Las piezas continúan moviéndose en el tablero.
Jeremy Podeswa presenta esta semana un capítulo de transición en el que apenas
se puede apreciar emoción alguna, exceptuando algunos tramos sueltos. Si te
perdiste algún detalle de los episodios anteriores, clica aquí.
El quinto episodio se centra fundamentalmente en
cuatro tramas vinculadas con Daenerys Targaryen, Sansa Stark, la Guardia de la
Noche y Tyrion Lannister. Sigue sorprendiendo la ausencia de información sobre
Bran Stark que aún no ha aparecido a pesar de ir por la mitad de la temporada.
El episodio en sí carece de poder de atracción, ya que la mayoría de los
acontecimientos que suceden no tienen excesiva relevancia ni siquiera generan
intriga. ¡ALERTA SPOILERS!
Entrando de lleno, por un lado se encuentra Daenerys
Targaryen que sigue tratando de mantener el orden en Meereen. Con Ser Barristar
muerto en la lucha contra los Hijos de la Arpía, la madre de dragones pierde un
valioso consejero. No obstante, este hecho aumentará su irá castigando a los
altos cargos de las familias más representativas de la ciudad. La futura perspectiva
que se muestra para obtener el control y el orden de Meereen pasa por dominar a
las grandes familias, y someterlas para alcanzar sus intereses.
Daenerys pierde a un gran consejero, pero se acerca
otro. Tyrion Lannister, tras el secuestro por Jorah Mormont, viaja para unirse
a la madre de dragones con el fin de ayudarla a conquistar el trono de hierro.
Sin embargo la ruta no parece ser corta, probablemente se acerquen a Meereen al
final de la temporada para dejarnos con la miel en los labios. Tampoco parece
que sea fácil y así lo demuestra por su paso por la maldita ciudad de Valyria.
En este tramo del capítulo se introduce interesante información sobre lo que
sucedió hace muchos años a la ciudad, información que al espectador debería
resultar enriquecedora. En la historia sobre la misma narrada por Mormont es
necesario destacar la existencia de “hombres de piedra”, llamados así por poseer
la enfermedad psoriagrís. Al estar destruida la ciudad se comenta que se
abandonaban a los niños allí, niños como la hija de Stannis Baratheon afectada
por la misma enfermedad en la cara. Esta trama finaliza con el ataque de los “hombres
de piedra”, donde Jorah y Tyrion tendrán que deshacerse de ellos sin tocarlos.
Mientras tanto en el Muro, Jon Nieve se plantea qué
hacer con los salvajes. Probablemente ésta sea la mejor parte del episodio ya
que muestra una visión bastante interesante e intrigante en base a la decisión
de Jon. A pesar de pertenecer a la Guardia de la Noche, se sigue apreciando un
vínculo muy cercano con los salvajes y trata de buscar una solución viable. Con
vista en lo que parece ser la mayor batalla de todos los tiempos entre humanos
y los caminantes del hielo, Jon decide reunir a todos los salvajes que quedan
para enfrentarse de forma conjunta a los caminantes. Como consecuencia, muchos
de sus amigos en la Guardia de la Noche cuestionarán su decisión.
Finalmente la última trama en la que se centra el
capítulo está relacionada con Sansa Stark y su convivencia en Invernalia con la
familia Bolton. En especial con el maquiavélico Ramsey Bolton, que utilizará
todas sus artimañas para hacer que Sansa no se sienta cómoda en cualquier
momento. Este tramo ocupa un gran metraje del episodio, sin tener apenas
importancia. Tan sólo se muestran repetidos actos en los que Ramsey demuestra
sus dotes manipuladoras. El gran momento de la familia Bolton se verá en la no
muy lejana batalla contra el ejército de Stannis Baratheon.
Mitad de temporada y tampoco se han producido muchos
cambios, ni muchas muertes. Con piel de cordero hasta ahora, Juego de Tronos siempre mantiene sus
fichas en el tablero y en cualquier momento se puede alterar la trama, sacando
a la luz el carácter más arraigado del lobo que naturalmente es la serie.
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