Águila Roja Capítulo 104 Recap: De volver a empezar

Águila Roja ha vuelto. Águila Roja se acaba. La última temporada de la serie de ficción melodrama cómico más loca de la televisión nacional levantó ayer el inicio de su último vuelo. Y lo hace con un capítulo que viene a mostrarnos lo que nos espera: condensación, secretos, revelaciones, algo de cutrerío, y DRAMA. Un episodio de verdades incómodas, cómodas y algunas ausencias. Revive cómo nos dejaron en el episodio anterior aquí. ¡Alerta spoiler!

Empieza el episodio con Hernán buscando a alguien, junto con el resto de sus hombres. La serie sigue echando mano de sus efectos mágicos y no para de meternos escenas ralentizadas y demás, que veamos que ellos saben de estas cosas. De terminar tramas y eso ya tal (Monseñor, España no te olvida). Resulta que Hernán a quien busca es a su hermano, ¿por qué? Porque la temporada pasada terminaba con Lucrecia confesándole que le quiere a él, y no está dispuesto a quedarse de brazos cruzados.

Gonzalo, por su parte, sigue con el drama de Margarita y su espantada en la boda. Y la vemos en una nube por la pantalla y es todo lo que la vamos a ver, por ahora. Bien de efectos otra vez, eso siempre. Resulta que ahora vive en una cueva, donde recibe asiduamente la visita de su criado Satur, que estrena un rapado tan poco favorecedor como necesario. A los actores ya les da igual todo, ojalá Lucrecia con mechas californianas en escena.

El maestro lleva dos meses allí porque necesita pensar. Y porque ahora es BATMAN. Y piensa en Marga, en su mujer Cristina, en su madre. Satur asegura que el Águila ha cambiado, que es más buitre, que está más enfadado. Y NORMAL. La que no está desaparecida está muerta.

Qué mal lo están pasando este año en Supervivientes.

En el Palacio Real, por otro lado, tiene lugar la primera gran sorpresa del capítulo. ¿Os acoráis de que di por muertos tanto a Cardenal como a Malasangre? Más que nada porque se apuñalaban mutuamente. Pues bien, resulta que no están muertos, sino que alguien se los encontró y les ha puesto sendos camisones y están tirados en el cuarto. El Rey insta al médico a que le eche a Mendoza unas sanguijuelas por encima para que se recupere. España, siempre a la cabeza en innovación y sanidad. Momentazo Cardenal marcándose un Jon Snow y despertándose de repente.

Por supuesto, lo primero que hace es intentar matar del todo a Malasangre, pero éste se lo impide. Malasangre visitará al Rey después, y le pillará con las manos en la masa en el escondite donde guarda su más importante secreto: una palanca, un pasillo secreto, unas escaleras a oscuras, muchas telarañas, mil cartas y un nombre. Gonzalo de Montalvo. Así es, Malasangre averigua en cuatro minutos y medio lo que lleva buscando el Águila toda la serie. BOOM.

Yo leyendo la Pronto. Que su padre es QUIÉN.

Pero falta alguien, ¿dónde está Lucrecia? Porque está que arde. Sus enaguas sulfuran deseo después de la no-boda de Gonzalo y Marga, que puede que le dé esa oportunidad que busca la Marquesa de quedarse al soltero de oro de la villa. Incluso tiene a un señor haciendo guardia en su casa para saber cuándo aparece de vuelta. Mientras, se entretiene con un bonsái, porque la gente con dinero y mucho tiempo es lo que hace. Soledad piensa que él nunca le perdonará haber aireado con la novia aquel efusivo encuentro que tuvieron, pero ella guarda esperanza.

Y 20 minutos después de empezar ponen la cabecera de título, porque sí. Y después nos presentan en pantalla a una auténtica amazona, una mujer en botas y a muslo descubierto que asegura que “todo lo que necesita lo lleva con ella”. Vamos, que es pprofesional del vicio. Se llama Anaïs (María Pedroviejo) y le acompaña la Vieja del visillo, Flora (Tina Sainz).

Resulta que la señora es madame y monta un pclub de reputación laxa en la villa. España, a la cabeza en espíritu emprendedor. También. Y fan de la señora ya: “Hay mozas en mi pueblo que ordeñan a las vacas con más gracia. ¡Que os tenéis que meter mano, leche! QUIERO MÁS GUARRERÍO.” El lugar se llama, por cierto, La Deleitosa. UN APLAUSO.

Hoy en Bricomanía os enseñaremos a hacer vuestro propio burdel.

Por dónde me había quedado… ¡Ah! Hernán piensa hacerle daño a su hermano, porque está muy enfadado. Al final lo encuentra y lo apresa. Y lo quiere ajusticiar. Un señor anónimo del público le increpa que es un asesino y él le dispara, y ya tenemos al primer muerto de la temporada. Por protestón. Y bien de efectos otra vez. Resulta que será Alonso el verdugo de su padre, COMO SI NO LE ODIÁSEMOS YA.

El plan del Comisario es bañar a su hermano en plomo hirviendo (vaya, esto dónde lo he visto… Juego de Tronos, Gonzalo Targaryen). Que digo yo, ¿que nadie pregunta el porqué de esto? Aparece entonces la Marquesa, y le promete a Hernán que estará con él para siempre, si deja libre al maestro. Pero no cuela. Aunque al final cuando Alonso lo iba a hacer QUE LO IBA A HACER resulta que era todo en plan para asustar, y el Comisario le para.

La mañana siguiente Satur le recrimina a su amo lo de encamarse con la Marquesa y todo lo que ha conllevado: “La próxima vez que tenga usted necesidades, me lo dice y le llevo a ver a Rosita la Sacaleche, que tiene un juego de manos…” PERO BUENO QUIÉN ESCRIBE ESTO. Obviamente los nombres los han sacado de la agenda de contactos de La Veneno.

El caso es que el Águila va a salvar a un inocente (porque lo dice él), pero casi le matan al estar pensando en sus cosas, así que decide que ese mismo día la familia entera se muda de ciudad. A Sevilla, ni más ni menos (ni más ni menos). Y el chino se lo encasquetan al molinero, en plan “sí sí, que mañana venimos a por él”, pero luego no. Por desgracia, Alonso se apunta.

Además, vemos como Malasangre manda a un señor a llevarle al maestro unos documentos que dicen que demuestran que es hijo del Rey. Pero como lo recoge Cipri que es el más tonto del barrio y no sabe leer… Y lo deja todo en un armario *gritos*, y se le olvida decírselo a alguien *gritos*. Y se van de Madrid *le lanza el mando a la tele*. Se acuerda un día después, y vuelve con Alonso a la villa. En este episodio han hecho noche de camino, pero en otros Gonzalo se plantaba a galope en la costa del tirón. ¿HOLA?

PERO QUIÉN LES ESTÁ TIRANDO EL CONFETI.

El Rey invita a Malasangre a la inauguración de La Deleitosa, aunque él “prefiere montarse sus propias fiestas”. Malasangre le pregunta directamente al monarca por la sucesión, asegurando que la salud de su hijo Carlos es débil y puede que sea el último Rey de España de su familia (y, efectivamente, así fue).

En La Deleitosa vemos mucho cava, mucho vino y mucha gente (incluso un cura, supongo que para bendecir el local, claro). También está Hernán, entre bailes sensuales y movimientos pecaminosos, así como Lucrecia, vestida de hombre. Y ojalá también Sole, por curiosidad, por echar un ojo. 

Muy fan de Lucrecia, que termina descubriéndose. Anaïs le dice que no se permiten damas en el local, “tienes razón, no veo ninguna”. SLAY MARQUESA. POR CIERTO: resulta que, antes de que Cipri y Alonso regresen, la casa del maestro se la han vendido a Anaïs, y ha cogido y lo primero que ha hecho es llevarse el armario con los papeles dentro *aplausos*. Flora acaba tirando los papeles a la basura, y un señor los está usando de hoguera hasta que llega Cipri y consigue recuperarlos. MENOS MAL.

En Sevilla, Gonzalo y Satur llegan a su nuevo hogar, una habitación en una posada. ¿Dónde va a dejar el Águila sus pertenencias? Bajo la cama, por supuesto, el sitio más seguro y recóndito del mundo. Satur, por cierto, ya le ha buscado una esquina a una cabra que ha visto despistada por ahí. Y la van a necesitar, porque han dejado el carro en plena calle de un barrio chungo con todas sus cosas y un bandolero y su panda se lo saquean.

Se trata del actor Jorge Sanz, famoso por aquella interpretación suya de un marciano en El Inquilino (no). Ahora interpreta a Trinidad (aka Trini) y ya podría al menos haber puesto acento andaluz, será posible. Lo peor del robo es, sin duda, el caballo. QUE LE HAN ROBADO AL ÁGUILA EL CABALLO. Bueno, todo el carro. Y no, yo no voy a hacer mención al éxito de Manolo Escobar. Yo no.

Cuando tienes que robar a las 7 y concierto a las 8 y eres Luke Skywalker.

Por supuesto Gonzalo puede distinguir las huellas de su carro, aunque al final van a preguntar por él a unos baños-sauna (oyoyoy), donde da la casualidad que Trini acaba de venderlo. De hecho Satur cruza unas palabras con él y todo. Consiguen información, y en Triana se presenta el Águila a lomos de un caballo marrón que no le pega nada de nada. Y entonces sucede: los bandoleros se defienden y huyen a ritmo de… de una música… castañuelas, a ritmo de castañuelas. Lo primero que había a mano. Al final, claro, Gonzalo consigue recuperar el carro.

Ah, por cierto, que llega Cipri (sí, otro que hace el viaje del tirón) y les da los papeles y se entera Gonzalo de que es hijo del Rey. Os lo escribo así, sin darle más importancia, LA MISMA QUE ELLOS LE HAN DADO. Será posible la serie esta que desvela el secreto mejor guardado desde el capítulo uno y lo suelta en 10 segundos. Yo es que ya no sé. Y me creeré que Alonso por el camino no los lee. NO NO ME LO CREO WTF LA GENTE.