasiado elaborado. Al otro señor directamente le partió por la mitad, sin tanto teatrillo. Le atraviesa con la catana aunque no sé yo si toca suelo por el otro lado, yo creo que no. ¿Hasta cuándo seguirá el héroe con su venganza?
Por otro lado, Pescadero y familia siguen en el Palacio de los Santillana. La hija, la Reme, está cada día más gorda. Lucrecia no puede más y trata de convencerles monetariamente, aunque el pescadero dice que la honra de su hija no se compra. Minipunto para el pescadero. Esta serie tiene un serio problema con la gente en bañeras: no hay episodio donde no salga alguien remojándose en una. Y no entiendo yo la anatomía de las sirenas, pero yo en la palangana que nos enseñan veo poco agua, la verdad.
Por supuesto, el pescadero y demás van a ver a la sirena protagonista del episodio (se ve que la llevan por los pueblos en ruta) y ya tenemos el capítulo montado con sus perlas particulares: “Qué de filetes podríamos sacar de ésta” o “Si es mitad mujer, mitad pez, por dónde… *movimiento de meneo*” Los hijos van por libre, uno interesado en el pechamen de la marquesa, y la otra catando con la mirada a todo maromo que se le cruza por delante. Bartolo, el hijo, se gasta el dinero que le da Lucrecia a cambio de no tener nada que ver con ellos. Más tonto y nace para atrás, el pobre. Termina pidiendo el dinero a un prestamista chungo, y esto acabará mal seguro.
Botón
Por supuesto, no nos olvidemos esta semana tampoco de Tío Emilio. *Aquí he parado a hacerme palomitas porque bueno operación bikini 2017* Él quiere seguir averiguando cosas de Gonzalo para saber qué sabe de su pasado, pero el héroe es libro cerrado. Él también acompaña a Cipri y Alonso a ver a la sirena, pero da la casualidad que cambia de expresión cuando le ve, como si ya le conociese. Por eso Tío Emilio se marcha de allí volando y se encuentra con el Rey en un lugar oculto donde tienen retenido a Satur.
Porque claro, Satur no se había ido y había dejado una nota. Estaba secuestrado. Seguramente el señor encapuchado no sea el actor que hace de Satur, sino que no estaba disponible para grabar y se apañaron así. La sirena no dura mucho más, por cierto; resulta que no es sirena ni es nada, y al reconocer a Tío Emilio ha puesto su tapadera en peligro. El señor termina matándola con un arpón, muy oportuno todo. Lo fácil que tiene que ser encontrar un arpón en Madrid.
Lo cierto es que consigue su objetivo, porque al final Gonzalo termina contándole lo que sabe sobre su pasado. Encima, descubren a la sirena muerta cuando el maestro se lleva a unos niños de su escuela a verla. LO NORMAL. Alonso encuentra en el agua junto al cuerpo un botón (¿qué tendrán los botones que siempre se caen en la escena del crimen?) y no tarda mucho en decírselo al propio Emilio, al que tiene delante y al que le falta un botón en la camisa. ESE MISMO BOTÓN. Pero claro, qué podemos pedirle a alguien sorprendido porque la sirena no fuese real. #AlonsoNO
Hernán I
Por otra parte, tenemos a la Marquesa, que tiene que lidiar con Hernán. Parece que se ha vuelto loco: le espían por un agujero en la pared y le observan con una corona y haciendo cosas raras en nombre de Hernán I. Lucrecia vuelve a contarnos entonces de otro de sus conocidos, el duque de Llanes, que empezó hablándole a los árboles y terminó matando a sus hijos. El muro de Facebook de esta señora tiene que ser un show. Es un peligro, así que la Marquesa piensa en meterlo en un manicomio.
Y firma para que le encierren, y se lo llevan con una camisa de fuerza y todo. No tarda mucho en entristecer ante su ausencia, la verdad es que tienen una relación amor-odio-intento-de-asesinato la mar de bonita. Por supuesto, estamos viendo Águila Roja, y Lucrecia le da una patada a un taburete y un compartimento secreto de su propio palacio aparece con una carta de Mendoza para el Comisario que confirma que es hijo del Rey. La Marquesa se desmaya así como muy lento, no sé muy bien si porque se ha dado cuenta de que tiene un hijo con él, con que ha compartido sábanas con ambos o con que el pescadero&cía entran a formar parte de la familia real.
Traen a Hernán de vuelta y Lucrecia se hace la tonta como que no fue ella la denunciante, pero él sabe que lo fue. Todas las cartas sobre la mesa, la Marquesa confiesa que conoce su linaje y le pregunta por sus próximos movimientos. Hernán piensa aliarse con Francia para tener una oportunidad de llegar a reinar, ya que su madre era francesa. A continuación, sorpresa, no me esperaba que le propusiese matrimonio a Lucrecia, aunque el plano es el mejor de todo el capítulo. *Hasta aquí me han llegado las palomitas, sí*
Estará sometida a su voluntad y sus deseos, pero a cambio pasará a la Historia, y eso es algo demasiado goloso para la Marquesa. Ella creció en un establo que le daba asco, y luego se casó con el Marqués, que también le daba asco. Su vida, en definitiva, ha sido un ASCO, aunque ahora le froten la espalda en OTRA escena con bañera. Soledad trata de convencerla para que no se case, porque perdería su libertad. Y ella sus opciones. La propuesta de Hernán es envenenada, por supuesto, porque lo que quiere es hacerle la vida imposible. Pero, como decía, una corona es muy golosa para Lucrecia y acepta casarse con el Comisario. ERROR.
Trini (Dem Girls)
Cuidado, que también tenemos nuestra dosis de Trini, que se encuentra en el bosque con el Águila para empezar a buscar a su hermano Noel (un nombre mazo español). TRAMA DE RELLENO ESTA. El señor era inventor y un día creó una especie de Ironman muy feo que escupía fuego. Con solo tres frases Gonzalo ya sabe dónde puede estar: si escupía el bicho ese fuego entonces necesitaría azufre, y casualmente resulta que solo hay una mina cerca. Allí se presenta Trini y se lía a mamporros, pero claro son muchos para uno solo.
El Águila aparece en el momento oportuno –como siempre- y le salva. Además, consiguen información sobre una entrega que hicieron en el Puente del Ahorcado (como siempre esta serie súper original con nombrar sitios). Allí el Águila hace puenting y vemos la misma toma desde 36352 ángulos distintos, que se note el poderío. Encuentran a un muerto, pero no es Noel. Aunque sí que lo parece. ¿Está fingiendo ahora Trini? ¿Va detrás del invento de su hermano? ¿Alguien ha entendido esta trama? Si es así, pueden comentar debajo sus impresiones.
Gonzalo de Austria
Gonzalo se entera, por cierto, de que han encerrado a Anaïs y Flora por su culpa, porque fue él el mató al duque aquel. Ambas mujeres siguen en el calabozo, rodeadas de ratas, pero monísimas, por supuesto. La interpretación de la actriz que hace de Anaïs, por cierto, es EL HORROR. Gonzalo les visita y les dice que saldrán antes de lo que piensan, vamos, que va a aparecer como Águila Roja seguro. Bien ahí dando pistas.
La verdad es que sus poderes ninja están un poco flojos: Malasangre se presenta en su guarida y él ni se percata. La guarida del héroe siempre me ha desatado ciertas dudas… ¿Tienes una casa de dos plantas que sólo ves tú? “El nido del Águila” la llama Mala, y la verdad es que es un nombre genial. Él ha ido a visitarle porque es su apuesta a suceder al Rey: Gonzalo de Austria. Ahí se destapa que fue él quien le pasó los documentos.
Lo que pasa es que Gonzalo es una persona especial y-quien-dice-especial-dice-tonta; jamás reclamará el trono. Gonzalo es el primer príncipe republicano del mundo. Pensad que si hubiese elecciones en la serie, en España, votaríamos al Cardenal, que terminaría pactando con Cipri mismo. EL DRAMA REAL. Normal que no quiera meterse en política.
Al final liberan a Flora e, instantes después, el héroe consigue sacar a Anaïs de los calabozos. Si sigue cargándose guardias a esa velocidad su hijo va a ascender rápido (porque Alonso sigue siendo guardia, ¿no?). El plan del Águila para Anaïs, después de meterla en todo el lío, es darle un caballo (robado, seguro) y aconsejarle que se marche de la Villa. Pero ella es muy terca y quiere volver a la celda, Y VUELVE. Y la declaran culpable, por supuesto, el tribunal la declara culpable y nosotros todos TONTA.
Gonzalo entonces, para salvarla, recurre a Malasangre, que acaba de recibir un regalo –por cierto- algo especial: Mendoza le ha mandado una pantera en una caja. Yo pensaba que sería en plan para que la abriese y ¡sorpresa! Pero no, le avisa en carta y todo, es una declaración de guerra algo inusual. Como se niega a colaborar, Gonzalo amenaza con entregarse y eso consigue, al final, que Malasangre mueva sus hilos y anulen la sentencia de Anaïs. Y vemos acercamiento con su nuevo maestro. ¿Habrá arrejunte al final?
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